"Sin lógica procesal"

Moncloa sugiere injerencia política del juez en campaña

Fuentes gubernamentales dicen sentir "extrañeza" y "estupor" por la decisión: "No esperábamos que fuera a llegar tan lejos"

"Extrañeza". Esta es la reacción pública que manifiestan desde el Gobierno ante la decisión del juez Juan Carlos Peinado de llamar a declarar como investigada a la mujer del presidente del Gobierno en plena campaña electoral. "Genera extrañeza la casualidad de conocer esta información precisamente esta semana y a través de los medios de comunicación", ha señalado la portavoz del Ejecutivo.

Pilar Alegría ha aprovechado el altavoz que le otorga la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros para defender públicamente a Begoña Gómez. En este sentido, también ha apuntado que existe "tranquilidad", porque "aquí no hay nada, nada de nada, como dijo el informe de la Guardia Civil". Tras esta defensa, la portavoz ha cargado duramente contra la "vergonzosa oposición que tiene nuestro país", acusándola de promover "una campaña de fango de la derecha y la ultraderecha, de PP y Vox, de Feijóo y Abascal y de organizaciones de ultraderecha como Hazte Oír y Manos Limpias".

En público, desde el Ejecutivo no han querido lanzar ninguna carga de profundidad contra el juez que investiga la causa, señalando que "este Gobierno conoce la separación de poderes, la respetamos y respetamos a la Justicia" para inmediatamente apuntar que "esta denuncia está basada en mentiras y bulos de tabloides digitales y el informe de la UCO dijo que no había nada de nada".

Ya en privado, fuentes gubernamentales reconocen que ha causado "estupor" la decisión. "No esperábamos que fuera a llegar tan lejos", señalan desde el Gabinete, donde recuerdan que habitualmente los instructores suelen dejar las causas en "stand by" durante las campañas electorales, por lo que ven una clara intención de interferir en la contienda de las europeas. "Es bastante obvio", resuelven las citadas fuentes, para apuntar inmediatamente: "Se utiliza en campaña para ayudar a una determinada opción política".

Entienden en el Ejecutivo que la manera de proceder del magistrado "no tiene ninguna lógica procesal", porque lo habitual habría sido llamarla a declarar en un primer momento -con la admisión a trámite- o esperar ya finalizar la documental y las testificales para apreciar indicios de delito. En el Ejecutivo no quieren hablar de prevaricación, porque eso supondría dictar una resolución a sabiendas de que es injusta y es una cuestión muy "vidriosa", pero sí deslizan que podría haber "mala fe".

De escándalo a activo electoral

"Es tan burdo que se les puede volver en contra". Este es el argumento que utilizan en el entorno de Sánchez para defender que el recorrido judicial que está viviendo la mujer del presidente puede acabar movilizando a sus votantes. "Cuanto más se sobreactúa, más se puede activar nuestro electorado", señalan fuentes socialistas. Sin embargo, esta polémica desvía el foco de la cuestión en la que quería hacer hincapié hoy el Gobierno y en la que ha acabado incidiendo, pese a que no se le ha preguntado por ello en la comparecencia: una eventual moción de censura del PP apoyada por Junts.

En un giro discursivo, que vuelve desafiar la imparcialidad del Gobierno desde el Consejo de Ministros en campaña electoral, Alegría ha asegurado que "la solicitud del Sr. Feijóo de llevar a cabo una moción de censura con Puigdemont es una contorsión que ni Nadia Comaneci", ha señalado, para calificar al líder del PP como "un político que está desesperado", "incapaz de presentar un proyecto" y "desacreditado ante la ciudadanía". "Cada vez está más descartado por quienes mueven los hilos de este país", ha sentenciado.