El desafío independentista
«Nos dieron una paliza por poner la bandera española en la carpa»
El espíritu «cívico y pacífico de Cataluña» al que Artur Mas apelaba en la apertura del Día de Sant Jordi quedó claramente vilipendiado cuando un grupo de encapuchados de reconocida pertenencia a la extrema izquierda, atacó la carpa de la asociación cultural Lleida Identitaria por la sola razón de exhibir en su stand la bandera española.
«Era la primera vez que poníamos una carpa para la venta de rosas y libros durante Sant Jordi, y decidimos colocar la bandera española junto a la catalana como símbolo de entendimiento», recuerda el presidente de la asociación, Joaquín Díez, al tiempo que relata –en declaraciones a este medio– como durante todo el día y a causa de la presencia de la Rojigualda les profirieron continuamente el apelativo de «fascistas».
A primera hora de la tarde, y aprovechando que en la carpa sólo quedaban los integrantes más jóvenes de la asociación, «apareció un grupo de unos 10 o 15 encapuchados dirigidos por Pablo Rivadulla –conocido popularmente como «Pablo Hasel» y recientemente condenado a dos años de prisión por enaltecimiento del terrorismo– que se dedicaron a gritar, golpear, amedrentar y destrozar el puesto de venta de rosas, lesionando a varias socios» señaló Díez.
En concreto, los asaltantes tiraron la mesa al suelo, arrancaron la bandera de España y se fueron corriendo. Los miembros de la asociación salieron a su encuentro y cuando les alcanzaron y consiguieron recuperar la bandera, los independentistas les propinaron una paliza. Como resultado, diversas contusiones, arañazos y la prescripción de llevar collarín temporalmente a uno de los agredidos.
Lo que en principio pudiera calificarse como un acto vandálico aislado no tiene tal cariz, sólo hay que remontarse un año atrás para que el mismo grupo de encapuchados atacase –con idéntica escenografía– la carpa de Ciutadans, provocando heridas a su coordinador.
Quien también es un viejo conocido de los Mossos d'Esquadra es «Pablo Hasel» que no duda en cometer, a cara descubierta, todo tipo de actos vandálicos. Los últimos por los que ha tenido que responder ante la Justicia han sido unas pintadas en la sede del PP.
El presidente de Lleida Identitaria, por su parte, lamenta que en Cataluña por poner la bandera de España «te tachen de fascista». «Somos una asociación cultural hispanista que defiende la catalanidad de España», destaca.
Para su asociación resulta una misión muy difícil defender este hermanamiento de España y Cataluña en semejante contexto, tienen miedo de que en acciones más comprometidas –como recoger firmas o repartir pasquines– puedan ser atacados, ya que no olvidemos que el último incidente se produjo en una iniciativa tan conciliadora como repartir rosas y libros de poemas.
En una carta remitida a la subdelegada del Gobierno en Lérida, Inma Manso, la asociación se preguntan si «éste es el proceso respetuoso y pacífico del que hablan los independentistas» y muestran preocupación por su «integridad física» ante los ataques sufridos.
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