Órdago peligroso

Que conste que no creo que se vaya a celebrar la consulta soberanista aprobada en el pacto CiU-ERC. El propio acuerdo establece sus precauciones y dice que si circunstancias objetivas lo aconsejan, deberá aplazarse. Pero, parte del mal está hecho. En el compromiso de estabilidad de gobierno se aprueban una serie de tasas, nuevos impuestos, recuperación de otros y aumento de tipos que gravarán a las empresas catalanas dificultando su competitividad. Justo en un momento en que parece que el sector privado español, Cataluña incluida, ha hecho los deberes y la está recuperando. No es el tiempo de crear más dificultades.

Por otra parte, las inversiones extranjeras que pudieran venir se lo pensarán dos veces. Sus asesores no son duchos en los intríngulis de la política catalana y no es fácil saber qué significa el acuerdo; distinguir Unió de Convergencia; valorar el compromiso y su horizonte temporal. Ante la duda, lo mejor es abstenerse.

En resumen, el órdago soberanista no es neutral, aunque no se realice. Pero política es política y juega con los tiempos. CiU ha querido salvar la cara ante sus electores y bases soberanistas con una finta peligrosa. A veces, jugar con fuego quema. Eso es lo que espera Esquerra que piensa poner la cesta electoral en las próximas elecciones, haya o no consulta. Como diría un castizo: Mas está trabajando para el inglés, aunque esta vez habla catalán.

José Ramón Pin Arboledas

Profesor del IESE