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Pedro Sánchez: Reto a Díaz en las primarias del PSOE

El ex líder socialista deshojó en Sevilla la margarita al anunciar que encabezará la «candidatura de la militancia», a la que apela para ganar el «plebiscito»

El exsecretario general del PSOE Pedro Sánchez, y el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, en el Parque Tecnológico de esta la localidad sevillana
El exsecretario general del PSOE Pedro Sánchez, y el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, en el Parque Tecnológico de esta la localidad sevillanalarazonLa Razón

El ex líder socialista deshojó en Sevilla la margarita al anunciar que encabezará la «candidatura de la militancia», a la que apela para ganar el «plebiscito»

«En Sevilla, en el corazón del socialismo andaluz y del socialismo español, quiero anunciaros a toda la militancia que seré vuestro candidato a la Secretaría General del partido». Con estas palabras confirmó Pedro Sánchez ayer en Dos Hermanas (Sevilla) que disputará el liderazgo de una formación en horas bajas a la que pretende «recuperar». A los asistentes al acto, de tono mitinero y reservorio de la fe en el «no es no», les confesó que no es «el mismo de hace tres años», cuando se convirtió por primera vez en el precandidato que ahora vuelve a ser. Entonces, en julio de 2014, se impuso en unas primarias a Eduardo Madina y a José Antonio Pérez Tapias. Ahora, este último estuvo alentándolo en Dos Hermanas y Sánchez dice contar con «más experiencia» y tener «más ganas que nunca» de encabezar lo que denominó la «candidatura de la militancia». A ella se encomendó tras asegurarle que será un «orgullo» y un «honor» para él encabezar «su causa», al ser la suya. Pero existe otra diferencia esencial con respecto a aquel entonces. En 2014 contó con el respaldo silencioso de la que puede ser en 2017 otras de sus rivales en la carrera: la presidenta de la Junta de Andalucía y secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz. Ambos mantienen una relación disimuladamente hostil pero dependiente. De hecho, Sánchez planteó las primarias como «un plebiscito» con sólo dos opciones: la que dio por hecho que presentarán los que respaldan a la gestora y representan a las «baronías» y al «aparato» del partido, que sería la de Díaz aunque ésta aún no ha confirmado que vaya a dar un paso al frente; y la suya, con la que quiere hacer una enmienda a lo actuado en los últimos meses para dar a la formación un viraje hacia un PSOE «autónomo» y de «izquierdas». En esa dicotomía, falta por colocar a otro aspirante, el ex lehendakari y ex presidente del Congreso, Patxi López, quien ya hizo público su intención de concurrir a las primarias, pero al que el ex secretario general socialista parece obviar.

Interrumpido a cada poco con aplausos y gritos de «presidente», Sánchez lanzó varios recados a la gestora que preside el asturiano Javier Fernández. Considera que ésta «se ha equivocado al facilitar el Gobierno al PP» de Mariano Rajoy porque «nada ha cambiado». «La máquina de la precariedad laboral, la devaluación salarial y los despidos masivos que es la reforma laboral continúan vigentes», encadenó para recalcar: «Nada ha cambiado, Bárcenas sigue en la calle, no ha devuelto el dinero, y Rajoy en La Moncloa». En ese contexto, Sánchez defendió que los socialistas han de ser «la alternativa» a la derecha, no «sus subalternos», porque existen para «superar las políticas neoliberales» y «transformar la realidad». Desde esas convicciones le pidió a la gestora, «con todo el respeto», que no siga por el camino por el que va y que «no apruebe los Presupuestos de Rajoy». Y algo más. Le exigió que «no debilite los lazos de hermandad entre el PSOE y el PSC».

Él tiene un reto por delante: construir un proyecto político más allá del «no es no» coreado ayer y eficaz en el universo de los 140 caracteres. Su baza es que sabe que los militantes quieren tener poder de decisión. A ellos les garantizó que elegirán el rumbo ideológico y organizativo del partido y les pidió a cambio movilización. «Llegó la hora de que con nuestro voto digamos alto y claro que la militancia es la máxima autoridad», sentenció en forma de dardo al cargo de Díaz que acuñó la expresión.

«Optimismo» al inicio de la batalla

«Moderadamente satisfechos». Así afirmaron a LA RAZÓN encontrarse fuentes de la organización del acto de Pedro Sánchez por una decisión de estrategia: se trataba de medir fuerzas con Susana Díaz y «el resultado no fue malo», dispararon. De cara al combate que viene, otras fuentes apuntaron que se sienten «optimistas», ya que cuentan con informes internos que les permiten serlo. De momento, ayer arroparon a Sánchez el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, y diputados del PSOE como Odón Elorza, Zaida Cantera o Adriana Lastra.