Carro de combate

Pesaba 6 toneladas y fue el primer carro de combate moderno: España lo utilizó en dos de sus guerras

El revolucionario tanque francés que cambió para siempre la historia de la guerra moderna y los blindados

Aparece un carro de combate de color verde caqui delante de otro carro de combate moderno
Pesaba 6 toneladas y fue el primer carro de combate moderno: España lo utilizó en dos de sus guerrasMinisterio de Defensa

Cuando pensamos en la evolución de la guerra moderna, pocos inventos han transformado tanto los campos de batalla como los primeros blindados. Durante décadas, los conflictos se libraron principalmente a pie o a caballo, hasta que la necesidad de protección y potencia de fuego cambió para siempre las reglas del juego.

A principios del siglo XX, ingenieros de diversas nacionalidades trabajaban febrilmente en conceptos revolucionarios que pudieran romper el estancamiento de las trincheras. Francia, inmersa en los horrores de la Gran Guerra, se convertiría en pionera de una tecnología que definiría el futuro de los enfrentamientos terrestres.

Mientras las batallas se prolongaban y las bajas aumentaban exponencialmente, surgió la urgente necesidad de crear máquinas que combinaran movilidad, protección y capacidad ofensiva. Esta búsqueda desesperada daría lugar a uno de los diseños más influyentes de la historia militar.

El tanque que cambió para siempre el diseño de blindados

Durante 1917, Louis Renault y el coronel Jean Baptiste Eugène Estienne desarrollaron una máquina de guerra que revolucionaría completamente la concepción de los vehículos blindados. Su Char léger Renault FT modèle 1917 introdujo por primera vez una torreta giratoria de 360 grados, estableciendo un paradigma que perdura hasta nuestros días.

Contrariamente a los diseños previos, este blindado francés incorporaba una configuración totalmente innovadora: motor trasero, compartimento de combate separado y torreta superior móvil. Esta distribución inteligente del espacio interno permitía mayor eficiencia operativa y mejor supervivencia de la tripulación de dos personas: conductor y artillero-comandante.

Con un peso aproximado de 6.5 toneladas y propulsado por un motor Renault de 39 caballos, alcanzaba velocidades máximas de 7.7 km/h sobre terreno favorable. Su blindaje variable entre 6 y 22 milímetros de grosor ofrecía protección razonable contra el armamento ligero enemigo, mientras que su armamento principal consistía en un cañón de 37 mm o ametralladora Hotchkiss de 8 mm, dependiendo de la variante específica.

Entre 1917 y 1918 se fabricaron aproximadamente 3,177 unidades, convirtiéndose en el blindado más producido durante la Primera Guerra Mundial. Participó activamente en numerosos enfrentamientos, destacando especialmente durante la ofensiva de los Cien Días que ayudó a inclinar definitivamente la balanza hacia los Aliados.

Tras el armisticio, múltiples naciones adoptaron este diseño francés, produciéndolo bajo licencia y adaptándolo a sus necesidades específicas. Su influencia trascendió décadas, participando en conflictos posteriores como la Guerra Civil Rusa y la contienda Polaco-Soviética, e incluso algunos ejemplares combatieron durante la Segunda Guerra Mundial, aunque ya completamente obsoletos.

Actualmente, los principios fundamentales establecidos por este pionero blindado francés permanecen vigentes en prácticamente todos los tanques modernos, demostrando la genialidad de su concepción original y su impacto duradero en la ingeniería militar mundial.