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Podemos buscará el "pacto del miedo"con Errejón antes de mayo

Giro en la estrategia morada ante el temor a una debacle el 26-M. El partido apuesta ahora por una "candidatura unitaria"con Más Madrid

Irene Montero insiste en la necesidad de que Podemos apueste por la "máxima unidad"/ Efe
Irene Montero insiste en la necesidad de que Podemos apueste por la "máxima unidad"/ Efelarazon

Giro en la estrategia morada ante el temor a una debacle el 26-M. El partido apuesta ahora por una "candidatura unitaria"con Más Madrid.

En el día 12 de la crisis interna desatada en Podemos por la fuga de Íñigo Errejón al partido de Manuela Carmena se vislumbró, por fin, una salida. «Se acabó el “shock”», reconocen en el partido. Ayer, por primera vez en las dos últimas semanas, la dirección de la formación morada habló de «reconstruir puentes», de «cerrar heridas» y de «explorar la posibilidad de llegar a un acuerdo» con el hijo pródigo. Lo argumentó la portavoz del partido en el Congreso, Irene Montero: «Íñigo Errejón ha roto muchas confianzas, pero nosotros somos responsables y conscientes de que hay que buscar el mayor proceso de unidad con todas aquellas formaciones políticas, también con el partido de Errejón, que estén en disposición de que los trillizos reaccionarios –en referencia a Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal– no gobiernen en Madrid».

La dirigente de Podemos dejó abierta la puerta a una candidatura unitaria. «Por supuesto», contestó a los medios de comunicación al ser preguntada por si Errejón y su partido, Más Madrid, están incluidos entre los actores políticos con los que Podemos buscará esa unidad.

Este giro en la estrategia de la dirección del partido, avanzado por este diario el domingo, llega después de que tanto Pablo Iglesias, como Pablo Echenique o la propia Montero hayan insistido durante diez días en que las vías de negociación con Errejón estaban cegadas y en que Podemos presentaría una candidatura propia a la Comunidad de Madrid para enfrentarse, llegado el caso, a la encabezada por el ex diputado morado. Ahora, la distensión y la invitación al acuerdo se han concretado a las puertas de la reunión del Comité Ciudadano Estatal, el máximo órgano de dirección de Podemos entre asambleas, convocado para mañana. Una reunión a la que, pese al guiño de ayer, la dirección de Podemos espera que no acuda Errejón: «Él se ha ido, ha fundado otro partido y creo que nos debe dejar debatir y contribuir a que dejemos de hablar de nosotros mismos y que podamos hablar de política. Tiene que respetar a Podemos, dejar de hacerle daño y de ser el centro del debate. Creo que la condición de posibilidad para que con el nuevo partido de Errejón nos podamos entender es que nos permita tener nuestros debates de forma tranquila», señaló Montero.

Para explicar este cambio en la hoja de ruta para atajar la crisis, es necesario tener en cuenta cómo la presión interna para forzar la negociación había aumentado en los últimos días. Primero, con la dimisión de Ramón Espinar como secretario general en Madrid, quien, de puertas para adentro, se había mostrado a favor del entendimiento con Más Madrid. Y después, con la publicación de la «Declaración de Toledo», el documento en el que diez líderes territoriales de Podemos reclamaron unidad y responsabilidad.

El paso escenificado ayer en la Cámara Baja se ha dado, según la explicación oficial, por dos razones: por responsabilidad y por la necesidad de evitar en la Comunidad de Madrid un Gobierno a la andaluza, integrado por el PP, Ciudadanos y Vox. La apuesta por esa máxima unidad posible no implica necesariamente que el acuerdo vaya a cristalizar finalmente, pero, al menos, el escenario para que se concrete sí es ahora más favorable que hace unos días. Para llegar hasta él, relatan fuentes de la dirección nacional, deberán superarse dos etapas. En la primera, el partido desarrollará un proceso participativo para confeccionar los programas y los equipos de una candidatura «potente» de Unidos Podemos, con Izquierda Unida y Equo ya sumados en esa confluencia. Después de esto, en la segunda etapa ya, habrá llegado el tiempo de hablar con todos los actores políticos que no hayan querido sumarse al proyecto de Unidos Podemos pero que estén por unir sus fuerzas para frenar al bloque de centro derecha. Éste es el momento en el que Podemos espera poder explorar las vías para llegar a un acuerdo con Errejón. Lo que no se producirá en ningún caso, aclaran en el partido, es que Unidos Podemos se integre dentro de Más Madrid.

Superadas todas las dificultades que, dados los precedentes, puedan surgir en estas dos etapas del proceso participativo, quedará por resolver el nombre de la candidatura que encabece la papeleta en mayo. Y es que, aunque los inscritos ya ratificaron por abrumadora mayoría la propuesta de Iglesias para que la marca de Podemos apareciera en las candidaturas de 2019, Montero dejó también ayer margen para negociar a este respecto: «Nuestros inscritos han dicho que es la mejor opción para ganar en la Comunidad de Madrid. No obstante, nuestra prioridad es que haya un proceso dialogado y de unidad». Sobre esta cuestión, IU aseguró ayer que, a su juicio, la marca Unidos Podemos no es «viable». Este detalle así como los relativos a la confección de una candidatura unitaria, con el partido de Errejón eventualmente incorporado, serán sometidos al final de este camino al criterio de las bases del partido morado.

Puestos a la tarea de formular una propuesta atractiva para los madrileños y tras la salida de Espinar, el partido nombró ayer una gestora regional. Será este equipo, en coordinación con la dirección nacional, el que comande la travesía hasta mayo. Formará parte de esta gestora Julio Rodríguez, ex Jemad y líder de Podemos en la capital, después de que la alcaldesa Carmena rechazara incluirlo en la candidatura de Más Madrid al Ayuntamiento.

Lo que sí descartó ayer, una vez más, la dirección estatal de Podemos es que pueda construir una candidatura propia para la capital que compita con Carmena: «En el Ayuntamiento ya hemos dicho con toda claridad que nos echaremos a un lado. Nos entristece que Manuela Carmena haya decidido prescindir de todos aquellos apoyos con los que pudo ganar en 2015, de Ganemos, de Izquierda Unida y de Podemos, pero aun así somos gente responsable y nos echaremos a un lado».