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Maiorga Ramírez, el «chico» de Otegui al que aupó el PSOE

Maiorga en las fiestas de San Fermín y, en la imagen inferior, ya como miembro de la Mesa del Parlamento de Navarra
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Maiorga Ramírez Erro ha tenido suerte. La está teniendo en los últimos años. El hecho de proceder de Eusko Alkartasuna, y no del entorno proetarra, le ha permitido encabezar candidaturas y ahora, como culminación de su carrera, ser elegido como uno de los miembros del Parlamento Foral de Navarra, comunidad genuinamente española que él y algunos más, quieren convertir en parte del País Vasco.

En EHBildu, gobernada con mano de hierro por Sortu, que es tanto como decir la antigua Batasuna, declarada judicialmente como brazo político de ETA, saben que las cosas en Navarra, para lograr su anexión al País Vasco («sin Navarra, no habrá solución», Arnaldo Otegui dixit) hay que hacerlas poco a poco. Y, aún así, lo único que logran es llevar a la mayoría de los ciudadanos de la Comunidad Foral de sobresalto en sobresalto.

Además, colocar a Maiorga en la mesa del Parlamento es una manera de aplacar el gran malestar que existe en el seno de EHBildu, por la citada dirección «dictatorial» de Sortu, hasta el punto de que son muchos los que en Eusko Alkartasuna, según fuentes conocedoras del asunto consultadas por LA RAZÓN, se preguntan a estas alturas si no han hecho de «tontos útiles de la película» dentro de la coalición, en las que se las prometían muy felices al principio.

Maiorga, nacido en Pamplona en 1976, es un vasquista convencido y no desaprovecha la ocasión para demostrarlo.

Lo que ocurre es que los argumentos que emplea se caen por su propio peso, ya que da la apariencia de querer hablar en nombre de todos los navarros, que se sentirían vascos como él. Obviamente, es una falacia.

Es Licenciado en Filosofía por la Universidad del País Vasco (UPV-EHU). Se afilió a Eusko Alkartasuna en 1995 y fue uno de los responsables de las juventudes de este partido, llamadas Gazte Abertzaleak.

En 2000, fue nombrado secretario de Organización de EA en Navarra y miembro de la ejecutiva nacional. Desde 2004, es el presidente de EA en Navarra.

En 2003 fue elegido miembro del Parlamento de Navarra y concejal en el Ayuntamiento de Tafalla, primero por Eusko Alkartasuna y luego por Nafarroa Bai. Posteriormente, fue el cabeza de la lista de Bildu en las elecciones al Parlamento de Navarra de 2011.

Precisamente, según recogían entonces diversos medios, en el recurso presentado por la Abogacía del Estado contra dicha candidatura se dejaban las cosas claras: en una lista «tan simbólica e importante como es la de Bildu al Parlamento de Navarra, tres de los siete primeros candidatos (esto es, aquellos respecto de los cuales, en un cálculo posibilista pudiera presumirse su elección) presentan claras vinculaciones con los partidos ilegalizados». El primero de la lista, como no, el que la «blanqueaba», era Maiorga Ramírez, que nunca ha gozado de muchas simpatías dentro de las bases de Batasuna. Pero, como se indicaba en el recurso, los casos más claros eran los de la número 2 y la número 3. Se denunciaba que «la vinculación más intensa la ofrece la candidata número dos, Bakartxo Ruiz Jaso», profesora de euskera en la ikastola San Fermín de Pamplona y hermana del etarra Zigor Ruiz Jaso. En el recurrso se subrayaba que había sido identificada «como relacionada con la organización terrorista EKIN». La número 3 , Aitziber Sarasola , era vinculada con Jarrai.

Ramírez no ha perdido la oportunidad de demostrar su «vasquismo», quizás para tener contentos a los «batasunos», que siempre le han mirado con lupa. En enero de 2017, organizó su particular «homenaje» a la ikurriña en el Parlamento de Navarra. Colocó la bandera en la tribuna reclamando que ondeara con normalidad en las instituciones navarras.

Aseguró que «muchos de los ciudadanos nos sentimos por el hecho de ser navarros parte también del pueblo vasco», lo que justificaría la presencia de la ikurriña, de cuya legalización se cumplía el 40 aniversario como, enfatizó, «símbolo de libertad». Como pamplonés, vive las fiestas con pasión y alegría, como se aprecia en la fotografía. Fiestas que no tienen nada de vascas.