Cambio en el Gobierno
Óscar López relevará a Escrivá como ministro de Transformación Digital
Sánchez coloca a una persona de su máxima confianza, su hasta ahora jefe de Gabinete, al frente de la cartera
Toca apretar los dientes y las filas. Pedro Sánchez se prepara para resistir ante un otoño caliente y una legislatura incierta. Así lo demuestran los cambios que promoverá en el PSOE, con la convocatoria del 41º Congreso Federal a finales de noviembre, y en el Gobierno, donde tiene que cubrir los huecos que dejarán las salidas de algunos de sus ministros próximamente. La vocación numantina del presidente del Gobierno queda patente en el primero de los movimientos que ha materializado, colocando a una persona de su máxima confianza y de marcado perfil políticoal frente de la cartera de Transformación Digital y Función Pública.
Óscar López sustituirá a José Luis Escrivá, que será el nuevo Gobernador del Banco de España. Como jefe de Gabinete, el presidente ubica a Diego Rubio, clave en el entorno de Sánchez y que hasta ahora ejercía como responsable de asuntos exteriores y desempeñaba el rol de "sherpa", quien acompaña y asesora a los líderes en las cumbres de la UE. La noticia, adelantada por "El País" y confirmada por este diario, se filtra antes siquiera de que el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, oficialice en el Congreso de los Diputados la salida de Escrivá hacia el Banco de España.
En un principio, en el Gabinete se barajó la posibilidad de no cubrir la vacante y que fueran otros ministerios los que asumieran las responsabilidades de Transformación Digital y Función Pública. Sin embargo, la coyuntura no anima a un adelgazamiento de la estructura gubernamental, sino al reforzamiento de la misma. De este modo, Sánchez avanza en una catarsis en el Gabinete, tal como ya avanzara LA RAZÓN, colocando a perfiles de fuerte componente político, que le permitan pertrecharse frente a la ofensiva de la oposición en una legislatura en la que "puede pasar cualquier cosa".
Fuentes gubernamentales señalan que Sánchez acometerá cambios "quirúrgicos", sin adentrarse en grandes crisis de Gobierno, que ya han demostrado un impacto limitado a nivel electoral. Sin embargo, el objetivo es claro, elevar el nivel político del Gabinete muy orientado a las dificultades que se vislumbran en el horizonte. Nada queda ya de la dinámica de fichajes estrella o independientes con los que Sánchez solía sorprender a la opinión pública, ahora no se busca el efectismo, sino un efecto real sobre la opinión pública. Perfiles con experiencia y con colmillo capaces de repeler los ataques de la oposición en un clima de "guerra total".
Óscar López es un veterano de las filas socialistas, fue secretario de Organización en el PSOE en la etapa de Alfredo Pérez Rubalcaba y secretario general del PSOE en Castilla y León entre 2008 y 2012. En las primarias de 2017, el segoviano estuvo integrado como jefe de campaña en la candidatura de Patxi López, la tercera vía en el choque de trenes entre Sánchez y Susana Díaz. El presidente del Gobierno le recuperó para su equipo de confianza tras la salida de Iván Redondo del Ejecutivo y en las pasadas elecciones concurrió a las generales, donde consiguió un escaño de diputado al que posteriormente renunció.
Aunque nació en Madrid en 1973, López ha estado vinculado desde la niñez a Riaza (Segovia). Afiliado al PSOE en 1996, fue asesor del Grupo Parlamentario Socialista en el Parlamento Europeo (1997-2000) y en septiembre de ese último año fue nombrado coordinador de la Secretaría de Organización y Acción Electoral en el PSOE. En las elecciones legislativas del 14 de marzo de 2004 encabezó la lista de los socialistas segovianos y logró el escaño.
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