Cataluña

Mas da 1,4 millones a los organizadores del concierto

Las gradas del Camp Nou se llenaron el pasado sábado para presenciar un concierto en clave soberanista
Las gradas del Camp Nou se llenaron el pasado sábado para presenciar un concierto en clave soberanistalarazon

La presidenta de Òmnium Cultural, Muriel Casals, se jactaba el pasado sábado desde las gradas del Camp Nou de que su organización se financia con las cuotas de sus más de 30.000 socios. Sus palabras fueron un buen ejemplo de lo que se conoce como una verdad a medias, puesto que si bien es cierto que las aportaciones de sus afiliados representan aproximadamente el 67 por ciento de sus ingresos, también lo es que la tercera parte restante (el 33 por ciento) proviene de ayudas públicas.

Òmnium, la organizadora del concierto independentista del sábado en el Camp Nou y de la manifestación «Somos una nación, nosotros decidimos», posterior a la sentencia del Estatut en 2010, mantiene en vigor un millonario convenio con la Generalitat en virtud del cual habrá recibido 1.387.884 euros en el periodo 2011-2013. El Gobierno de Artur Mas aprobó la concesión de esta ayuda con el genérico propósito de financiar «diversos proyectos y actividades de promoción de la cultura catalana y para el fortalecimiento de la propia institución».

Este convenio significa para Òmnium la inyección de tres anualidades y la de este año asciende a 421.907 euros. La de 2012 fue de 468.796 euros y la de 2011 de 497.191 euros. Este convenio supone la mayor ayuda que la Generalitat concede a una organización que puede considerarse como la niña de sus ojos cada año, aunque no es la única.

Un repaso a las subvenciones publicadas este año en el Documento Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC, el BOE catalán) permite comprobar que el goteo de ayudas es continuo: 12.000 euros para el «voluntariado por la lengua», 6.669 euros para el «calendario de tradiciones y costumbres 2013», 8.100 euros para la edición de otro calendario, 41.000 por un convenio relacionados con la juventud, 10.000 euros por ofrecer servicios para la juventud. La lista continúa con otras cantidades y, a buen seguro, seguirá creciendo conforme avance el año.

El presupuesto de Òmnium en el año 2012 se elevó a 2.954.820 euros, de los cuales la Generalitat aportó los 468.796 reseñados en cumplimiento del convenio. Las ayudas públicas ese año representaron el 33 por ciento de los ingresos de esta entidad, cuyo objetivo fundacional es trabajar por la «promoción y la normalización de la lengua catalana, la cultura y la identidad nacional de Cataluña». Este último propósito se ha convertido en la gran bandera de Òmnium en los últimos tiempos, puesto que su implicación con el proceso soberanista que impulsa el Gobierno de Mas es total.

Los tentáculos de esta histórica entidad, fundada en 1961, han ido aumentando progresivamente por toda Cataluña. En la actualidad cuenta con un total de 28 sedes por todo el territorio, una enorme estructura que supone unos gastos aproximados de dos millones de euros anuales.

Su expansión no se detiene y su protagonismo en la sociedad catalana es cada vez mayor, puesto que se ha convertido en una suerte de brazo de agitación civil al servicio del Gobierno nacionalista. Cada vez que Mas ha necesitado su respaldo para contrarrestar las iniciativas políticas o judiciales relacionadas con equiparar el castellano al catalán en la escuela, ahí ha estado Òmnium.

Ahora, ha comenzado a trabajar de la mano de su otro gran agitador civil, la Assemblea Nacional Catalana (ANC), una entidad que ha aglutinado a los promotores de las consultas sobre la independencia que se celebraron a lo largo de dos años en decenas de municipios de Cataluña. Juntos dieron lugar a un lleno en el Camp Nou, ya que vendieron unas 90.000 entradas y organizaron medio millar de autobuses.

Los organizadores han evitado poner cifras a los costes de un acto de semejante envergadura, aunque la recaudación debió de ser casi millonaria porque el precio de las entradas osciló entre los 10 y los 150 euros. De hecho, los promotores del «Concierto por la libertad» expresaron su confianza en lograr un excedente en el Camp Nou que iría destinado a la organización de futuros actos por la independencia. Todos con la misma condición: que sigan siendo masivos.

Así por ejemplo, Òmnium y la Assemblea Nacional Catalana se proponen organizar una cadena humana sin precedentes el próximo 11 de septiembre.