Francia

Penas de prisión en Francia para los etarras Etxeberría y Lariz

El juez les reprochó la incongruencia de su discurso: "si abogan por el fin de la lucha armada, ¿a qué esperan para entregar las armas?"

Andoni Lariz (izq.) y Urtzi Etxeberría.
Andoni Lariz (izq.) y Urtzi Etxeberría.larazon

Francia condenó hoy a seis años y a cinco años y tres meses de cárcel, respectivamente, a los etarras Urtzi Etxeberría y Andoni Lariz, considerados miembros del aparato logístico-militar de ETA cuando fueron detenidos en la región de Borgoña en enero de 2013.

Francia condenó hoy a seis años y a cinco años y tres meses de cárcel, respectivamente, a los etarras Urtzi Etxeberría y Andoni Lariz, considerados miembros del aparato logístico-militar de ETA cuando fueron detenidos en la región de Borgoña en enero de 2013.

El Tribunal Correccional de París consideró a Etxeberría Aierdi (36 años, natural de San Sebastián) y a Lariz Bustinduy (42 años, natural de Markina, en Vizcaya) culpables de todos los cargos por los que habían sido inculpados, y dictó contra ellos la expulsión definitiva de Francia al término de sus penas.

El tribunal impuso a Etxeberría 6.000 euros para indemnizar a la propietaria de un coche robado -que apareció destruido-, que se había constituido en acusación particular.

La pena de Lariz se desglosa en cinco años de prisión por todos los hechos vinculados con su actividad terrorista y tres meses suplementarios, por haberse negado durante varias semanas tras su captura, a ser sometido a pruebas genéticas para verificar su identidad.

La fiscal, Marielle Garrigos, puso el acento en que los dos son "miembros reivindicados de ETA", como lo reiteraron hoy durante la audiencia, y cuando fueron arrestados cerca de la ciudad de Nevers el 11 de enero de 2013 "estaban implicados en el aparato logístico-militar".

Según las conclusiones de Garrigos, Etxeberría pasó a la clandestinidad en marzo de 2011, aunque señaló que hay pruebas de su presencia en Francia junto a otros etarras desde 2009.

Sobre todo, hizo hincapié en que su ADN estaba en un zulo en el municipio de Brissac (en el departamento de Hérault, al sur de Francia) en el que cuando fue descubierto en diciembre de 2012 se encontraron proyectiles, así como material explosivo y electrónico para la confección de artefactos.

Ese zulo se había creado en mayo de 2011, es decir -según subrayó la fiscal-, meses después de que ETA hubiera declarado un alto el fuego unilateral, y a otros pocos meses de que en octubre de ese año declarara el fin definitivo de su actividad armada.

En cuanto a Lariz, del que dijo que había entrado en la clandestinidad en diciembre de 2010, comentó que hay pruebas de que desde el año siguiente compartió con otros miembros de la banda formación sobre el manejo de armas y de explosivos.

A partir de esos elementos, la representante del Ministerio Público afirmó que los dos encausados tuvieron una acción clandestina "a contracorriente de las posiciones oficiales"de ETA.

Y estimó que hay que tomar con "prudencia"los anuncios de tregua de ETA porque a su juicio "la organización se reserva la posibilidad (...) de volver a ser operativa" a la vista de que no ha depuesto las armas, de que en mayo se le requisó "un verdadero arsenal"en una casa de Biarritz, y de que en julio fueron detenidos en Francia dos de sus activistas, de nuevo armados.

Etxeberría y Lariz al ser arrestados también iban armados y en el coche robado que utilizaban, además de abundante documentación falsificada, se les requisó munición y documentación en múltiples soportes informáticos, además de algo más de 2.300 euros en efectivo.

Durante la fase de instrucción se les vinculó con otras células de la organización terrorista, así como con pisos francos utilizados por miembros de la banda en 2012, en Grenoble, en Bourges o en el departamento de Lot.

En una breve declaración hecha en nombre de los dos Lariz señaló que son "militantes de ETA y orgullosos de serlo", y que se habían integrado en la organización por "la falta de democracia"y "los ataques contra nuestro pueblo".

Aseguró que apoyan "total e incondicionalmente la nueva estrategia"de la banda, que "el tiempo de la lucha armada está terminado" y, tras denunciar "la violencia del Estado francés contra nuestros militantes y contra nuestro pueblo", pidió "en un plazo razonable"la liberación de todos los encarcelados.

El presidente del tribunal, Denis Couhé, le reprochó la incongruencia de su discurso: "si abogan por el fin de la lucha armada, ¿a qué esperan para entregar las armas?"