Opinión

Othar, el caballo de Atila

La herencia de Sánchez será el país dividido, el PSOE desaparecido, la Constitución del 78 diluida y el Estado más débil que nunca

Santiago, 8 de marzo de 2024 El Presidente Gabriel Boric y el Presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez realizan declaracion conjunta en el Palacio de La Moneda. Marcelo Hernandez/Aton Chile Licencia editorial válida solo para España y 3 MESES a partir de la fecha de la imagen, luego bórrala de tu archivo. Para uso no editorial y sin licencia, póngase en contacto con EUROPA PRESS. 08/03/2024
Sánchez a ChileMARCELO HERNANDEZ/ATON CHILEEuropa Press

El pasado lunes, la portavoz de los socialistas aseguraba que no se modificaría la ley de amnistía que había sido rechazada por el Congreso pese a las exigencias de los separatistas.

Tres días después, el PSOE vuelve a someterse a los intereses de los independentistas, Junts gana una vez más. Puigdemont vuelve a retorcer el brazo a Pedro Sánchez y la amnistía cubrirá los delitos de terrorismo y traición.

El Partido Socialista ha normalizado mentir, decir una cosa y hacer la contraria. La sociedad española sabía que Sánchez terminaría cediendo ante Puigdemont, pero los ministros y la calle Ferraz seguían negándolo, nada que no hubiésemos visto antes.

La cuestión no es solo que el PSOE haya perdido toda la credibilidad política que le quedaba, comienza a ser una falta de respeto a un país que no se merece un gobierno que se desdice y cambia de opinión a la primera de cambio.

Las prisas repentinas de Sánchez por sacar adelante la ley de amnistía tenían como objetivo desplazar el protagonismo del caso Koldo. Seguramente, los próximos días, los detalles de la ley, de la modificación del texto y de la votación ocuparán gran parte del espacio político, pero será a un precio electoral muy alto y no evitará que la investigación judicial de las contrataciones de mascarillas en la pandemia siga avanzando.

Por el momento, el Partido Popular ha logrado acorralar a Armengol y la presión se ha extendido hasta llegar a Illa. Ábalos arrastrará hasta la dimisión a Santos Cerdán y ya veremos como quedan los asuntos del caso Delcy y el de Begoña Gómez.

Todo junto va configurando un escenario de anticipo electoral. Los socios de Sánchez tienen intereses muy diferentes, solo les une que el líder socialista está dispuesto a todo con cada uno de ellos a cambio de seguir contando con su voto. La cuestión es, si todos están dispuestos a quemarse junto al Partido Socialista.

Sánchez, como un dictador al uso, confunde su supervivencia como presidente, la de Puigdemont y la del independentismo con el interés general. En realidad, no discierne entre los intereses privados y los públicos.

La herencia de Sánchez será el país dividido, el PSOE desaparecido en los territorios, la Constitución del 78 diluida y el Estado más débil que nunca. Siempre ha tenido mucho interés en descubrir como pasará a la historia, es probable que se le recuerde como a Othar, el caballo de Atila.