Cataluña
Mas advierte de que no cumplirá el déficit y pedirá otro «rescate»
Culpa al Gobierno de imponerle ajustes que afectan al bienestar
Ni la triple oleada de recortes por valor de 3.500 millones de euros ni concentrar el 23 por ciento de los ajustes llevados a cabo en el conjunto del Estado parece que servirán a la Generalitat para cumplir los objetivos de déficit, del 1,5 por ciento en 2012 y del 0,7 por ciento en 2013. Artur Mas admitió ayer, en la comparecencia ante la diputación permanente del Parlament para explicar por qué Cataluña ha acudido al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), que no podrá acatar los objetivos de déficit sin que se vea amenazado el Estado de Bienestar.
El presidente en funciones de la Generalitat cargó tintas contra el Gobierno, a quien acusa de repartir de manera «desleal e injusta» los objetivos de déficit público, sobre todo el límite de 2013, que del 1,1 por ciento se rebajó al 0,7 por ciento, a pesar de que la Unión Europea diera aire a España. Aunque su fallida aventura soberanista ha dinamitado los puentes de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat, no rebajó el tono, incluso cuando se equivocó y en vez de «fondo de liquidez» dijo de «liquidación», bromeó con que «siempre funciona el subconsciente», en el sentido de que el Estado «ahoga».
Mas no entiende por qué si Europa ha permitido al Gobierno aumentar en dos puntos sus objetivos de déficit de cara a 2013, lo que le salva de recortar 20.000 millones más, en vez de repartir este margen entre todas las autonomías, se dedica a ahogarlas.
Mas no se complica con las cuentas, considera que si las autonomías gestionan un 35 por ciento del gasto público, deberían tener derecho a disponer de una tercera parte del déficit permitido al conjunto del Estado, esto es, un techo de un 2,1 por ciento para 2012, en vez de un 1,5.
Aprovechando que tenía ante sí a los partidos catalanes, reclamó un frente común para exigir a Mariano Rajoy que reparta de forma «leal y justa» los déficits fiscales entre el Gobierno y las Comunidades Autónomas. También sembró el camino para negociar los futuros presupuestos de la Generalitat. Unas cuentas que, según el portavoz del Gobierno catalán, tendrán que recortar 4.000 millones de euros, si Rajoy no flexibiliza el objetivo de déficit. Mas instó a los partidos catalanes, sobre todo al PSC y ERC, a quien ya ha echado el anzuelo para que le ayuden a sacar adelante los presupuestos de 2013, a «hacer una reflexión general en estos momentos complicados».
La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, le reprochó que él sólo se ha complicado la vida convocando unas elecciones «innecesarias». El PP, que ayudó a CiU a aprobar los presupuestos en la anterior legislatura, auguró a Mas que la «gran fragmentación» parlamentaria que han dibujado los resultados del 25-N, complicará la búsqueda de apoyos para sacar adelante los ajustes presupuestarios necesarios.
A la pregunta de la popular de si el año que viene la Generalitat se volverá a acoger al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), Mas respondió que sí. «Tenemos derecho a utilizarlo y la necesidad de hacerlo», alegó, antes de subrayar que «no es un regalo». El presidente en funciones de la Generalitat recordó la dureza de las condiciones del préstamo. El crédito que Cataluña ha pedido al Estado, por valor de 5.370 millones de euros, obliga a la Generalitat a pagar «sólo en 2013 y 2014 hasta 300 millones de euros en intereses cada año». Es más, puntualizó, la cantidad se incrementará hasta los mil millones de euros a partir de 2015, cuando a los intereses se les sume la liquidación del préstamo. Pero para poder acogerse de nuevo al FLA, a Mas se le escapa que ha de cumplir con el objetivo de déficit. Aunque los analistas advierten de una posible desviación, Mas confía en los 1.500 millones de las privatizaciones.
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