Ministerio de Justicia
Pablo Ruz el interino estrella
Llegó a la Audiencia en julio de 2010 y a los 20 días reactivó el «caso Faisán», ya concluido. La «Gürtel» le ha vuelto a situar en un primer plano de «protagonista principal»
Llegó a la Audiencia en julio de 2010 y a los 20 días reactivó el «caso Faisán», ya concluido. La «Gürtel» le ha vuelto a situar en un primer plano de «protagonista principal»
MADRID- Llegó de forma discreta en noviembre de 2010 para sustituir a quien había sido el paradigma de lo que se llamó «juez estrella», Baltasar Garzón, quien ya se encontraba suspendido cautelarmente por ordenar las grabaciones de los principales implicados en el «caso Gürtel» con sus abogados y, además, disfrutaba de un permiso de siete meses para trabajar en la Fiscalía del Tribunal Penal Internacional. Pablo Ruz había sido designado por la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial para cubrir provisionalmente un juzgado con una enorme proyección pública. Pasaba de instruir procedimientos en un juzgado de Collado Villalba (Madrid), causas que muy escasamente ocupaban espacio en los medios de comunicación, a ser objeto de las cámaras fotográficas y de televisión y a que sus resoluciones adquiriesen un protagonismo especial, a decidir sobre materias y personajes de relevancia nacional y connotaciones y consecuencias que van más allá de lo estríctamente jurídico.
Su prudencia, discreción y laboriosidad, dicen en la Audiencia quienes suelen tener un trato habitual con él, hicieron que fuese ganando cada vez un mayor respeto entre los que eran sus nuevos compañeros. Así le define uno de ellos: «Es abierto, prudente, bien preparado, cordial y amable, tranquilo hasta el extremo de que nunca le hemos visto perder los papeles, discreto y reservado, no habla prácticamente nunca de su vida privada, se nota que es una persona muy familiar». Muy distinta a la relación que mantiene con los representantes de los medios de comunicación que habitualmente cubren la información de la Audiencia Nacional, con los que apenas mantiene contacto personal alguno, aunque, eso sí, sus decisiones suelen conocerse oficialmente a través del gabinete de prensa.
Al llegar al juzgado se encontró de golpe con varias causas «mediáticas», y no tardó en tomar cartas en el asunto. Una de ellas, el conocido como «caso Faisán», relacionado con un supuesto «chivatazo a ETA» que frustró una operación contra la red de extorsión de la banda terrorista. Apenas llevaba 20 días en su flamante destino cuando reactivaba una causa que llevaba «encajonada» no poco tiempo, y en enero de 2011 dictaba un auto que iba a marcar el devenir del procedimiento, al apreciar indicios de colaboración con ETA de los mandos policiales que estaban imputados entonces – el entonces director general de la Policía, Víctor García Hidalgo; el ex jefe superior de Policía del País Vasco, Enrique Pamíes, y el inspector de la Brigada de Información de Vitoria José María Ballesteros, aunque el primero de ellos fue finalmente exculpado de los hechos investigados.
La instrucción la finalizó en noviembre del pasado año y a principios de este año la Sala Penal confirmaba el procesamiento de Pamíes y Ballesteros. Cerraba una causa – a expensas sólo ya de calificaciones y de que se celebre el juicio–en año y medio, cuando llevaba ya en la Audiencia no pocos años, en concreto, desde 2006; un procedimiento que afectaba de lleno al Ministerio del Interior que dirigía Alfredo Pérez Rubalcaba y al que su entonces número 2, Antonio Camacho, también le supuso más de un trago amargo.
Causas con «interés político»
Pero no sólo el «caso Faisán» fue parte de la «herencia» de Baltasar Garzón. La causa derivada de la trama de corrupción presuntamente liderada por Francisco Correa, conocida como «Gürtel», le ha vuelto a poner en primer plano de la actualidad. Primero, al volver a imputar al ex tesorero del PP Luis Bárcenas, y a continuación, al impulsar de forma enérgica un procedimiento donde las cuestiones jurídicas tienen una trascendencia política clara.
Los miles de afectados de Fórum Filatélico también esperan que más pronto que tarde, este juez, en comisión de servicios desde julio de 2010, pueda acabar una investigación que lleva en la Audiencia desde el año 2006 y que no ven el momento en que tengan esperanzas de recuperar parte de sus ahorros. El «caso Pretoria», vinculada a una supuesta trama de corrupción urbanística en diversos ayuntamientos de la provincia de Barcelona, en la que están imputados ex altos cargos de CiU e igualmente con repercusiones políticas, es otra de las causas con las que también se encontró al llegar al juzgado, y que desde 2009 permanece todavía sin concluir, y, al parecer, sin avances sustanciales en su tramitación.
Pasos de «Gürtel»
INFORME UDEF - La Policía debe informar, «en el menor plazo posibles», sobre si hay conexiones entre los «papeles de Bárcenas» y la «Gürtel».
FISCALÍA - Anticorrupción tiene abierta unas diligencias sobre esas fotocopias y podría remitirlas a la Audiencia.
SUIZA - Las autoridades helvéticas deben completar una comisión rogatoria sobre los 22 millones que tenía Bárcenas en una cuenta.
QUERELLA IU - El juez Gómez Bermúdez debe decidir sobre esa querella presentada con base en los «papeles de Bárcenas»
LAS OTRAS «PEINETAS» DE BÁRCENAS
- En el aeropuerto. Luis Bárcenas dedicó una peineta a los periodistas que le esperaban en el aeropuerto a su llegada de Canadá, donde habría estado esquiando una semana, cuando le preguntaron por sus manuscritos sobre la supuesta contabilidad «B» del PP.
- Prueba caligráfica. Tras la publicación de los papeles la supuesta contabilidad del PP opaca al fisco el ex tesorero asegura que no es su letra. Según fuentes policiales, trató de simular el cuerpo de letra durante la prueba caligráfica al que fue sometido por los peritos policiales. Se niega a hacer otra prueba caligráfica.
- Demanda por despido. Bárcenas demanda al PP por despido improcedente al comprobar que había sido dado de baja el 31 enero «sin su consentimiento». En el partido entienden que todo forma parte de su estrategia de defensa.
- Denuncia por robo. El ex tesorero denuncia al PP y al abogado Alberto Durán por forzar la puerta del despacho que tenía asignado en el partido y llevarse dos ordenadores.
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