Congreso

Podemos amenaza con no apoyar los presupuestos de Sánchez: "PSOE y Sumar querían comprar nuestro silencio"

El partido de Yolanda Díaz está elaborando un reglamento que incluye en régimen disciplinario para impedir la disidencia interna

Pedro Sánchez ha logrado ya la investidura, pero tiene por delante un horizonte de gobernabilidad más que complicado. Y no solo por los independentistas, sino también por sus propios socios de coalición: el grupo parlamentario de Sumar, nacido tras las elecciones del 23 de julio, está al borde de la ruptura con Podemos. Los morados ya amagan con tumbar los presupuestos mientras Sumar prepara un reglamento sobre el funcionamiento interno del grupo con régimen disciplinario incluido, que sancione a los diputados que se desmarquen del sentido del voto decidido por la mayoría. Es decir, Sumar está diseñando mecanismos para impedir la disidencia interna, con la mirada puesta en Podemos.

No obstante, ese reglamento parece que puede llegar incluso tarde viendo cómo están las cosas de tensas: de hecho, la portavoz de Podemos Ione Belarra ha dejado entrever este jueves que ya no hay vuelta atrás y la ruptura puede llegar más pronto que tarde. "Lo digo honestamente, creo que estamos en un momento en el que todas las cartas están boca arriba. Si se valorara el trabajo de Podemos yo creo que se hubiera contado con Podemos para participar de la gobernabilidad", ha señalado la antigua ministra del Gobierno, haciendo muy difícil la posibilidad de recoser las relaciones entre ambas formaciones. De hecho, ha tratado de culpabilizar a Sumar de una hipotética ruptura al asegurar que contemplan que Yolanda Díaz les eche del grupo, siguiendo la línea de Sánchez en el Gobierno.

Actualmente, el grupo parlamentario de Sumar tiene 31 diputados, de los cuales cinco corresponden a Podemos. Con esos cinco escaños, Sánchez se queda sin la mayoría absoluta y leyes como los presupuestos quedarían en el aire: de esta manera, a los 171 votos en contra correspondientes a los de la oposición en esta legislatura (PP, Vox y UPN), se pueden sumar los cinco de Podemos (la mayoría absoluta está en 176). Podemos está herido por el ninguneo que ha sufrido con el reparto de ministerios (considera que se les ha expulsado del Gobierno) y señala tanto a Díaz como a Sánchez como culpables: por ello, va a encarecer mucho su apoyo a lo largo de toda la legislatura y puede comenzar por los presupuestos, que será una de las primeras leyes que se tramite.

En Podemos aseguran que aspiran a recuperar la "capacidad de influencia": para ello pretenden recuperar tanto la voz como el voto. De hecho, hacen énfasis en la recuperación de la "voz" porque consideran que se les ha expulsado del Gobierno porque lo que más "les ha molestado siempre" al PSOE y Sumar es que "hablen". "Ellos querían comprar silencio, que no hablemos y no tengamos ruedas de prensa", señalan en la formación morada.

Mientras tanto, en Sumar se arman para defenderse de los envites: ya están con la preparación de un reglamento interno para establecer un régimen disciplinario ante la posibilidad de que se rompa la disciplina de voto. En este sentido, hay quien asegura que no es solo Podemos la única voz discrepante dentro del grupo parlamentario, lo que abre la puerta a que el régimen disciplinario no solo se tenga que aplicar con los morados.