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«Mas no quiere caerse solo, quiere que nos caigamos todos»

La Razón
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La pasada semana, el primer secretario de los socialistas catalanes Pere Navarro, dejó la puerta entreabierta para explorar un pacto con Artur Mas. Incluso accedía a retirar su condición estrella: que Mas no presidiera un posible gobierno de concentración nacional. Sólo ponía dos condiciones: revisar la agenda social para evitar el deterioro del Estado del Bienestar y revisar la agenda nacional, aparcando el eterno debate identitario –léase la consulta– para abrir negociaciones con el Gobierno de Rajoy sobre el nuevo modelo de financiación.

Sin embargo, los resultados de las encuestas han precipitado los acontecimientos. Ni Mas ni CiU han realizado ningún contacto con el PSC. «Nadie nos ha llamado para hacernos un planteamiento serio. Lo que está claro es que las propuestas de acuerdos se hacen poco a poco. Tendiendo puentes, hablando... Nunca desde ruedas de prensa». Ésta es la sensación que reina en los socialistas después de la rueda de prensa de Mas en la que presentó su Plan de Gobierno 2013-2016. «No sabía qué hacer. Y como no sabía por dónde salir, ha presentado un plan que no dice nada nuevo. Ha sido su respuesta a las encuestas. Una mala respuesta, por cierto», apunta un dirigente socialista.

Otro dirigente consultado por este diario afirma que «no sólo no es posible un acuerdo, sino que el presidente Mas no entiende nada». Y añade con contundencia: «Ha vendido humo porque no quiere caerse solo, quiere que nos caigamos todos». En la sede de la calle Nicaragua, la palabra más oída en la tarde de ayer es «inviable» refiriéndose al acuerdo que Mas planteaba pidiendo la entrada en la Generalitat de socialistas y republicanos. «Cómo puede pretender un acuerdo con nosotros si canceló la cumbre social. No tiene ningún interés en hacer un replanteamiento de los recortes». En este sentido, un miembro de la ejecutiva añadía: «Quiere un cheque en blanco para evitar su caída. Es imposible que cuente con nuestro apoyo porque no sabemos cuál es su plan». «Sin una idea clara en políticas sociales, que no cuente con nosotros», apuntaba otro miembro de la ejecutiva del PSC mientras recordaba que Pere Navarro dijo «que en caso de acuerdo con CiU, éste se sometería a un referéndum entre la militancia. Imagínate el resultado. El «no» sería contundente si no se cambian las políticas. Tal y como lo ha planteado Mas, se ha cerrado las puertas. Cualquier acuerdo, hoy por hoy, es imposible».

Artur Mas también ha enfríado todas las expectativas entre los socialistas al dejar en el aire una revisión de su agenda nacional. «Ha lanzado el mensaje de que se agotará la legislatura y ha zanjado el debate sobre su sucesión interna. Incluso plantea interrogantes sobre la supuesta consulta, pero «insiste en el error, sigue hablando de la transición nacional. Sigue preso de Esquerra. Ése es su camino, no es el nuestro», apunta un miembro de la dirección socialista. «Hoy mismo, ERC ha vuelto a evidenciar que quiere seguir apretando a Mas con el tema soberanista. Exige que solicite a Rajoy la celebración de la consulta. Quieren cargarse de razones yendo a un callejón sin salida. Mas, después de lo de hoy, ha demostrado que está intentando salir del atolladero, pero no sabe cómo. Lo que está claro es que así seguirá profundizando en su error», añade.

Nadie en la calle Nicaragua quiere cerrar todas las puertas al ofrecimiento de Mas, pero el ambiente no es receptivo a la propuesta del presidente catalán. De hecho, después de su comparecencia, las escasas posibilidades de acuerdo se han disipado. Mas ha defraudado a un PSC que lo ve «ahogándose en la charca que él ha creado».