Cupo Catalán

Page abre grietas entre los barones populares

Unos le dan por perdido; otros, buscan hacer frente común contra el cupo catalán

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, durante el acto de entrega del Plan de Singular Interés y presentación del destino Toroverde, en el Palacio de Fuensalida, a 22 de julio de 2025, en Toledo, Castilla-La Mancha (España). El proyecto consiste en la creación de un parque de ocio y aventuras integrado en el entorno natural de la sierra de Cuenca con actividades al aire libre y oferta hotelera. Además el plan contempla infraestructuras adicionales para apoyar las operacion...
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, en una imagen reciente.Juanma JiménezEuropa Press

La figura de Emiliano García-Page se ha convertido en un problema entre los barones del Partido Popular. Unos, lo utilizan para sus intereses electorales, ya que exhibir cercanía con él les ayuda a sintonizar con un electorado de centro-izquierda muy codiciado.El caso más evidente es el de Juanma Moreno, que se afana por tender la mano al presidente de Castilla-la Mancha.

Otros, como Jorge Azcón, le reprochan, sin embargo, que mucho ruido y pocas nueces. Quedó claro este fin de semana. El presidente de Aragón, denunciaba el domingo en LA RAZÓN que en la batalla contra el cupo catalán no parece muy posible que Page pueda hacer frente común. Por no hablar de Barbón. Sobre ambos, denunció: «Estamos acostumbrados a que digan una cosa, pero, cuando llega el momento, defiendan la contraria». Lo cierto es que los llamamientos a Page desde las filas del PP para que le pare los pies a Sánchez son constantes.

Pero, internamente, en el PSOE, más allá de discursos incendiarios, el barón socialista nunca ha jugado todas sus cartas. Por ejemplo, no consta que haya ordenado a su número dos en la federación territorial, que es diputado nacional, que vote en contra de ninguna ley, caso de la amnistía a los responsables del procés, que él mismo recurrió ante el Tribunal Constitucional.

Ahora, con el cupo catalán, hay barones del PP que se empeñan en la idea de armar un frente común con sus colegas socialistas, como el andaluz, que anunció que tomaría la iniciativa en un acto en este periódico; otros, sin embargo, descartan tocar a la puerta de Page porque lo ven «perro ladrador, poco mordedor». En definitiva, consideran que ni Barbón ni él harán nada al margen de una escenificación.

La posición de Paco Núñez

Una opinión que comparte desde hace tiempo el presidente del PP castellanomanchego, Paco Núñez, que, a cuenta de la financiación privilegiada para Cataluña, también emplazó a Page a rubricar una iniciativa conjunta en las Cortes autonómicas y, a día de hoy, sigue sin recibir respuesta.

En una misiva, le emplazaba a «pasar de las palabras a los hechos» y le proponía una resolución común en contra del cupo catalán. «Es el momento de actuar con contundencia, no podemos permitir una financiación a la carta que rompa con los principios de igualdad, solidaridad y cohesión entre territorios», le advertía.

«Tenemos la responsabilidad de alzar la voz antes de que esta injusticia se consume». Y en caso de que la propuesta para reformar la financiación llegase a salir adelante en el Congreso con el respaldo de los socialistas, denunciaba: «Si se vota una cosa en Toledo y otra distinta en el Congreso de los Diputados, estaremos ante un fraude político y una traición institucional».

En los últimos años, Page ha hecho de contrapunto al «sanchismo» para mantener su respaldo social, una mayoría absoluta incontestable que le distingue de todos sus colegas de partido, empezando por el propio Sánchez.

A cada cesión independentista, ha alzado la voz casi con la misma intensidad que la oposición. Pero nunca ha promovido una rebelión interna en el PSOE que logre frenar a Sánchez, como dicen anhelar los populares. Alberto Núñez Feijóo, que tiene buena relación con él, ha optado por no atacarle, aunque le ha lanzado más de un dardo. A fin de cuentas, pesan los intereses electorales. Castilla-La Mancha es el único gran feudo socialista que le queda por conquistar.