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Podemos rompe con Sánchez y no garantiza apoyar sus decretazos

La dirección morada teme que el PSOE transforme las Cortes ya disueltas en un escenario electoral.

Podemos rompe con Sánchez y no garantiza apoyar sus decretazos
Podemos rompe con Sánchez y no garantiza apoyar sus decretazoslarazon

La dirección morada teme que el PSOE transforme las Cortes ya disueltas en un escenario electoral.

Era algo previsible y ayer el Gobierno y Podemos lo confirmaron: la convocatoria de las elecciones generales de abril ha comenzado a alejarlos sin remedio. La precampaña entró este miércoles de lleno en el Congreso y los que eran, hasta hace dos semanas, aliados necesarios para sacar adelante los presupuestos que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias firmaron en Moncloa han mutado en adversarios en pugna por el voto del electorado de izquierdas. Irene Montero, portavoz de Podemos, rompió formalmente con el Ejecutivo al acusar al presidente y a los ministros de aplicar «recortes por la puerta de atrás», lo que demuestra, según su diagnóstico, en una fuerza política que no es de fiar. Sánchez, por su parte, afeó a Montero que Podemos haya bloqueado en la Cámara Baja medidas en torno a los alquileres y a las pensiones.

La sesión de control constituyó el primer capítulo de un desencuentro que tendrá su continuación en las dos semanas que restan hasta la disolución de las Cámaras –el 5 de marzo– y, a partir de entonces, en la Diputación Permanente. El Gobierno de Sánchez tiene previsto utilizar este órgano –que hace las veces de Congreso– para tramitar y debatir algunas de las medidas que quedaron aparcadas tras el rechazo a los presupuestos e, incluso, para buscar la convalidación de los reales decretos que el Gobierno apruebe en los próximos diez días. Sánchez ya avanzó su intención de aprobar, al menos, dos decretos ley para recuperar el subsidio para los desempleados mayores de 52 años y para regular la cotización de los cuidadores no profesionales de personas dependientes.

En Podemos cuestionan esta utilización de la Diputación Permanente. Consideran que es legítima esta vía en el caso de que Sánchez recurra a ella, aunque subrayan que la prioridad del país debe ser que los partidos trabajen desde el día siguiente al 28-A para conformar un Gobierno más sólido que el actual. En la dirección del partido morado temen que el presidente utilice la Diputación Permanente como un escenario más de la campaña y «vender» y arrogarse en este órgano la puesta en marcha de medidas que también Podemos considera como propias. Si Moncloa intenta convalidar sus decretos con las Cortes ya disueltas, Podemos sólo dará su apoyo a los que contengan ya medidas pactadas en el acuerdo político que Iglesias y Sánchez firmaron junto a los presupuestos. Lo que en ningún caso apoyarán son medidas nuevas que excedan ese pacto o que traten de explotar electoralmente la Diputación Permanente, habitualmente reservada en este contexto para la aprobación de decretos que palíen los efectos de catástrofes naturales o para afrontar pagos urgentes.

Durante el debate en el Pleno, Montero justificó sus acusaciones contra el Gobierno en el hecho de que haya dado una «orden secreta» para que los Ministerios no gasten más de un 50% de lo presupuestado. «Que ustedes impongan estos recortes demuestra que no son de fiar», señaló la portavoz del partido morado. Dentro del que fue su repaso más crítico hasta la fecha de la legislatura, Montero recordó que ni el propio Sánchez confiaba en sacar adelante la moción de censura contra Rajoy y que Podemos, durante la negociación de los presupuestos, logró «arrancar» al PSOE medidas a las que hasta entonces se resistía como la subida del Salario Mínimo. La situación con la que acaba la legislatura, a juicio de Podemos, es grave: «Con los presupuestos de Rajoy en vigor» y «con el diálogo roto en Cataluña».

En el Pleno de ayer, Sánchez también tuvo un duro intercambio parlamentario con Albert Rivera. El líder de Ciudadanos preguntó al presidente si, tras las próximas elecciones, se planteará «negociar con Torra» y si barajaría indultar a los líderes del «procés». Sánchez afeó a Rivera que trate de «poner un cordón sanitario» al PSOE. También le acusó de cambiar de chaqueta: «Dejó la del supuesto liberal y se ha puesto una que huele a naftalina: la de la ultraderecha».