El desafío independentista
Mas empieza esta semana a construir la arquitectura jurídica de la consulta
CiU y ERC se ven hoy para preparar la declaración soberanista n Mas-Colell negocia, con el debate identitario de fondo, un objetivo de déficit del 1,5%
Tras el paréntesis navideño, los Reyes Magos emprenden el camino de vuelta a Oriente y Artur Mas, ahora sí, después de convocar unas elecciones para «legitimar» su apuesta por el derecho a decidir, empieza un viaje tan ambicioso como incierto que ha bautizado como la «transición nacional». Tras la firma del pacto de estabilidad parlamentaria, con el que Mas se garantizó la investidura, CiU y ERC, tal y como sale escrito en el acuerdo de legislatura, se reunirán hoy. La comisión de Coordinación Parlamentaria, que presiden los líderes de los grupos parlamentarios de CiU y ERC, Oriol Pujol y Marta Rovira, y que se verá con carácter semanal, preparará la declaración de soberanía del pueblo catalán que fija el compromiso firme con el derecho a decidir.
La intención es tenerla lista para el primer Pleno que se celebrará la semana que viene, así como incorporar a ICV, la CUP y el PSC. Será el primero de centenares de pasos para tener lista de aquí a fin de año la arquitectura jurídica e institucional de la consulta.
Paralelamente, el conseller de la Presidencia, Francesc Homs, empezará también hoy el «casting» para elegir a los miembros del Consejo Catalán de la Transición Nacional, el órgano consultivo que asesorará a Mas para convocar la consulta, integrado por partidos, entidades sociales y empresarios que compartan la sensibilidad soberanista.
En un ambiente enrarecido por la tensión derivada del proceso soberanista, Mas coincidirá con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la inauguración del tramo del AVE que va de Barcelona hasta la frontera francesa. Mas caldeó el encuentro al inaugurar, el pasado viernes, la autovía del Eix Transversal con un alegato soberanista.
Los focos están puestos en el debate identitario, pero al margen de negociar la consulta, más importante para la Generalitat es llegar a un acuerdo con el Gobierno para que el objetivo de déficit pase del 0,7 al 1,5 por ciento, como ha pedido Andreu Mas-Colell. De un objetivo a otro van 1.600 millones, más del doble de la contribución de las universidades catalanas. El conseller de Economía, en un artículo en «La Vanguardia», denunció ayer que el objetivo del 0,7 por ciento es «intelectualmente débil, políticamente miope y moralmente obtuso», porque es demasiado restrictivo y sólo puede agravar la recesión y porque la distribución razonable del déficit impuesto por Europa, del 4,5 por ciento, tendría que ser del 1,5 por ciento para las autonomías y del 3 por ciento para el Estado.
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