Hamburgo

Miñanco: tres alijos de 4 toneladas de cocaína

La juez envía a prisión al capo gallego por delitos de tráfico de drogas, blanqueo y organización criminal.

Sito Miñanco en una detención anterior a la del pasado lunes
Sito Miñanco en una detención anterior a la del pasado luneslarazon

La juez envía a prisión al capo gallego por delitos de tráfico de drogas, blanqueo y organización criminal.

La Unidad de Drogas y Crimen Organizado Central (Udyco) de la Policía vincula al narcotraficante gallego José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, con tres incautaciones que suman más de cuatro toneladas de droga, la mayor parte de cocaína (4.416 kilogramos). La juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ordenó ayer el ingreso en prisión del histórico narco y de una veintena de supuestos integrantes de su banda detenidos el pasado lunes en Madrid, Galicia y Málaga en el marco de la «operación Mito», entre ellos David Pérez Lago, hijastro de Laureano Oubiña, otro de los capos del narcotráfico gallego. A todos les imputa delitos contra la salud pública, blanqueo y pertenencia a organización criminal. Otros nueve detenidos quedaron en libertad con medidas cautelares.

La investigación apunta a que la organización, liderada por Sito Miñanco, contaba con un astillero, «O Facho», para fabricar las embarcaciones encargadas de trasladar la droga desde barcos nodriza situados en alta mar e incluso contrataba a especialistas en telecomunicaciones para garantizar la seguridad de sus conversaciones (incluso en las narcolanchas), para lo que se valían de sistemas de encriptación. Con ese mismo objetivo, utilizaban alias para referirse a cada miembro de la banda.

Según fuentes jurídicas, el administrador del astillero no ha sido imputado y el encargado de los mismos quedó en libertad con medidas cautelares.

Las tres operaciones que la Policía vincula a los detenidos son la aprehensión de 78 kilos de marihuana en Madrid con destino a Hamburgo (Alemania), la incautación de 3.800 kg. de cocaína (de los que 700 habrían ido a parar a manos de la banda de Sito Miñanco) en el mercante «Thoran», de tripulación turca, abordado en alta mar el 1 de octubre del pasado año, y 616 kilogramos de cocaína interceptados en Holanda.

La Policía sostiene que el dinero producto del narcotráfico se blanqueó presuntamente a través de facturas falsas, créditos fantasma de familiares y a través de concesionarios de coches (ventas ficticias a través de testaferros) y de la compra de una vivienda en Collado Villalba (Madrid).

La organización, según los investigadores, estaba «debidamente estructurada» y se dedicaba fundamentalmente al «transporte, importación y distribución de sustancias estupefacientes», sobre todo cocaína. Su logística incluía inmuebles, vehículos y los citados astilleros, donde se construían las embarcaciones que trasladaban la droga desde alta mar a un lugar próximo a la costa, donde se trasvasaba a barcas pesqueras que no llamaran la atención para descargarla «sin levantar sospechas». Asimismo, la banda se encargaría también de la venta y distribución de la partida introducida.

Para el éxito de las operaciones resultaba primordial, según la Udyco, controlar la actuación policial para evitar que sus planeadoras fuesen interceptadas en la Ría de Villagarcía de Arosa y sus proximidades, que los narcotraficantes utilizaban como vía de salida de los astilleros «O Facho» y para introducir los alijos. Una de sus prioridades era la vigilancia del helicóptero de Aduanas para controlar sus patrullas rutinarias.

Repartidas por toda la costa, la organización contaría con una red de personas que distribuía la droga y controlaba la posible presencia policial. Incluso tenía supuestamente «contactos» con miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado sin identificar «que facilitarían información ante posibles actuaciones sobre su persona u organización». Sin embargo, recordaron fuentes jurídicas, a día de hoy no hay ningún agente imputado en la causa.