El personaje
Pedro Rollán: un buen "patricio" territorial
Es uno de los «pesos pesados» del poderoso PP madrileño. Sus compañeros destacan su habilidad y brillantez oratoria
Dicen quienes bien le conocen que el cargo le viene como a nadie, de anillo al dedo. Porque si en algo es experto Pedro Rollán, nuevo presidente del Senado, la gran Cámara territorial de España, es en esa política regional y municipalista. Hombre fuerte en los gobiernos madrileños de Alberto Ruiz Gallardón y Cristina Cifuentes, uno de los alcaldes más votados de España al frente de un histórico bastión socialista, la localidad de Torrejón de Ardoz, y presidente de la Comunidad de Madrid en el intermedio entre Ángel Garrido e Isabel Díaz Ayuso, Pedro Rollán Ojeda es uno de los «pesos pesados» en el poderoso PP madrileño, con la habilidad de navegar entre sus diversas familias sin levantar una sola ampolla. Antes de que Alberto Núñez Feijóo, a su llegada a la Presidencia del PP, le nombrase vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local, Rollán ya tenía un largo camino forjado en la política local y regional. Aunque su militancia en el PP comienza en 1994, no fue hasta 2003 cuando, acabada su etapa como gerente de la división comercial del área centro en la Compañía Schweppes, se convierte en presidente del Partido Popular de Torrejón de Ardoz y miembro de la Junta Directiva del PP en la Comunidad de Madrid.
Cuatro años después, en 2007, se convierte en alcalde de Torrejón de Ardoz, una localidad de tradición socialista, y, desde ese momento, hasta 2015, encadena dos mayorías absolutas, convirtiéndose en uno de los alcaldes más votados de España. Tras su paso por la alcaldía, se construyó el Parque Europa y el Hospital de Torrejón, uno de los más importantes de la Comunidad. Con la llegada de Cristina Cifuentes al Ejecutivo autonómico en 2015, Pedro Rollán abandona la alcaldía para convertirse en consejero de Transportes –aprobando medidas tan famosas como la tarifa plana de 20 euros para los jóvenes–, y más tarde de Medioambiente. El 11 de abril de 2019, Pedro Rollán releva a Ángel Garrido, sustituto de Cifuentes tras su dimisión en la presidencia de la Comunidad de Madrid durante cuatro meses, hasta la llegada de Isabel Díaz Ayuso ese mismo año. Tras su etapa en la política autonómica, Pedro Rollán llegó al Senado en la repetición electoral de noviembre de 2019, aunque fue con el apoyo de Feijóo –que le convirtió en vicesecretario– cuando se acercó a la presidencia del Senado. Sus amigos y compañeros de partido le definen ahora como «El patricio», en recuerdo de los grandes senadores de Roma, así llamados, por su habilidad y brillantez oratoria.
Pedro Rollán Ojeda, madrileño de pura cepa, es en política un experto en mudanzas. Ahora, ha emprendido una de altos vuelos al ser elegido presidente del Senado. Al contrario que en el Congreso de los Diputados, la mayoría absoluta del Partido Popular en la Cámara Alta no deja lugar a quinielas ni especulaciones. Tras su designación, Rollán asegura que busca darle «más protagonismo que nunca» a la Cámara Alta. Soy ligero de equipaje a la hora de adquirir cualquier responsabilidad», afirmó en 2019, cuando asumió el cargo de presidente en funciones de la Comunidad de Madrid tras la dimisión de Ángel Garrido. Una legislatura convulsa para el PP, entre 2015 y 2019, en la que Rollán fue consejero de Transportes, de Medio Ambiente y de Presidencia, además de jefe del Ejecutivo, en apenas cuatro años. A la cartera de Presidencia llegó tras la dimisión de Cristina Cifuentes y la llegada al cargo de Garrido.
Quien desde hoy es la cuarta autoridad del Estado, estaba hace año y medio «planteándose la retirada de la política». Pedro Rollán lo había sido ya todo en la política territorial, donde ha crecido políticamente, también había probado el Senado durante un par de años y creía que había llegado el momento de abandonar la vida pública. Le quedaba apenas media legislatura más como senador. Pero la vida es a veces imprevisible y cuando su cabeza volaba ya hacia otros lugares, el PP sufrió la mayor crisis interna de su partido y quien llegaba como nuevo presidente, Alberto Núñez Feijóo, le convocó para que le ayudara a dirigir el partido desde los puestos de mando de Génova. Ese movimiento inesperado le ha llevado ahora a la presidencia del Senado de España. Quienes han trabajado con él en sus distintas etapas como responsable político apuntan que es «un hombre ordenado y metódico en el desarrollo y ejercicio de las responsabilidades que ha asumido». También que es «campechano» y muy cercano.
De lo que Pedro Manuel Rollán Ojeda se siente orgulloso es de ser muy madrileño, fiel a las tradiciones. Durante su breve etapa como presidente de la Comunidad de Madrid salía a tomar un buen café con churros cerca de la Real Casa de Correos, sede del Gobierno madrileño en la Puerta del Sol, y al término de los Consejos de Gobierno una buena «tournée» gastronómica por los restaurantes del Madrid de los Austrias. Ahora, su puesto será clave para controlar, y en su caso frenar, los dislates legislativos de Pedro Sánchez en el Congreso, si finalmente logra ser investido. Su objetivo es dotar al Senado de una nueva imagen, vigorosa y legal, como auténtico contrapoder a lo que pueda acaecer en la Cámara Baja si prosperan los pactos de Sánchez con los separatistas. Como el senador más votado de España, y luego como presidente de la Alta Cámara, su figura ha sido el gran alivio de Núñez Feijóo y la garantía de la unidad de la Nación. Un «patricio senador» en toda regla.
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