El desafío independentista
Mas quería montar el CNI catalán con la ayuda del Mossad
La creación de estructuras de estado en Cataluña no tiene límites. Comprende desde una hacienda propia al despliegue de un aparato diplomático. Incluso la puesta en marcha de unos ambiciosos servicios de espionaje. Según un informe difundido ayer por PP y Ciutadans, la Generalitat planeó hace unos dos años crear un centro especializado en ciberseguridad (Cesicat) con el fin de rastrear amenazas en materia de información.
Entre los pasos planificados por la Generalitat figura uno particularmente llamativo y es «entrar en contacto con los servicios de inteligencia de Israel (el Mossad) para conocer la organización de su agencia de ciberseguridad». «La Ertzaintza tiene buenos contactos con empresas y el mundo gubernamental israelí», añade el informe, en el que también se sugiere colaborar con el Massachussets Advanced Ciber Security. El informe consta de 39 páginas y lleva el membrete del Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información, un organismo dirigido por Carles Flamerich, alto cargo de CiU. El documento incluye la concepción estratégica del Cesicat, su despliegue táctico y una estimación económica. La previsión presupuestaria se divide en «año 1» (9 millones de euros), «año 3» (9,6 ) y «año 5» (11,3).
El citado informe, que lleva por título «Agencia Nacional de Seguridad», salió a la luz en el Parlament durante la sesión de control al presidente de la Generalitat , pero Artur Mas negó su existencia. El líder de Ciutadans, Albert Rivera, pidió explicaciones por esta «especie de contraagencia diseñada para obtener información y utilizarla políticamente», pero Mas no sólo desmintió la puesta en marcha de este organismo, sino que sugirió que el documento exhibido por Rivera era un producto creado por los servicios secretos españoles.
«Usted saca aquí documentos sobre cosas que no existen y que no han costado un euro absolutamente a nadie y yo veo que hay otras cosas que sí funcionan y que funcionan a veces haciendo cosas absolutamente no sólo ilegales, sino inmorales», deslizó el presidente de la Generalitat tras recordar veladamente el informe atribuido a la UDEF sobre las cuentas de su familia en Lienchestein.
«Mentiras gordas»
Rivera dio plena credibilidad al documento con el membrete de la Generalitat y pidió dimisiones por las «mentiras gordas» de Mas. El PP, que también disponía del informe, salió de inmediato a los pasillos del Parlament para anunciar su intención de llevar el asunto a la Fiscalía. La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, preguntó quién lo encargó, qué departamento y qué conseller. «Si Mas no tiene ninguna información sobre quién ha pedido este informe es porque o bien no controla su gobierno o bien está engañando de una manera rotunda y evidente a todos los catalanes», afirmó.
El Cesicat apareció hace pocas semanas en el mapa después de que «Anonymous» filtrara las actividades de esta fundación del sector público de la administración de la Generalitat que, fundamentalmente, se ha dedicado a realizar informes sobre activistas de las redes sociales, incluso de periodistas y fotoperiodistas.
A raíz de estas filtraciones, los diputados del PSC Ferran Pedret y Xavier Sabaté entregaron recientemente un escrito en el que piden a la Fiscalía que investigue las actividades del Cesicat y los encargos que supuestamente recibió de la conselleria de Interior.
En realidad, el Cesicat figura en el informe como un organismo adscrito al Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información, que, a su vez, depende de la conselleria de Empresa y Empleo, ahora dirigida por Felip Puig. El modelo de gobierno prevé la participación en la Autoridad Nacional de la Seguridad del conseller de la Presidencia (Francesc Homs), del titular de Interior (Ramon Espadaler), del director general de los Mossos (Manel Prat) y del secretario general de la Presidencia (Jordi Vilajoana).
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