El desafío independentista

Mas exige a Rajoy celeridad para pactar la consulta soberanista

Envía una carta pidiendo diálogo, que incluye los agravios a Cataluña

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, junto a la joven bloguera pakistaní Malala Yousafzai, durante la entrega del XXV Premio Internacional Cataluña
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, junto a la joven bloguera pakistaní Malala Yousafzai, durante la entrega del XXV Premio Internacional Cataluñalarazon

Un nuevo paso para vestir de razones el proceso soberanista. Artur Mas envió ayer por la tarde al palacio de la Moncloa una carta solicitando al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, un acuerdo para poder convocar una consulta soberanista en Cataluña «en el plazo más breve posible». A lo largo de dos folios escritos en castellano, el presidente de la Generalitat insta al jefe del Ejecutivo a iniciar formalmente el «diálogo» y la «negociación» para celebrar una consulta «pactada».

El propio Mas avanzó por la mañana que era cuestión de horas enviar la misiva a la Moncloa. En la práctica, se trata de una iniciativa a la que le ha obligado ERC puesto que el president consideraba que ya le había trasladado a Rajoy su intención de convocar una consulta, tal y como reconoce en la misma carta («en nuestro último encuentro le planteé la necesidad de una respuesta política a la demanda de democracia del pueblo de Cataluña. Hoy se lo reitero por escrito, con el mismo espíritu de diálogo y negociación del último encuentro».

Mas resume su argumentario y exige a Rajoy que mueva ficha. «De la misma manera que otros países –también de la UE– encuentran vías para solucionar democráticamente este tipo de retos y realidades, España no debería ser una excepción en sentido contrario», concluye la carta, en la que solicita celeridad para encontrar los «marcos legales» que permitan la consulta al «pueblo catalán». Si bien reconoce que el Gobierno es contrario a la convocatoria, apuesta por mostrar una serie de agravios a los que se ha sometido Cataluña, como el tijeretazo al Estatut en la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) y la negativa de Rajoy a un modelo de financiación similar al concierto vasco que le planteó en una única reunión.

La misiva es un paso más del guión escrito con ERC que hizo posible la investidura de Mas, como también lo son la declaración de soberanía actualmente suspendida mientras el TC dirime el recurso del Gobierno; la constitución del pacto nacional por el derecho a decidir; o las recomendaciones del consejo asesor para la transición nacional, organismo asesor que encabeza el ex vicepresidente del TC Carles Viver Pi-Sunyer, y que le recomienda llegar a un pacto con el Gobierno si no quiere acabar inhabilitado o en prisión si fuera hallado culpable de un delito contra la Constitución o de prevaricación.

El Gobierno, con las leyes

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, restó trascendencia a la carta, que leerán y analizarán cuando llegue a Moncloa. Recordó que el Ejecutivo «cumple y hace cumplir las leyes» y añadió que el consejo asesor para la transición nacional no forma parte de las instituciones del sistema constitucional y «está muy claro» quién «dictamina la constitucionalidad de las leyes y procedimientos».

El ortavoz del Govern, Francesc Homs, exigió una «respuesta de Estado» y «en mayúsculas».