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Elecciones

Podemos pierde en las urnas 12,5 millones en subvenciones

La caída electoral lastrará la economía del partido morado los próximos cuatro años

Pablo Iglesias, en una imagen de archivo en el Congreso / Efe
Pablo Iglesias, en una imagen de archivo en el Congreso / Efelarazon

La caída electoral lastrará la economía del partido morado los próximos cuatro años.

Las elecciones generales de abril y las municipales, autonómicas y europeas de mayo han situado a Podemos frente a la realidad de un fuerte retroceso. La pérdida de un 7% de los votos y de casi una treintena de diputados en el Congreso constituyó el 28-A el prólogo de una debacle todavía mayor en los comicios a los 13 parlamentos regionales que se han renovado recientemente, en las denominadas ciudades del cambio –con Cádiz como única excepción– y en el Parlamento de Estrasburgo. La pérdida de representación y de influencia es sólo una de las consecuencias a las que deben hacer frente los de Pablo Iglesias. La otra cara es la económica. Los partidos políticos se nutren de importantes subvenciones públicas en función de la representación que logran en los tres niveles de la administración estatal así como en la Unión Europea. En el caso de Unidas Podemos, sus malos resultados electorales supondrán una pérdida de más de 12,5 millones de euros en ayudas públicas respecto a lo que hubieran percibido en el caso de haber logrado mantener sus anteriores números.

En las elecciones generales, la subvención percibida por los partidos asciende hasta los 21.167,64 euros por cada asiento que consigan en el Congreso y en el Senado. A esta cantidad se suma otra ayuda de 81 céntimos por cada voto en la votación a la Cámara Baja y 32 céntimos en la Alta, siempre que la candidatura en cuestión obtenga escaño. En las generales de 2016, Unidos Podemos logró por esta vía de subvenciones –orientada a compensar a los partidos por sus gastos electorales– algo más de 5 millones de euros. Esa cantidad ahora se verá mermada en 1,68 millones de euros, hasta quedarse en poco más de 3,9 millones.

Las comunidades autónomas activan esta misma línea de ayudas por gastos electorales cuando se celebran en sus territorios comicios para renovar los parlamentos regionales. La cuantía no es igual en todas las autonomías, ya que fijar su importe es competencia de cada gobierno. Oscila entre los 20.805 euros por diputado que se conceden a los partidos en Canarias hasta los 10.205 euros que perciben las formaciones por cada escaño en las Cortes de Castilla y León. En lo que concierne a las ayudas por cada voto, a la cabeza se encuentra la Comunidad de Madrid, que da 1,01 euros por cada papeleta. En el otro extremo, de nuevo Castilla y León, con 44 céntimos. Y en este nivel de la administración, la caída de Podemos ha sido más fuerte que en el ámbito estatal. Frente a los 119 diputados que tenía el partido morado en los parlamentos renovados en el último mes –las 12 cámaras del 26-M y la valenciana, cuyos comicios coincidieron con los generales–, ahora cuenta con apenas 44. Esto es, 75 menos, que se explican a partir de la pérdida de casi un millón de votos. Trasladado a la contabilidad del partido, el ciclo electoral en las regiones supondrá que la formación dejará de percibir casi dos millones. Gracias al buen resultado de 2015, estas subvenciones sumaron a las cuentas de Podemos 3,1 millones, que ahora se reducirán hasta los 1,2 millones.

Por regiones, es la Comunidad de Madrid en la que más se dejará sentir la pérdidas de ayudas públicas. La fractura abierta con Íñigo Errejón provocó que éste fuera el candidato de Más Madrid. El escrutinio otorgó a la candidatura morada sólo 7 diputados frente a los 27 de hace cuatro años. Esto supondrá una caída de ingresos de más de 810.000 euros.

En lo que respecta a las elecciones europeas, la suma de Podemos y de Izquierda Unida se ha dejado 5 escaños. El efecto económico de esta caída será la pérdida de más de 612.000 euros respecto a la convocatoria de 2015.

Al margen de estas subvenciones extraordinarias por gasto electoral, los partidos políticos reciben ayudas ordinarias, también en función de su representación en las administraciones. Estas subvenciones son fijadas por el Gobierno en cada ejercicio presupuestario. En las aprobadas en febrero por el Ejecutivo de Sánchez, a Unidas Podemos le correspondió el 17,1% del total: 8 de los 52 millones a repartir. En el nuevo escenario, al partido morado le corresponderá sólo el 12% de la tarta. Lo que implicará una caída en los ingresos de 2,6 millones de euros en cada uno de los tres años que restan de legislatura.