Defensa

La US Navy "tutelará" el buen funcionamiento de los submarinos españoles de la clase S-80 durante su ciclo de vida

El Consejo de Ministros aprobó ayer gastar 8,2 millones para que la Armada estadounidense preste asistencia técnica a la española para el "sostenimiento" de los sumergibles de Navantia.

MURCIA.-El submarino S-81 'Isaac Peral' realiza "con éxito" su primera inmersión estática
MURCIA.-El submarino S-81 'Isaac Peral' realiza "con éxito" su primera inmersión estáticaEuropa Press

El Consejo de Ministros dio luz verde ayer a destinar una partida de 8,2 millones de euros para que la US Navy, la Armada estadounidense, tutele, una vez vayan entrando en servicio, los submarinos de la clase S-80, cuya primera unidad, el S-81 ‘Isaac Peral’, está actualmente en fase de pruebas y está previsto entregar a la Armada española el próximo mes de noviembre.

Según el Gobierno, "esta asistencia dará continuidad a la llevada a cabo por la US Navy durante el programa de obtención y que tan fructíferos resultados ha dado para el éxito final del programa y la puesta en servicio de los submarinos S-80", recoge el texto aprobado ayer. .

Esta asistencia técnica, que se realizará a través de la Oficina Técnica de Apoyo al Ciclo de Vida (OTACV), "será de gran ayuda para la Armada" a la hora de lograr una eficiente gestión del sostenimiento de los submarinos, además de asistir a la toma de decisiones relacionada con el ciclo de vida útil de los submarinos S-80: "apoyo relativo, estudios o análisis técnicos y de seguridad, apoyo programático a la sostenibilidad del submarino, resolución de temas durante la vida en servicio referentes a la antigüedad u obsolescencia de equipos, modernización, asesoría en planificación del mantenimiento, entre otros".

La puesta en marcha de la OTACV como oficina conjunta entre la Armada y Navantia, elemento fundamental para el desarrollo de las actividades a realizar dentro del Ciclo de Vida de los submarinos S-80, permite el flujo de la información entre Defensa y la empresa española está inspirada en el concepto de 'Planning Yard' de la USN, y fue recomendada su implantación para el sostenimiento de los nuevos sumergibles españoles.

Para este propósito, el Consejo de Ministros ha aprobado un acuerdo por el que se incrementa el número de anualidades establecidos en el artículo 47 de la Ley General Presupuestaria, para adquirir compromisos de gasto con cargo a ejercicios futuros, a fin de posibilitar al Ministerio de Defensa atender necesidades relativas a la asistencia técnica a la OTACV.

Por anualidades, está previsto destinar 96.109 euros, 265.801 euros en 2024, 677.853 euros en 2025, 1.294.189 euros en 2026, 1.982.489 euros en 2027, 2.114.809 euros en 2028, 1.367.313 euros en 2029 y 415.533 euros en 2030.

La serie S-80 Plus es una nueva generación de submarinos convencionales oceánicos, con diseño y construcción completamente españoles. A diferencia de las Armadas que cuentan con submarinos nucleares, los S-80 Plus han apostado por la propulsión independiente del aire (AIP).

Cuando se tomó la decisión de poner en marcha el proyecto de construcción de los submarinos de la clase S-80, Navantia asumía por primera vez en su historia el rol de autoridad técnica de diseño en submarinos, pasando de construir en España con diseño extranjero a construir en España con diseño propio, aunque ya se trabajó con el asesoramiento de la US Navy estadounidense e, incluso, de la NASA.

El constructor naval se embarcó en este programa después del éxito -nacional e internacional- de las fragatas F-100, el portaviones LHD Juan Carlos I y los buques anfibios de la clase Galicia. Es precisamente esta experiencia y reconocido prestigio en buques de superficie la que empujó a la industria nacional a dar un paso más e iniciar un programa para diseñar un submarino, algo mucho más complejo.

Hasta el programa S-80 Plus, cabe recordar, España había desarrollado su fuerza submarina con diseños, tecnología y apoyo técnico extranjero (de Estados Unidos y Francia fundamentalmente). Por ejemplo, tanto la serie S-60 como la S-70 fueron construidas por los astilleros públicos españoles siguiendo un diseño francés de la entonces DCN -hoy Naval Group-.

Para comprender mejor lo difícil que es diseñar y poner en servicio un submarino es frecuente comparar su construcción con el desarrollo de una nave espacial. En ambos casos hay que actuar en un medio totalmente hostil que ataca constantemente a un hermetismo, que bajo ninguna circunstancia puede romperse.

Obviamente, esto supuso todo un desafío para los ingenieros. En el programa S-80, de hecho, ingeniería naval y aeroespacial van de la mano. Una muestra de esta afirmación es que Navantia acabó utilizando manuales de ingeniería de sistema de la NASA durante la etapa de rediseño entre 2013 y 2016, después de detectar los problemas de sobrepeso.

Es importante subrayar que el equipo de ingenieros del astillero español continuó al frente del diseño durante esta fase decisiva, asesorado por la Marina estadounidense y Electric Boat. El programa al final se reestructuró de forma integral y el astillero de Cartagena puso en marcha nuevos procesos y metodología.