Orquídeas medicinales

Corren tiempos complicados. La cercanía de las dos conmemoraciones de mayor importancia de este mes, el Día de la Mujer y el Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo, ha hecho que los debates, las diferencias de opinión y las críticas enfrentadas hayan sido las protagonistas del momento.

La primera de ellas, el Día de la Mujer, ha sido un éxito para muchas pero no para mí ni para la mitad de mujeres madrileñas que no pensamos como las organizadoras. La Manifestación y la Huelga han servido para poner sobre la mesa asuntos importantes sobre la Igualdad, no lo cuestiono en absoluto. Lo que no me ha parecido aceptable son los documentos elaborados ni el texto para el Manifiesto, realmente inasumibles para muchas de nosotras. Todas esperábamos, después de lo ocurrido el año anterior, un texto de unidad y de consenso, pero no pudo ser. Una vez más nos hemos encontrado con unos argumentarios elaborados por la Comisión creada para el 8 de Marzo que excluyen, insisto, a más de la mitad de las mujeres españolas, que enfrenta a mujeres con hombres y que llega a crear un ambiente de hostilidad muy bien reflejado en las “delicadas soflamas” que tuvimos la ocasión de oír y leer en el encuentro. No las transcribo porque me producen verdadero rechazo, prefiero pensar en la Exhibición Internacional de Orquídeas que se está celebrando en Taiwán por decir algo lejano.

Uno de los mayores problemas de nuestra sociedad es la violencia hacia las mujeres, para los socialistas el mayor problema de España, pues resulta que en vez de tratar de atajarlo con unidad y consenso, como se acordó con el Pacto de Estado contra la Violencia, vuelve a generar enfrentamiento social. Hace un par de días, cuando salía del Metro para acudir a mi despacho en el Ayuntamiento leía en uno de los periódicos de distribución gratuita que eran doce las mujeres muertas por violencia en lo que va de año, no habían pasado pasado más que dos meses y diez días, realmente aterrador. Las víctimas no merecen que perdamos el tiempo con diferencias de criterios y cuestiones políticas partidistas pensemos que solo durante el pasado fin de semana tres muertes, tres, en 48horas. Como ha dicho Pablo Casado: “Mi condena y absoluta repulsa ante los nuevos y lamentables casos de violencia de género. Mi solidaridad y apoyo a sus familias. Reivindicamos el Pacto de Estado y más fondos”.

Mientras todo esto ocurre Pablo Iglesias sale a la palestra con un cartel que no refleja precisamente su canto al feminismo sino más bien a un narcisismo ilimitado, ante su pérdida de liderazgo, menos mal que las críticas han sido de tal calibre, por el hecho de resaltar la sílaba “el” que el propio interesado ha tenido que desmarcarse y decir que no se siente identificado, ¡anda que no le está dando guerra su baja por paternidad! Manuela Carmena potencia con mayor presupuesto su emisora favorita para la precampaña. “Radio Carmena”, es decir la M-21, que ha sido agraciada con más dinero. La puso en marcha en 2016 y desde entonces no ha hecho otra cosa que incrementar su presupuesto. Ahora la premian con 140.000 euros más para para un segundo estudio. A mí me gustaría saber quién la escucha. Pedro Sanchez, por su parte, promete el derecho a la eutanasia si gana el 28-A y se dedica a los llamados “viernes sociales” que tantos quebraderos jurídicos le han causado. Como verán nuestros líderes de la izquierda no descansan ni cesan en sus intentos por dividir a la sociedad y usar las Instituciones para su campaña electoral.

La otra conmemoración importante, ha sido el “Día Europeo de las Víctimasdel Terrorismo” en la que, para no perder la costumbre, se ha generado también polémica y división, no hay remedio parece. Jose Luis Martinez Almeida, nuestro candidato a Alcalde, tuvo que abandonar uno de los actos en memoria de las victimas ante las ofensivas palabras del Presidente de la Asociación 11M. Afectados del Terrorismo, Eulogio Paz, que arremetió contra el PP con un discurso en el que le acusó de mentir y no haber pedido perdón todavía, por las mentiras. Produce una tristeza infinita que algunos aprovechen determinados momentos para hacer política cuando este tipo de actuaciones enturbian y oscurecen momentos que deberían ser para la reflexión y el recuerdo de todos aquellos que nos dejaron y para sus familias. Parece mentira que el peor atentado terrorista que ha sufrido España pueda ser utilizado afianzar posturas políticas, es cuánto menos miserable. Aquel tristemente famoso día toda España se quebró, se unió en un grito de repulsa e intento de ayudar en lo que fuera necesario. Se lo cuenta quien lo vivió en primera persona, yo era Consejera en la Comunidad de Madrid y recuerdo a la perfección como respondieron los ciudadanos para ayudar desde sus respectivos oficios y ocupaciones, como se hicieron colas para donar sangre en la Puerta del Sol, como se pusieron coches a disposición tanto taxis como particulares, el dispositivo de emergencia funcionó gracias a la voluntad de todos. Todos funcionamos en apoyo de nuestro país que había sido malherido, todos estábamos con las víctimas. Recuerdo con horror aquella noche en las naves de IFEMA con los familiares esperando noticias, los psicólogos y los sacerdotes intentando atender a todos los que lo necesitaban, no recuerdo peores horas en mí ya larga vida política. Espero que nunca más se usen las tragedias como arma arrojadiza por el bien y por la salud de todos.