Congreso

Más presión a Sánchez: Esquerra exige negociar ya el referéndum para apoyar leyes y presupuestos

Los republicanos exigen abrir una segunda fase de negociación con la votación sobre la independencia encima de la mesa

Comienzo de año sin respiro para Pedro Sánchez. Además del golpe dado por Junts en las últimas 48 horas, asegurando que va a votar en contra de tres importantes decretos, Esquerra ha querido meter también presión y pide negociar ya el referéndum de independencia para poder dar su apoyo a leyes y presupuestos del Gobierno. Aunque los republicanos han evitado adoptar una posición de máximos, como ha hecho Junts, sí quieren apretar para que el PSOE cumpla con lo acordado de inmediato y señalan que se debe de abrir la segunda fase de la mesa de diálogo pactada para la investidura, que incluye la negociación de un referéndum y exigen al Gobierno que cumpla.

Lo cierto es que, por ahora, Esquerra evita apretar más de la cuenta y, de hecho, su portavoz Raquel Sans, en una entrevista en "Efe", asegura que "no hay motivos para desconfiar del PSOE" porque considera que está dando pasos adelante en la amnistía, en los "avances" hacia el referéndum y el traspaso de Rodalies. Esto significa, por tanto, que ERC parece que apoyará los tres decretos que Junts rechaza.

Junts ha dado un golpe encima de la mesa al asegurar que va a votar en contra de los tres decretos que se votan el próximo miércoles en un Pleno en el Congreso: dos de esos decretos llevan medidas exigidas por la Unión Europea para hacer el cuarto desembolso de los fondos europeos correspondiente al segundo semestre de 2023, mientras que el otro decreto incluye la prórroga de medidas anticrisis. Los posconvergentes rechazan votar a favor porque, en uno de esos decretos, hay una modificación de la Ley de Enjuiciamiento Civil que puede poner en riesgo la aplicación de la amnistía.

En este sentido, los republicanos deben hacer equilibrios porque van a tener que verse entre arrastrados por el tono maximalista de Junts en la competencia que mantienen por la hegemonía del independentismo y la responsabilidad que exige también estar presidiendo la Generalitat y necesitar del apoyo del PSC para agotar la legislatura en Cataluña aprobando unos presupuestos en 2024. En todo caso, por mucho equilibrio que trate de hacer ERC, va a vivir muy influido por los posicionamientos de Junts y eso, al final, va a tener también impacto sobre la estabilidad parlamentaria del Gobierno: ahora exigen el referéndum y la presión ira "in crescendo", conscientes de que también necesitan llegar a las elecciones catalanas de febrero de 2025 con algo que presentar ante su electorado.

Los republicanos son claros y apuestan por el referéndum, rechazando las propuestas que ha hecho el PSC para abordar en la mesa de diálogo: no quieren ni una reforma del Estado ni un Consorcio Tributario catalán porque eso son "pantallas pasadas" y "medias tintas". El partido de Pere Aragonès y Oriol Junqueras quiere negociar única y exclusivamente un referéndum. Y el Gobierno, en la posición de máxima debilidad que ha quedado por el "no" de Junts a los decretos con tan solo mes y medio de vida, puede verse más forzado que nunca a ceder si pretende resistir cuatro años.

"Lo que entendemos es que si el PSOE quiere gobernar en el Estado, ha de cumplir los pactos con ERC", ha respondido Sans, quien ha exigido la negociación del referéndum, pero también ha recordado otros acuerdos que tiene que cumplir el Gobierno, como la mejora en la financiación de Cataluña que ponga fin al "déficit fiscal de 22.000 millones de euros" y que permita un sistema "digno y justo", aunque en ningún caso "insolidario", según ha expuesto. "Nadie dice que no tenga que haber una cuota de solidaridad, pero que sea justa", ha matizado la portavoz.

Sánchez se reunió con Aragonès en diciembre y ahora está previsto una nueva reunión con verificador internacional, igual que ocurre entre PSOE y Junts. Si bien, la figura de ese mediador entre socialistas y republicanos no se ha desvelado, aunque lo que sí parece que ocurrirá es que la secretaria general de ERC Marta Rovira, fugada de la Justicia, también estará "implicada" en esos encuentros, igual que lo ha hecho Carles Puigdemont.