Crisis diplomática
Las palabras de Sánchez desatan la mayor crisis diplomática con Israel en 37 años
Choque total con Israel: llama a consultas a su embajadora
La crisis entre España e Israel suma un nuevo capítulo y amenaza con una ruptura total tras el nuevo desaire del presidente, Pedro Sánchez, al gobierno de Benjamin Netanyahu a raíz de sus últimas declaraciones en las que aseguró que «tengo francas dudas de que (Israel) esté cumpliendo con el derecho internacional humanitario». La reacción del gobierno de Benjamin Netanyahu fue inmediata y por dos vías, prueba de la trascendencia y gravedad de esta crisis desatada en el inicio del mandato del presidente. Por un lado, el Gobierno de Benjamín Netanyahu retiró a su embajadora en Madrid, Rodica Radian-Gordon y, paralelamente, convocó por segunda vez a la embajadora de España en Tel Aviv, Ana Salomón, para echarle una reprimenda.
La decisión de llamar a consultas Rodica Radian-Gordon supone elevar el tono en el choque entre los dos gobiernos tras la gira que llevó a cabo Sánchez la semana pasada en la que el presidente español abrió la puerta al reconocimiento unilateral del estado palestino al margen de la UE, enervando a Tel- Aviv por el contenido y el tono de esas palabras ya que también instó a Israel a cumplir el derecho internacional.
La decisión del gobierno hebreo es una medida diplomática más contundente que la convocatoria de la embajadora española para exponer el malestar con España. Está por ver ahora si la marcha de la embajadora española, que debería partir próximamente hacia Israel aunque aún no ha trascendido cuándo, si es temporal o se prolonga en el tiempo, como ocurrió en el caso de la crisis con Marruecos, que estuvo sin embajadora casi un año, o Argelia, que lo ha estado durante más de 19 meses. Cuando se produzca esta salida, se quedaría al frente de la embajada un encargado de negocios que sustituye provisionalmente al jefe de la misión.
Si bien es cierto que el gobierno hebreo también ha tenido choques con otros gobiernos de la Unión Europea como Bélgica o Irlanda, la realidad es que la magnitud de las últimas decisiones de Netanyahu respecto a España son incomparables.
No en vano, las declaraciones del presidente español se pronunciaron el mismo día en que terroristas palestinos mataron a tres israelíes en Jerusalén, pese a la tregua o pausa decretada temporalmente entre Tel Aviv y el grupo terrorista Hamás.
Este nuevo choque coincide con la primera conversación que mantuvieron los jefes de la diplomacia española, José Manuel Albares, e israelí, Eli Cohen, ayer, en Skopje (Macedonia) en el marco de la reunión ministerial de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). A su salida, trasmitió a los medios de comunicación que habían intercambiado impresiones, dando a entender cierto acercamiento entre los países. Albares reiteró a su homólogo israelí el derecho de su país a defenderse, siempre respetando el derecho humanitario, y expresó su deseo de mantener buenas relaciones, tras la reciente crisis diplomática entre los dos países. Unos deseos que tras la decisión del gobierno israelí son ya papel mojado.
No en vano, las relaciones bilaterales ya arrancaron mal esta semana con la ausencia de Israel al Foro del Mediterráneo que a última hora modificó su agenda para centrarse en el conflicto medio abriendo así una ventana a que todos los países árabes critiquen a Tel Aviv, en vez de «fomentar la cooperación entre distintos países en beneficio de todos los pueblos del Mediterráneo», tal y subrayó el país hebreo. Sin embargo, Albares había dado ya por cerrada la crisis el martes, después de escuchar un día antes las explicaciones de la embajadora de Israel,
En medio de este repunte de la crisis diplomática, Sánchez y el presidente e Israel, Isaac Herzog coincidirán en la apertura de la COP28, en la que Israel ya ha avanzado que su presidente mantendrá reuniones con varios líderes para «recalcar de manera clara y profunda las atrocidades» de Hamás e involucrarles en el esfuerzo de devolver a los rehenes que tiene en su poder esta organización terrorista.
Reacción del PP
El posible alcance de esta crisis diplomática mantiene en vilo al principal partido de la oposición. El Partido Popular (PP) considera que la llamada a consultas de la embajadora de Israel en España «pone de manifiesto la irresponsabilidad y el desahogo con la que Sánchez ha abordado esta crisis internacional y viene a demostrar que el presidente del Gobierno se ha empeñado en dañar las relaciones con Israel, en el peor momento para el país hebreo». El presidente Feijóo le ha pedido en varias ocasiones a Sánchez que «se dejara de estridencias y no comprometiera las relaciones con Israel». Sin embargo, después de lo ocurrido ayer, apuntan fuentes populares, se constata la intención de Sánchez de dañar las relaciones con ese país y «demuestra, una vez más, que ha sacado la política exterior de las políticas de Estado», informa C.S. Macías.
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