Pescadores de El Hierro alertan del mal estado de La Restinga ante la avalancha de pateras

La preocupación por la crisis migratoria crece al mismo ritmo que lo hacen las llegadas de pateras y cayucos repletas de inmigrantes ilegales a sus costas. Las cifras se disparan y el archipiélago no cesa de denunciar la situación y reclamar ayudas para atender a todas las personas que alcanzan el archipiélago. Los centros de acogida están desbordados y las autoridades canarias alertan constantemente de que no disponen de suficientes medios para hacer frente a la situación, que se complica según avanzan las horas.

Todas las islas se están viendo afectadas, pero El Hierro es la que mayor volumen de personas recibe y la situación comienza a ser insostenible. El puerto de La Restinga, al sur de la isla, es el primero que se encuentran los migrantes africanos que tratan de acceder a Europa y, por tanto, uno de los principales objetivos.

El fenómeno migratorio afecta directamente a los pescadores de El Hierro, que denuncian la desidia y la mala gestión que se está llevando a cabo con las embarcaciones precarias que llegan a la isla y se acumulan en el puerto, convirtiéndolo en un verdadero desguace de cayucos y pateras.

La Cofradía de Pescadores de El Hierro ha emitido un comunicado en el que manifiesta su malestar creciente ante la situación. Así lo expone Fernando Gutiérrez, expresidente de la entidad y actual secretario y portavoz de la misma, quien alerta de que el mal olor a pestilencia y gasolina “es irrespirable” y expone que la situación es propia “de un país tercemundista”, a la cual “no se le da ni de lejos una correcta salida”.

Según el secretario de la Cofradía de Pescadores Herreña, se pretende dar solución a la “grave situación” desencadenada por la avalancha de cayucos, “con los mismos medios que cuando venía uno cada seis meses”.

Gutiérrez afea que “es una auténtica vergüenza que esto ocurra en una región de la Unión Europea, donde han llegado más de 6.000 personas en lo que va de año, que todavía no se hayan puesto medios suficientes ni en lo más mínimo, en cuanto a la gestión de las pateras”.

El puerto está colapsado

El estado en el que se encuentra La Restinga no solo crea malestar en el colectivo de pescadores, desbordado por esta situación, sino que “mantiene medio colapsado el puerto”, tanto en su dársena pesquera como en los alrededores. “No solo se acumulan cayucos en la bahía, sino que se ocupan las vías del puerto con estos, por no darle una salida correspondiente a día de hoy”.

Asimismo, denuncia que se destruyen los cayucos en un lugar inadecuado, en el propio puerto, cerca de la lonja pesquera, y en el lugar donde operan las lanchas, con los turistas del buceo, que salen al mar todos los días. Y lo más grave, asevera es que “además de la contaminación general del ambiente, y el olor nauseabundo, hay una acumulación de más de 10.000 litros de gasolina, dentro de la propia explanada del varadero de la Restinga, lo que representa un peligro máximo”. Según el portavoz, en caso de accidente, “las consecuencias pueden ser catastróficas” si se produce una explosión de este producto dentro del propio puerto.

Fernando Gutiérrez recalca que no tienen nada en contra de nadie, pero se queja de que “parece que estamos esperando a que pase una desgracia para luego buscar la correspondiente solución”. Se pregunta dónde está el Gobierno del Estado dando respuesta a esta cuestión “que les compete directamente”. A su juicio, “el problema es hoy, ahora mismo, ya vamos con bastante retraso”. Los pescadores no entienden tanta desidia en un lugar “donde la situación se vuelve cada día más insostenible e insoportable, donde las entidades locales están viendo diezmados sus recursos con esta grave situación”, recalcan.