Política

Elecciones andaluzas

«Marketing» político: Susana Díaz insiste en el «teatro»

Busca presentarse a la investidura aunque Adelante Andalucía no la apoyará y solo cuenta con los 33 diputados del PSOE-A.

Susana Díaz, en su escaño el pasado mes de diciembre cuando se eligió a la presidenta del Parlamento andaluz
Susana Díaz, en su escaño el pasado mes de diciembre cuando se eligió a la presidenta del Parlamento andaluzlarazon

Busca presentarse a la investidura aunque Adelante Andalucía no la apoyará y solo cuenta con los 33 diputados del PSOE-A.

La realidad parece empeñada en hundir un dedo en el ojo de la presidenta en funciones de la Junta de Andalucía y lideresa del PSOE-A, Susana Díaz, aunque ella siente que tiene derecho a intentar cambiarla. Una cierta rabia asordinada se ha instalado en el partido desde que se confirmara que el pasado 2 de diciembre cosecharon en las urnas sus peores datos de la historia de la autonomía. Las negociaciones entre PP y Ciudadanos (Cs) para alcanzar un acuerdo que permita la investidura del popular Juanma Moreno penden ya de limar «flecos», pero Díaz ha anunciado su voluntad de presentar su candidatura a la Presidencia del Gobierno autonómico. Así lo confirmó ayer en varios medios uno de sus «hombres fuertes», el portavoz parlamentario del PSOE-A, Mario Jiménez, quien defendió que la socialista es la que tiene «más legitimidad» para afrontar el proceso de investidura, algo que entiende que «ha de imperar», por lo que instó a la presidenta del Parlamento, la diputada por Cs Marta Bosquet, quien ha citado a los socialistas este jueves para la ronda de consultas, a evaluar a los aspirantes con más respaldo para decidir y a permitírselo. Aunque fuentes de la formación, que añoran el latido de las mayorías absolutas, admitieron a LA RAZÓN que «es difícil o casi imposible» y que Bosquet «dará prioridad a Moreno, tras los contactos con los partidos, ya que PP y Cs sumarán 47 diputados, al margen de lo que haga Vox», mientras Díaz sólo cuenta con «los 33 propios».

Las fuentes consultadas explicaron que la estrategia de la presidenta en funciones pasa por «intentar poner en valor que el pasado 2 de diciembre ganó las elecciones y capitanea la que sigue siendo la primera fuerza política en la comunidad, por eso quiere presentarse a la investidura», recalcaron, con la vista puesta en los comicios municipales de mayo en los que los socialistas quieren revalidar resultados y arañar las 448 alcaldías que atesoraron en 2015. A ello sumaron su pretensión de que «se vote para que se escenifique la postura de cada grupo parlamentario y éstos se retraten» dejando en evidencia que existe lo que se han empecinado en llamar estos días el «pacto de la vergüenza» entre PP, Ciudadanos y Vox.

Hay quien incluso aún confía en un escenario: que los 17 parlamentarios de Adelante Andalucía respalden a Díaz, con lo que la presidenta de la Cámara sí tendría que dejarle paso. Pero fuentes de esa formación trasladaron a este periódico que su posición no ha cambiado: «Los números no dan para una alternativa de izquierdas y hay que asumir que hay una mayoría de derechas en la Cámara. Nos toca hacer oposición», condensaron. Adelante no apoyará al candidato del PP ni a Díaz, si ésta consiguiera presentarse, y tienen argumentario para no hacerlo: «Nosotros surgimos como alternativa al PSOE y como dique de contención a la derecha», recordaron. Entienden que el PSOE «busca protagonismo con el debate de investidura» al haber «quedado desdibujado» desde la noche electoral del 2-D y «no haber sido capaz de cambiado el chip». «Pero el teatro tiene que acabar ya, la gente no es tonta y aunque quieran hacer un ejercicio de “marketing” político el pescado ya está todo vendido», resumieron gráficamente. Con todo, desde la izquierda desean que si hay Gobierno del cambio «dure poco». «Son tres socios que comen en el mismo plato, tienen el mismo electorado. Va a ser conflictivo», auguraron.