Casa Real

El motivo por el que la Reina Letizia preside el besamanos sentada en un taburete

Le fue diagnosticado un neuroma de Morton en junio de 2022

La Reina Letizia ha tenido que sentarse esta noche durante el besamanos en la cena de gala de Ámsterdam. ¿El motivo? El neuroma de Morton que le fue diagnosticado en junio de 2022, que consiste en un engrosamiento del tejido de los nervios del pie que le afecta al pie izquierdo y le provoca unos dolores muy fuertes especialmente cuando se encuentra de pie de manera estática. A ello hay que sumarle la metatarsalgia crónica que Doña Letizia sufre desde hace años.

Desde que fue diagnosticada, Doña Letizia ha decidido abandonar el uso de tacones altos por prescripción médica y ha optado por usar zapatos cada vez más bajos. No obstante, Doña Letizia no abandona sus compromisos laborales, algunos relacionados con la difusión de la moda, y muchas prendas necesitan este tipo de calzado alto.

Para la Cena de Gala, la Reina Letizia ha optado por un vestido de color azul cobalto, con cuello caja, manga japonesa y detalle de lazos en la manga de la firma 2nd Skin. Además, lleva la Orden del León Neerlandés. En cuanto a la tiara, la Reina lleva la tiara Rusa, una pieza del estilo que la Emperatriz María Fedorovna de Rusia puso de moda a finales del siglo XIX.

Debut de Amalia de Orange

La otra gran imagen de la cena de gala ha sido el debut de Amalia de Holanda.La primogénita de los reyes Guillermo Alejandro y Máxima de los Países Bajos, Amalia de Orange, ha debutado por primera vez en una cena de gala en el Palacio Real de Ámsterdam. Lo ha hecho durante la cena de gala que esta noche han ofrecido sus padres a Don Felipe y Doña Letizia. La joven, de 20 años, ha posado en la foto oficial junto a los Reyes, además de sus padres, la princesa Beatriz y la princesa Margarita.

Su debut ha despertado una gran expectación. La elección de España para estrenarse en un acto de esta magnitud confirma la estrecha relación entre ambas casas reales. De hecho, Amalia de Orange vistió una banda amarilla y la insignia de la Gran Cruz de Isabel la Católica. El rey Felipe VI aprobó concederle esta condecoración como muestra de su "Real aprecio".