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Rajoy, ante «Gürtel»: «Lo importante es cuidar la imagen»

El presidente del Gobierno está «tranquilo» ante su declaración como testigo del miércoles en el juicio del «caso Gürtel». Su disposición es la de colaborar con la Justicia como cualquier ciudadano, «como un testigo más»

El presidente del Ejecutivo, a su llegada al Congreso, en una imagen de archivo
El presidente del Ejecutivo, a su llegada al Congreso, en una imagen de archivolarazon

El presidente del Gobierno está «tranquilo» ante su declaración como testigo del miércoles en el juicio del «caso Gürtel». Su disposición es la de colaborar con la Justicia como cualquier ciudadano, «como un testigo más».

Esta semana estará marcada por la cita del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para declarar como testigo en el juicio por la primera época del «caso Gürtel». Rajoy ha preparado su comparecencia con los abogados del partido y, desde el punto de vista político, el objetivo que se han marcado es dar una imagen de «normalidad» y de que «no hay nada que esconder», dentro de la excepcionalidad que tiene, en todo caso, la situación a la que se enfrentará el jefe del Ejecutivo el próximo miércoles.

En los planes con los que han trabajado hasta ahora está previsto que el presidente entre caminando a la sede del juicio para escenificar esa apuesta por la «normalidad». La seguridad es el factor que también se está valorando, puntualizan en Moncloa, pero la Audiencia ya ha activado un dispositivo especial de seguridad para aumentar el perímetro y tenerlo todo controlado. Contestará a todas las preguntas que se le formulen, «vengan de donde vengan» (como testigo está obligado a ello y a decir la verdad), aclaran fuentes de su entorno. Si desde el punto de vista jurídico la estrategia de defensa no se distanciará de la que han sostenido los ex secretarios generales del PP y otros miembros de la dirección del partido que también han tenido que declarar en la misma causa, la clave está, sobre todo, en la repercusión política de lo que ocurra. A la cúpula popular no le preocupan, según sostienen, las consecuencias penales de la declaración del presidente del Gobierno porque «su línea argumental no se distanciará de lo que ha dicho hasta ahora» y de lo que ha sido la argumentación de otros altos cargos del partido, es decir, de la tesis de que eran los tesoreros los que llevaban todo el control de las cuentas del partido.

«Lo que importa es cuidar la foto. La estética. Rajoy cumplirá con su obligación de colaborar con la Justicia, pero no tiene nada que añadir a lo que ya ha dicho en reiteradas ocasiones», aseguran las fuentes consultadas. El presidente no se sentará frente al tribunal, sino en estrados, con lo que evitará la fotografía que le relacionaría directamente con los principales acusados de la trama, entre ellos Francisco Correa, presunto cabecilla, y Luis Bárcenas, ex tesorero del PP. El tribunal del «caso Gürtel» le citó en su condición de ciudadano español y no como presidente del Gobierno. Aunque en el auto de citación del 30 de mayo la Sala aclaró que preservará su «imagen institucional».

En su declaración argumentará que él nunca ha sido responsable de las cuentas de su partido y que fue él quien a su llegada al poder dentro del PP tomó la decisión de expulsar de Génova a todos los presuntos implicados y activar una operación que ha llevado a que todos los imputados estén fuera de su organización.

El presidente «está tranquilo», aseguran sus colaboradores, pero a pesar de esta tranquilidad que subrayan en su entorno se ha preparado intensamente en los últimos días todos los escenarios a los que puede que tenga que enfrentarse ante el tribunal. «Como testigo», inciden en la dirección del PP. Rajoy quiere tenerlo todo bien atado, pero a partir de ahí su objetivo es limitar los titulares que puedan derivarse de su declaración. En una estrategia inversa a la primera respuesta que tuvo la dirección del PP cuando se conoció la decisión del tribunal de citarle como testigo, y salió con un duro comunicado contra esta decisión. Ahora en donde ponen el acento es en la disposición a colaborar con la investigación judicial. Moncloa intentó evitar que el presidente tuviera que desplazarse hasta la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid), que es donde se está celebrando el juicio, bajo la petición de acogerse a su derecho a hacerlo mediante videoconferencia. Rechazada esta demanda, «ajustada a Derecho», el miércoles Rajoy irá «como un testigo más», sentencian las fuentes consultadas. Pasado este trago, cerrará el curso en Moncloa con la tradicional comparecencia con la que se despide cada año antes de iniciar sus vacaciones estivales. Este agosto bajo la expectativa de cuándo mueve ficha la Generalitat y obliga a activar la respuesta del Estado frente al desafío independentista.

En manos del tribunal

El del miércoles es, sin duda, uno de los momentos políticos más incómodos a los que se ha enfrentado Rajoy en su larga carrera política. En su declaración como testigo del juicio de la primera época de la «trama Gürtel» será interrogado, más que posiblemente, por la presunta financiación irregular de su partido. Es el presidente del tribunal el que tiene que determinar qué preguntas son o no pertinentes. En la cúpula popular se inclinaron siempre por descartar que este escenario llegara a producirse en tanto que la Asociación de Abogados Demócratas de Europa (Adade), que el PP señala como vinculada al PSOE, reclamó en solitario la petición de que fuese citado a declarar. En peticiones anteriores, en enero de 2015 y octubre de 2016, el tribunal rechazó el testimonio del presidente del Gobierno.

En cualquier caso, la cúpula popular traslada que con esta declaración se abrirá una nueva etapa en la que confían en que se rebaje la presión por los casos de corrupción que han afectado al PP. Cada vez que la corrupción marca con más intensidad la agenda política, el PP sigue constatando que pierde apoyos en los sondeos electorales. En el nuevo curso político continuará abierta, además, la comisión de investigación sobre la financiación del PP.