Tensión

Moncloa ve a Sumar en una «sobreactuación» electoral

En el Gobierno avisan de que el choque entre ambos da «cero beneficio» en las urnas. Díaz seguirá marcando perfil ante el aplauso general de sus socios, que pedían confrontar con Sánchez

Yolanda Díaz acusa al PSOE de "falta de lealtad" y exige un debate en el Congreso sobre el envío de armas a Ucra
Yolanda Díaz acusa al PSOE de "falta de lealtad" y exige un debate en el Congreso sobre el envío de armas a UcraEuropa Press

Hace apenas dos semanas PSOE y Sumar se sentaban en la primera reunión de la comisión de seguimiento de la coalición. Seis meses después de reeditar el pacto de Gobierno, los socios se citaban cara a cara para tratar de engrasar la unidad de acción de cara a una legislatura sumida en un coma legislativo por estar trufada de procesos electorales. El resultado de la cita fueron buenas intenciones, un diagnóstico común –«la coalición goza de buena salud»– y el compromiso de trabajar en futuras reformas de regeneración democrática, tras el periodo de reflexión de Pedro Sánchez. Pero lejos de exhibir cierta sincronía, las distorsiones se multiplican y la retórica va en aumento. De hecho, la vicepresidenta segunda acusó ayer a Pedro Sánchez de «falta de lealtad» por no haber consensuado la decisión de destinar 1.000 millones de euros en ayuda militar a Ucrania.

En la parte socialista del Gobierno siempre mantuvieron que Sumar se desenvolvía de otro modo, que la actitud de Yolanda Díaz era más proclive al pacto y que la convivencia interna había mejorado desde que Podemos había salido del Consejo de Ministros. Sin embargo, los continuos varapalos electorales que está sufriendo el socio minoritario de la coalición le obligan a marcar perfil y hay fuentes gubernamentales que recelan de que busquen adoptar un tono más beligerante en el futuro, aireando las discrepancias en público, para revolverse contra la campaña de «voto útil» por la izquierda que está lanzando Sánchez. Otras fuentes, sin embargo, pese a no ocultar el malestar por los últimos choques, lo encuadran todo en la «sobreactuación electoral». «Están en campaña», despachan. Asumen, por tanto, que Sumar juega su propia batalla en estas europeas, en un pulso con los morados e Irene Montero a la cabeza, que les obliga a desmarcarse del PSOE y exhibir un posicionamiento más disruptivo.

«Ellos sabrán si no asumen las decisiones del Consejo de Ministros», señalan en Moncloa sobre la discrepancia del acuerdo de seguridad con Zelenski o la reforma de la Ley del Suelo que descartaron apoyar la semana pasada en el Congreso. Dos decisiones que se adoptaron en el seno del Gabinete y a las que, pese a presentar observaciones, Sumar no se opuso, según confirman las citadas fuentes. Algo que desmienten en Sumar donde inciden en que presentaron objeciones en Consejo de Ministros en hasta dos ocasiones al posicionarse en contra del acuerdo de 1.100 millones para armamento para Ucrania. En Sumar, además, critican que Sánchez podía haber informado en su macrocomparecencia de la pasada semana en el Congreso sobre el acuerdo militar a sus socios, pero creen que Sánchez prefirió hacer el anuncio coincidiendo con la visita del presidente ucraniano para ganar tantos.

Más allá de estos apuntes, los socialistas se muestran prudentes en la crítica a sus socios. «Nosotros no equivocamos el adversario», señalan, refiriéndose a que su rival a batir el próximo 9 de junio es «la derecha y la ultraderecha». «No nos vamos a enredar en estas cuestiones que tienen cero beneficio electoral», apuntan, explicando que este tipo de disputas acaba por desmovilizar al electorado progresista. En todo caso, consideran que, una vez que se supere el horizonte electoral, volverán a operar con normalidad y lealtad dentro de la coalición, porque las últimas divergencias tienen un marcado acento de campaña. En público, el PSOE sí quiso expresar su enfado con sus socios, y el portavoz Patxi López, afeó las formas a la líder de Sumar por expresar en los medios sus discrepancias. Dudó de que así se «engrasase» las relaciones de la coalición.

En Sumar, sin embargo, lejos de replegar posiciones tras las advertencias de los socialistas, siguen transitando el camino de marcar perfil en Moncloa al PSOE, según confirman fuentes del grupo parlamentario. Y es que, este nuevo giro de Díaz de ahondar en la confrontación está siendo seguido de cerca por parte de los aliados de la vicepresidenta en el Congreso. Precisamente formaciones como Compromís o Más Madrid pedían a la líder de Sumar más dureza contra el PSOE y, según explican fuentes parlamentarias, se está cumpliendo, lo cual, a su vez, da a Díaz aliento en medio de su declive electoral. Además, de cara al futuro de la legislatura y próximas leyes que la parte socialista quiera traer al Congreso que no se encuentren dentro del acuerdo de Gobierno firmado entre Sánchez y Díaz, los socialistas deberán negociar con Sumar sus votos, según explican en el equipo de la vicepresidenta. Es decir, el socio minoritario deja en el aire su apoyo a Sánchez en un momento de máxima debilidad parlamentaria.