Contra la amnistía

"No en mi nombre" llega para quedarse

Un millón de personas según la organización acuden a Cibeles a protestar contra la amnistía. PP y Vox se suman a las protestas y advierten del «daño irreversible» a España

Manifestación en Cibeles contra la amnistía y contra los acuerdos de Pedro Sánchez para si investidura. © Jesús G. Feria.
Manifestación en Cibeles contra la amnistía y contra los acuerdos de Pedro Sánchez para si investidura.© JesúJesús G. FeriaFotógrafos

«No en mi nombre» llega para quedarse. Nuevo fin de semana de clamor social contra la amnistía y, con aviso al presidente del Gobierno de que esto no es una protesta esporádica, sino que el movimiento de repulsa contra la ley de amnistía seguirá teniendo repercusión y continuará movilizándose.

Casi cien organizaciones civiles convocaron ayer a la ciudadanía en una abarrotadísima plaza de Cibeles, en Madrid, donde, según los organizadores acudieron más de un millón de personas. La delegación de Gobierno cifra, sin embargo, la cifra en alrededor de 170.000.

Dos días después de que saliera adelante la investidura de Pedro Sánchez con 179 votos a favor, gracias al apoyo de los independentistas y nacionalistas, la ciudadanía se ha echado a la calle para protestar contra la cesión de los independentistas para que dieran su «sí» a Pedro Sánchez, la ley de la amnistía que se tramitará por la vía de urgencia en el Congreso de los Diputados para olvidar los delitos procesales de los responsables del referéndum de independencia del 1-O.

La representación política estaba compuesta por representantes del PP y de Vox como Alberto Núñez Feijóo, Isabel Díaz Ayuso, Cuca Gamarra, líderes territoriales, Santiago Abascal,... pero la voz pública la tomó la ciudadanía. La convocatoria estaba encabezada por Foro Libertad y Alternativa, Unión 78, Foro España Cívica, Cataluña Suma, Pie en Pared, S’ha Acabat!, NEOS, Asociación por la Tolerancia, Convivencia Cívica Catalana, De Español a Español por la Constitución, OLE,, Resiste España, Nuevo Espíritu de Ermua y un centenar de organizaciones cívicas.

La manifestación estaba prevista para las 12 de la mañana, pero una hora antes ya había una congregación importante en la madrileña plaza de Cibeles para protestar contra el recién reelegido presidente del Gobierno. Llena de banderas de España, del sindicato Solidaridad, vinculado a Vox, fotos de Miguel Ángel Blanco y de pancartas con mensajes como «Sánchez comprador de votos», «¿En dónde está el interés general?» o «Me gusta la frase», haciendo alusión a la frase que dijo la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, cuando Sánchez habló de Pablo Casado. Los gritos más escuchados fueron los de «no en mi nombre: ni amnistía, ni autodeterminación» o «Sánchez y Puigdemont a prisión», junto a «Sánchez vendepatria traidor».

Los manifestantes se extendieron también por Colón, Atocha, la Puerta de Alcalá y la Gran Vía e incluso decenas de manifestantes llegaron a las puertas del palacio de La Moncloa, donde acabaron cortando la calzada de la A-6, después, se dirigieron a la sede del PSOE.

En la manifestación se leyeron ocho manifiestos distintos. Entre ellos, la voz de la presidenta de S’Ha Acabat!, Julia Calvet, que avisó de que no van a mirar para otro lado ni dar un paso atrás porque estos años no les han «amenazado y partido la cara» para que ahora Sánchez diga que «no ha pasado nada». Apeló a que la juventud siguiese «movilizada» de manera «ejemplar».

El filósofo Fernando Savater vaticinó que la protesta es el «primer paso de una resistencia que tiene que continuar» y apeló a la «desobediencia debida» porque «no son siervos» sino «ciudadanos libres e iguales». Apoyó escoltar al expresidente catalán Carles Puigdemont pero a la cárcel de Alcalá Meco. El escritor Albert Boadella participó por video y lamentó que su vida empezó en una «dictadura militar» y «va camino de acabar en una dictadura progre».

El escritor Félix Ovejero afirmó que «hoy las leyes las escriben los delincuentes» y «el futuro del país lo deciden quienes quieren destruirlo». «El PSOE se ha degradado para siempre, censuró. El escritor Andrés Trapiello denunció que el proyecto de Sánchez es «la mentira» y pronosticó que la «mentirá cuantas veces lo necesite». «Sánchez quiere volvernos locos, quiere que perdamos el juicio». Denunció que «la ambición personal» de Sánchez «no tiene límites».

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo exigió a Pedro Sánchez de que «no levante muros» entre españoles. Volvamos otra vez al sentido común, volvamos a la Constitución, a la división de poderes, al respeto a la independencia judicial», pidió. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso alertó de la «situación límite» a la que está llegando el país por los pactos de Sánchez. «Se están fabricando y creando dos bandos», alertó. Por su parte, Santiago Abascal, pidió a Feijóo una reunión para «coordinar la respuesta institucional» para continuar manifestando la oposición política a la ley de amnistía.