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Casado señala la salida a Cospedal

En Génova dicen que «quien lo ha sido todo en política y está de salida debe medir si sigue sumando». Dirigentes territoriales temen el alcance de nuevas revelaciones y reclaman a la dirección que se desvincule de «lastres» del pasado

El presidente del PP, Pablo Casado, durante su intervención en un acto celebrado hoy con militantes en el Paseo de la Ría de Huelva.
El presidente del PP, Pablo Casado, durante su intervención en un acto celebrado hoy con militantes en el Paseo de la Ría de Huelva.larazon

En Génova dicen que «quien lo ha sido todo en política y está de salida debe medir si sigue sumando». Dirigentes territoriales temen el alcance de nuevas revelaciones y reclaman a la dirección que se desvincule de «lastres» del pasado.

El mensaje que ayer dejó el líder del PP, Pablo Casado, se leyó dentro de su partido como una invitación implícita a la ex secretaria general María Dolores de Cospedal para que reflexione sobre su retirada política tras la filtración de sus conversaciones con el ex comisario José Villarejo. También que el alcance de posibles nuevas revelaciones, que en absoluto se descartan en Génova, puede hacer que la ruptura sea más dura y absolutamente explícita. La pelota está en el tejado de Cospedal, pero a la que fuera «número dos» del partido en tiempos de Mariano Rajoy le están dejando bien claro los suyos que ha llegado el momento de que estudie en qué medida puede estar perjudicando a su formación el hecho de que no siga el camino de Rajoy o de Soraya Sáenz de Santamaría.

Casado tiene sobre él la hipoteca del apoyo que Cospedal le brindó en el Congreso de julio, y el peso de que en su dirección hay una representación importante de la cuota de poder que ésta exigió a cambio de los servicios prestados en ese congreso para que la candidatura del hoy presidente nacional se impusiese sobre la de Sáenz de Santamaría. Pero la dirección nacional está escuchando estos días lo que se dice y se teme dentro de la organización política, donde la presión electoral aumenta el miedo al coste de nuevas revelaciones y ha hecho que se imponga mayoritariamente la tesis de que el líder popular debe liberarse de problemas del pasado que puedan seguir perjudicando al partido en esta nueva etapa.

Hay constancia de que Casado habló con Cospedal, el pasado martes, cuando estalló la crisis. El miércoles ya no acudió al Congreso y desde entonces, al menos en el entorno de Casado, no confirman que los dos hayan vuelto a mantener nuevas conversaciones. De lo hablado, en la dirección del PP no tienen claro qué más puede salir de esas grabaciones ni hasta dónde llegó el alcance de la relación de Cospedal con Villarejo, y por eso estos días han estado reclamando más explicaciones con la advertencia por delante de que nadie del actual equipo directivo conoció de primera mano cómo se gestionaron los casos de corrupción que le estallaron al PP ni mucho menos la relación con Villarejo. En Génova se hacen muchas preguntas, entre ellas, ¿qué piensa Rajoy de lo que está sucediendo?, ¿qué información tenía él de esas conversaciones? o ¿qué relación tiene con todo esto la batalla de Villarejo con el CNI que dependía de Sáenz de Santamaría?

«Quien lo ha sido todo en política y está de salida debe medir si sigue sumando». Esta reflexión de un miembro del núcleo duro de la cúpula popular es consecuencia de la influencia de los comentarios que han llegado a Génova estos días desde dentro del propio partido. La tesis es que quien lo ha sido todo ya en el PP, y está realmente de salida, debe valorar en estos momentos hasta qué punto continuar, aunque sea en una segunda línea, puede dañar al PP. La candidatura europea está ya absolutamente descartada, y en estos momentos Cospedal sólo es miembro del Comité Ejecutivo del PP y diputada. En el partido incluso recuerdan aquella frase suya de enero de 2013 de «que cada palo aguante su vela», que pronunció después de que se conociera que el ex tesorero Luis Bárcenas tuvo hasta 22 millones de euros en cuentas localizadas en Suiza. Y creen además que el nuevo equipo tiene que tener la oportunidad de abrirse su espacio sin «cargar con cuestiones que pasaron hace diez años».

Casado rompió ayer su silencio para reivindicar ejemplaridad y proclamar que se siente libre de cualquier otro condicionante que no sea su compromiso con los afiliados. Una afirmación que se interpretó internamente como la advertencia de que cerrado ya el Congreso de la sucesión, por encima de lo que Cospedal entienda que se le debe por la posición que tomó en favor de su candidatura, después de que la suya quedara anulada en la primera votación de los afiliados, ahora el nuevo equipo debe atender «únicamente» a lo que afecta al interés general del partido.

En un acto en la campaña de las elecciones andaluzas, Casado explicó que había hablado con Cospedal y que «no ha mentido», «algo que no pueden decir otras personas que también se reunieron con el ex comisario Villarejo», en alusión a la ministra de Justicia, Dolores Delgado, que negó en un primer momento haberse reunido con el ex comisario. Pero por encima de este argumento que ha utilizado hasta ahora la dirección popular para surfear la crisis, Génova demandó ayer, después de que Casado hablara, que el foco se colocara sobre todo en su exigencia de ejemplaridad. «Mi compromiso, mi único compromiso, es con los afiliados, que me eligieron presidente por primera vez por un proceso abierto de primarias. Y en ese caso mi compromiso con ellos es de ejemplaridad, de transparencia y de rendición de cuentas, y cualquier conducta que se aparte de estos tres preceptos contará con mi absoluto rechazo», señaló el líder del PP.

Casado también incidió en que por parte de la dirección nacional «no hay nada que ocultar ni nada que temer de ninguna revelación que se pueda hacer, y no estoy seguro de que lo mismo puedan decir las ejecutivas nacionales y los líderes de otros partidos». Asimismo, resaltó que la estructura «pseudo-policial de la que se está hablando y se conocen grabaciones, se formó durante un Gobierno socialista y se desarticuló durante un Gobierno del Partido Popular. Lo que ha pasado entre medias yo lo rechazo categóricamente y me comprometo a que cuando sea presidente del Gobierno nada de esto volverá a suceder».