Interior

Marlaska da por resuelta la crisis de inmigrantes de Barajas

Sindicatos policiales constatan una bajada de las llegadas por la autorización masiva en el acceso

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha dado hoy por resuelta la crisis abierta durante días en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas por los solicitantes de asilo en las denominadas como escalas fraudulentas en vuelos procedentes de países africanos, entre ellos desde el vecino Marruecos.

Así lo aseguró ayer en el Senado Grande-Marlaska durante su comparecencia para dar cuenta de la situación migratoria en lo referente al aumento de pateras que llegan a las Islas Canarias.

Tras recibir los reproches de los distintos grupos parlamentarios sobre las condiciones en la que han prestado servicio las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y tras denunciar varios sindicatos policiales la situación de insalubridad en la que se encontraban los inmigrantes solicitantes de asilo en medio de cucarachas y chinches, el titular de Interior dijo que «ha sido una circunstancia extraordinaria y excepcional por cuestiones muy concretas, y que, a día de hoy, ya está resuelta».

Uno de los problemas que originó que las salas de los solicitantes de asilo se vieran desbordadas fue que los muchos de esos aviones se convirtieron en «vuelos patera» donde llegaban de media en torno 150 personas, la mayoría procedentes de países africanos como Kenia, Senegal y especialmente de Marruecos y, al hacer tránsito en la capital, aprovechaban para pedir protección internacional. Y es que, al llegar, estos viajeros se deshacían de su documentación o incluso esperaban la noche para escalar los elementos físicos del puesto fronterizo y tratar de entrar irregularmente en territorio español. En algunos casos, llegaron a acceder a las pistas del aeropuerto con el consiguiente peligro que supone otros se escaparon de las salas rompiendo el cristal de una de ellas y accediendo también a una de las pistas de la terminal. Además, algunos fueron sorprendidos mientras realizaban butrones en el falso techo de los baños de una de esas salas.

Tras lo ocurrido, Grande-Marlaska destacó la importancia de pedir visados de tránsito para acceder al espacio Schengen y, de esta forma, cortar en origen los vuelos con migrantes que, una vez que llegan a Madrid, solicitan el asilo. Esta documentación se requiere ya para los ciudadanos procedentes de Kenia y se ha aprobado para Senegal, además de reforzarse los controles en aeropuertos como el caso de Casablanca.

Los sindicatos policiales constatan que el número de solicitantes de asilo ha bajado notablemente, aunque lo relacionan con la decisión de autorizar el acceso a España de la gran mayoría de migrantes al atender a las peticiones de protección internacional. Además, apuntan que se dan casos de otros migrantes que rechazan su devolución a sus países de origen.

Desde el pasado lunes, 5 de febrero, la cifra de solicitantes de asilo en Barajas disminuyó a algo más del centenar de personas, frente a los 400 que llegaron a estar alojadas en alguna de las cuatro salas habilitadas por el Ministerio del Interior una semana antes.

Según fuentes de Interior consultadas por Ep, en el mes de enero se tramitaron un total de 914 expedientes de protección internacional desde las instalaciones aeroportuarias, lo que permite el acceso a España hasta que la Oficina de Asilo y Refugio (OAR) resuelva definitivamente cada caso. En paralelo, se ordenó la devolución de al menos 108 personas por no pasar el primer filtro para pedir protección.

Los sindicatos policiales avisaron de que en enero se habían tramitado desde el aeropuerto las mismas solicitudes de protección internacional que todas las acumuladas en la mitad de 2023. Los policías insisten en pedir que se extienda esta medida a todos los países africanos y señalaron especialmente la falta de control que se llegó a detectar en los vuelos de la Royal Air Maroc que hace la ruta entre Casablanca y Madrid.

La crítica de los sindicatos se centraron también en la «clara insumisión y dejación» de Cruz Roja, que abandonó la asistencia a los migrantes en Barajas en una decisión que fue censurada por el Ministerio del Interior, que asumió desde entonces la limpieza y habilitó una cuarta sala para acoger a migrantes, además de reforzar los efectivos de la Policía y de la OAR.

Los sindicatos policiales defendieron la gestión de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras en Barajas, así como otras medidas como la presencia de agentes de las UIP (antidisturbios) para garantizar la seguridad y así evitar nuevas fugas o episodios de tensión debido a discusiones y peleas entre los propios migrantes con el peligro que esto puede conllevar. En los últimos días advirtieron del riesgo de la apertura de la nueva sala que se habilitó que no contaba con mamparas de protección para llevar a cabo una vigilancia con seguridad ante la desproporción entre el número de agentes y de migrantes.

También destacó la labor que realizó en todo este asunto la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Interior niega que haya un efecto llamada

► El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, negó que haya un «efecto llamada» de migrantes y pidió evitar «mensajes alarmistas» que «pueden generar odio». En concreto, indicó que la presión migratoria es «estructural» y que está motivada «fundamentalmente por factores de carácter socio-económico». En este sentido, apuntó al «deterioro» de la situación interna en países como Senegal, Mali o Guinea Conakry; el golpe de Estado en Níger; y a las «catástrofes naturales», como los terremotos en Marruecos y las inundaciones en Libia.