Divorcio
Podemos expulsa del partido a su única diputada en Asturias y se queda fuera del parlamento autonómico
La dirección central de la formación morada, después de un año de enfrentamientos directos, se ha desvinculado definitivamente de Tomé Covadonga, último sillón del que disponían en el Parlamento Asturiano, perdiendo así su representación
La dirección de Podemos Asturies ha notificado este martes a la Junta Gereral del Principado la expulsión definitiva del partido de su única diputada con sillón en el parlamento asturiano, Covadonga Tomé.
La dirección general de Podemos, que llevaba varios años protagonizando enfrentamientos directos con Covadonga Tomé, ha pedido al Letrado Mayor y a la Mesa de la Cámara que tomen las medidas oportunas para que su exdiputada no utilice el nombre del partido.
La destitución
Existía un expediente que proponía la expulsión de Tomé que se hizo efectiva el pasado 26 de diciembre, y ante la cual, según los morados, la parlamentaria asturiana no ha presentado alegaciones. La retirada de afiliación a Podemos fue impulsada por la Comisión de Garantías Democráticas Estatal, un órgano del partido que ellos mismos definen como "imparcial e independiente", y que se encarga de "velar por el respeto a los derechos de las personas inscritas y el cumplimiento de los principios fundamentales y las normas de funcionamiento".
Los morados han lanzado un comunicado en el que afirman que la comunicación registrada en la Junta de Asturias da por cerrado el asunto. Aseguran que "ya forma parte del pasado" de su formación, y anuncian una "nueva etapa de reorganización y fortalecimiento" de sus estructuras, además de que toman a la militancia y sus cargos públicos municipales como "la mejor herramienta para seguir haciendo políticas transformadoras.
Covadonga Tomé, al respecto de su expulsión definitiva, ha afirmado que no recibió la notificación oficial que el partido le envió el pasado 23 de diciembre para proponer su expulsión, y asume que su desvinculación con la formación morada es "total". Más aún, ha pedido retirar todas las posibles referencias a Podemos de la cartelería, el correo electrónico o cualquier material relacionado con sus acciones en el Parlamento Asturiano.
A través de un comunicado, la política asturiana ha dejado clara su absoluta falta de interés en vincularse a Podemos, cuando ha afirmado que "las medidas que hay que tomar son ninguna". Tomé lleva adscrita al Grupo Mixto desde el inicio de la vigente legislatura y asegura que la medida que ha tomado la dirección "no cambia absolutamente nada", ya que pretende seguir trabando con las mismas ideas y el apoyo de las mismas personas que la eligieron.
Oposición de Tomé
Según ha informado EFE, los motivos de la expulsión son unos hechos que la dirección de Podemos considera sumamente graves, y acusan de haber causado "un enorme daño" y de incidir en faltas "graves" y "muy graves" así tipificadas en sus estatutos, como fueron la ocupación forzosa de la sede del partido el año pasado o los supuestos escraches a trabajadoras.
A esto, se le suma la acusación de la dirección central a Tomé de haber convocado públicamente dos asambleas ciudadanas "sin tener competencia para ello" y "al margen de los procedimientos del partido". Además, aseguran que una de las claves para que se diese la deriva rupturista fue la negativa de la diputada a consensuar la posición de la formación respecto a la investidura, así como la elección al margen de la central del equipo negociador para los presupuestos o como la falta de comunicación al partido de contratación de personal a su servicio.
Covadonga Tomé se encerró junto a otros miembros de la candidatura y militantes en la sede de Podemos en Gijón en abril del año pasado, con la finalidad de retomar las negociaciones con la dirección central. Los mandatarios del partido morado, a pesar de que Tomé obtuviese el apoyo de más del 60% de los militantes en las elecciones internas, quisieron elegir ellos a los cabeza de lista, y pusieron sanciones a 14 miembros.
La asturiana creía que estas sanciones se impusieron por opinar diferente y discrepar en un órgano del partido. Además, afirmó que "en Asturias nunca hemos tenido a pelear por las cuestiones que consideramos justas".
Después de muchos meses en conflicto directo, la relación entre la parlamentaria y Podemos ha acabado en divorcio, aunque ya se fue dejando entrever en las trabas que su propio partido le ponía a Tomé, que llegó incluso a mandar a Irene Montero a Asturias a apoyar a una candidata diferente o a celebrar una reunión de la dirección autonómica a la que no se la invitó.
El problema parece haber acabado de muy malas formas y con los dos bandos como derrotados, perdiendo unos a la única diputada que les representaba en Asturias y la otra el respaldo de las siglas —si es que alguna vez lo tuvo— del partido al que se afilió hace tiempo.
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