Política

El desafío independentista

Policías y Guardias Civiles: «Nuestros hijos no volverán a ser víctimas en Cataluña»

Los agentes esperan que no se produzcan los mismos errores del año pasado. «Sería asumir riesgos». Dan por hecho que no podrán contar con el apoyo de los Mossos d'Esquadra

Incidentes durante el 1-O / Efe
Incidentes durante el 1-O / Efelarazon

Guardias civiles y policías esperan que no se produzcan los mismos errores del año pasado. «Sería asumir riesgos». Dan por hecho que no podrán contar con el apoyo de los Mossos d'Esquadra .

El Ministerio del Interior ha iniciado el refuerzo policial en Cataluña, un despliegue de casi mil agentes, ante el anuncio de movilizaciones independentistas en otoño cuando se cumple un año del 1-O. El anterior titular de Interior, Juan Ignacio Zoido, tuvo que desplegar entonces un refuerzo de hasta 6.000 que prorrogaron su estancia en Cataluña más meses de lo previsto y fueron alojados en barcos y hoteles donde sufrieron continuados escraches los días posteriores a la celebración del referéndum ilegal. En esta ocasión, policías y guardias civiles esperan que no se cometan los mismos errores de hace un año.

«No como en 2017»

El secretario federal de Cataluña de Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), Alfonso Merino, asegura que los guardias civiles «no vamos a consentir estar como el año pasado», cuando los agentes destacados «no iban en las mejores condiciones», y recuerda que entonces fueron para 15 días y al final tuvieron que estar tres meses. Merino, que lleva más de veinte años destinado en Cataluña, destaca que tiene contacto con Mossos constitucionalistas que no están de acuerdo con lo que está sucediendo y «están de capa caída, desilusionados», e indica que la colaboración con la policía autonómica sólo se da en casos puntuales, dando por hecho que en una situación como la catalana no la habrá. «No esperamos nada», asegura.

«No estamos dispuestos a tolerar lo que padecimos el año pasado y la mala praxis del Estado». Merino reconoce que probablemente los guardias civiles sean la «diana fácil» porque en los colegios «saben a qué nos dedicamos». Por ello, «no vamos a tolerar que nuestros hijos vuelvan a ser víctimas en Cataluña», como ya ocurrió el año pasado. «Hay que aprender de los errores y dejar fuera a los niños que se convirtieron en flanco», subraya.

Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) es uno de los sindicatos personados en la causa contra los profesores del colegio de Sant Andreu por humillar y marcar a hijos de guardias civiles en las aulas en los días posteriores al 1-O. El secretario general de la asociación, José Cobo, asegura que «no consentiremos ninguna actitud ilícita contra familiares e hijos de guardias» y pide que sean protegidos.

Al igual que AUGC, AEGC critica la falta de previsión por comunicar a los guardias que se quedan un mes más con apenas siete días de antelación cuando las fechas del aniversario del 1-O o la Diada «ya se sabían».

Por ello piden que se les compense con 80 euros al día de dieta. «Tenían los pisos alquilados, la mudanza, los colegios de los hijos que tendrán que irse antes al nuevo destino...», critica. Ante los posibles escraches que puedan sufrir, asegura Cobo que en la Guardia Civil «siempre estamos preparados para lo peor».

Por su parte, el portavoz del Sindicato Unificado de la Policía (SUP), Ramón Cossio, señala que en esta ocasión «no vamos a permitir que la imagen de la Policía se vea expuesta como la otra vez», y espera que no tengan que preocuparse más que por cumplir con su trabajo y que las condiciones económicas «sean suficientes». En cuanto a la posibilidad de que se volviera a alojar a los agentes en un buque similar al «Piolín», el portavoz del SUP asegura que «no queremos ponernos en esa tesitura. Ni me lo planteo. Sería asumir muchos riesgos. Tenemos que velar por que no se cometan los mismos errores del año pasado y haya mejores condiciones y garantías».

Los hoteles y los campings, al ser de «libre acceso» para los independentistas, eran utilizados para atacar a los funcionarios, con el fin de provocar reacciones violentas, que nunca se produjeron, y justificar las campañas contra las «fuerzas de ocupación y represión».

En cualquier caso, el Ministerio del Interior ultima ya el despliegue policial que se llevará a cabo en Cataluña con motivo de la celebración de la Diada y de las movilizaciones anunciadas por colectivos independentistas. Esta semana ha comenzado el traslado de agentes que reforzarán el dispositivo y que llegan, en su mayor parte, de fuera de la comunidad catalana. Así, según fuentes policiales, habrá cerca de un millar de agentes desplegados entre Policía Nacional y Guardia Civil.

Por parte del CNP serán unos 550 agentes sólo de la Unidad de Intervención Policial (UIP), conocidos como antidisturbios.

De éstos, sólo dos grupos (cada grupo son unos 50 policías) son de la unidad de Barcelona y el resto vienen de fuera de Cataluña. Concretamente, dos grupos de Galicia, dos de Valencia y uno de Madrid, Zaragoza, Málaga, Pamplona y Sevilla, según las mismas fuentes. Esto supone que 450 agentes uniformados llegarán a reforzar las calles catalanas durante estos días que se prevén convulsos.

Respecto a la Guardia Civil, además de los 300 agentes a los que se ha alargado su trabajo en Cataluña hasta el 15 de octubre, pese a tener otros destinos asignados, ya se ha inciado el refuerzo con el traslado de unidades de la Agrupación Rural de Seguridad para, en principio, proteger las instalaciones del Cuerpo de posibles ataques de elementos pertenecientes a sectores independentistas violentos.

Aproximadamente, son un centenar los que forman parte de este primer contingente que irá aumentando conforme se acerquen las fechas «críticas» de la Diada y del 1-O y en función de los acontecimientos.

Como ocurrió el año pasado, tanto en Policía como en la Benemérita también serán reforzados los Servicios de Información y otros sobre los que, por su carácter operativo, no se facilitan más datos.

Previsión

Ahora, se intenta actuar con previsión, con adelanto a los posibles acontecimientos y sin dar ninguna opción a los provocadores independentistas, al menos en los alojamientos que ocupen las Fuerzas de Seguridad. Además, ello va a permitir resolver de forma anticipada las posibles disfunciones que se puedan plantear.

El aumento o no de agentes dependerá de lo ocurra en los acontecimientos e incidentes que intenten protagonizar los separatistas, cuya finalidad es paralizar Cataluña con una huelga general de varios días y aislarla del resto de España y de Francia.