Palacio Real

Más ritmo, menos reverencias

El presidente del Grupo Planeta y Atresmedia, José Creuheras, saluda, precedido por su mujer, Columna Martí, a los Reyes Don Felipe y Doña Letizia en el Palacio Real
El presidente del Grupo Planeta y Atresmedia, José Creuheras, saluda, precedido por su mujer, Columna Martí, a los Reyes Don Felipe y Doña Letizia en el Palacio Reallarazon

La marcha del tradicional saludo o besamanos con el que discurre la recepción del 12 de octubre en el Palacio Real ha cambiado de ritmo. A la lentitud con la que se movía en años anteriores la larga fila de invitados por los distintos salones del recinto –que fue residencia real durante siglos– le ha sustituido un paso ligero que ha acortado sensiblemente el tiempo de espera hasta llegar al Salón del Trono y saludar a los Reyes Felipe y Letizia.

Es como si la marcialidad con la que habían desfilado los distintos contingentes militares que habían participado en el desfile previo se hubiera trasladado al interior del palacio para dar un poco más de marcha al saludo ritual al Jefe del Estado y su cónyuge en la celebración del día de la Fiesta Nacional.

Una de las pocas personas que se atrevió a interrumpir ese ritmo, pero sin pasarse, fue la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, quien intercambió dos o tres frases con la Reina Letizia y volvió a estrechar su mano antes de proseguir el besamanos. Un saludo, por cierto, en el que cada vez se ven menos personas haciendo la tradicional reverencia que el protocolo aconsejaba con los reyes anteriores y que está cayendo en desuso a ritmo muy rápido. Quizá por lo forzado de la postura que requiere ese tipo de saludo, o quizá porque cada vez hay menos adeptos a hacer esa genuflexión que muchos consideran un signo de servilismo y no de respeto como se estimaba en tiempos pasados.

Lo que sí que fue una evidencia en la recepción de ayer fue la amplia renovación de la lista de invitados, las numerosas caras nuevas que desfilaron ante los Reyes, fruto del cambio de resultados de las pasadas elecciones municipales y autonómicas. Algo que aumentará presumiblemente después de las próximas elecciones generales.