Cataluña

Los precandidatos del PP no harán debates para no «dividir»

Consideran que podrían acabar escenificando una imagen mayor de división del partido.

Pablo Casado estuvo ayer en la Comunidad Valenciana, de donde es la familia de su mujer y participó en una comida e insistió en que se deje libertad de voto.
Pablo Casado estuvo ayer en la Comunidad Valenciana, de donde es la familia de su mujer y participó en una comida e insistió en que se deje libertad de voto.larazon

Consideran que podrían acabar escenificando una imagen mayor de división del partido.

No habrá debates entre los candidatos del PP. Ni antes de que se produzca la votación de los militantes ni previsiblemente tampoco entre las dos listas que superen ese primer filtro y lleguen al Congreso de Madrid para someterse al examen de los compromisarios. Aunque en un primer momento desde la comisión organizadora del cónclave se hicieron guiños a esta idea, la realidad es que no es una opción contemplada ni en Génova ni tampoco en las principales candidaturas.

La razón que esgrimen es que los debates acabarían convirtiéndose en un «plató de confrontación», y agravarían la imagen de división que ya está generando el proceso precongresual.

El PP no es un partido con cultura de primarias, y, de hecho, la dirección popular saliente ha intentado que en este Congreso hubiera una candidatura de integración, pero el paso a un lado del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, derribó este «plan perfecto».

Dentro del PP ven con desconcierto y hasta pánico los codazos que se han empezado a dar los principales favoritos en la batalla sucesoria porque temen que vayan a más y acaben convirtiendo la campaña en un espectáculo de enfrentamiento personal que fracture al partido. Así, aunque algunos candidatos, como el ex ministro José Manuel García Margallo, demanden un debate de proyectos, en Génova creen que las diferencias de programa entre los candidatos sólo pueden ser mínimas en las cuestiones básicas. Y que, al final, el debate sería la excusa para embarrar el terreno como ya ocurrió en las primarias socialistas y el duelo entre Pedro Sánchez y Susana Díaz.

Cada candidato tiene la posibilidad de utilizar los medios del partido, de acuerdo con las sedes regionales, para debatir y presentar su cartel a los militantes, pero en lo que dependa de la dirección no se va a buscar la confrontación directa. Pensar en un careo entre Margallo, María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría provoca escalofríos en el «aparato» del partido. Y más cuando de por sí el duelo de Cospedal y la ex vicepresidente está «muy reñido sin tener que calentarlo más», explican.

Cataluña es sitio de paso obligado para los aspirantes a suceder a Rajoy. Y es uno de los puntos en los que se medirá el alcamce del debate de proyectos que realmente están en discusión en esta campaña. De momento, sólo García-Margallo se ha desmarcado de la posición oficial del PP y ha defendido la reforma constitucional, por ejemplo. Además de discutir abiertamente la gestión del desafío independentista. Mientras en la arena pública los candidatos perfilan sus campañas, en privado avanzan con intensidad los contactos y las negociaciones con los dirigentes provinciales y regionales ante la batalla de los compromisarios.

n segunda vuelta la elección del nuevo líder del partido. En la campaña pesa la incógnita del efecto desestabilizador de las informaciones sobre el expediente académico de Pablo Casado.

Bayo se queda (por ahora) fuera de la sucesión

El expresidente de Nuevas Generaciones del PP valenciano José Luis Bayo se queda por el momento fuera de la carrera hacia el liderazgo del partido, después de que la Comisión Organizadora del Congreso haya apreciado que «no cumple los requisitos» exigidos ya que dentro del número de avales presentado –100 mínimo exigido– algunos no estarían al corriente de pago. El órgano que vela por el correcto funcionamiento del cónclave dio 24 horas a Bayo para que «acredite si ha cumplido o no» con los requisitos por si se hubiera dado algún «error material» de que el ingreso en banco no se haya producido en los términos previstos.