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Alarma en Moncloa por el máster de Montón: «No pinta nada bien»

En el Gobierno y en el PSOE recuerdan la exigencia de ejemplaridad

Sánchez se reunió ayer con los agentes sociales en Moncloa, pero nadie del Ejecutivo compareció para valorar el «caso Montón» / Efe
Sánchez se reunió ayer con los agentes sociales en Moncloa, pero nadie del Ejecutivo compareció para valorar el «caso Montón» / Efelarazon

En el Gobierno y en el PSOE recuerdan la exigencia de ejemplaridad.

Nuevo incendio para el Gobierno de Pedro Sánchez. La polémica por el máster de Carmen Montón hizo cundir la preocupación en las filas socialistas y gubernamentales a primera hora de la mañana por la asimilación de su caso con el de otros políticos como Pablo Casado y Cristina Cifuentes. Algunas fuentes se emplazaron a las explicaciones de la ministra en su rueda de prensa posterior, pero otras ya se mostraron muy categóricas al señalar: «Esto no pinta nada bien. Se tiene que ir». Tras su declaración en el Ministerio de Sanidad, desde el Ejecutivo intentaron cerrar filas señalando que las explicaciones aportadas por Montón habían sido «claras, amplias y transparentes». Ninguna palabra de respaldo más en público. Si bien se barajaba que la ministra de Educación, Isabel Celaá, compareciera tras su reunión con la patronal y los sindicatos para aprobar un acuerdo para impulsar la FP, finalmente esto se evitó y fueron los agentes sociales quienes dieron la rueda de prensa en solitario. Desde Moncloa se daba mucha importancia a esta comparecencia a fin de intentar marcar distancias con los referidos casos del PP, aunque con la incertidumbre de si esos matices llegarán a calar en el ciudadano de a pie.

Menos herméticos respecto a Montón se muestran en el seno del PSOE, donde varios cargos no disimulan la preocupación y el perjuicio que puede suponer este tema para el partido a las puertas del año electoral. En concreto, recuerdan la exigencia de ejemplaridad con la que el Gobierno de Sánchez alcanzó el poder, tras llegar a La Moncloa a través de una moción de censura por los casos de corrupción del PP. Esta exigencia hizo que la dimisión de Màxim Huerta se produjera en escasas 24 horas desde que se hizo público que defraudó a Hacienda 218.332 euros a través de una sociedad que constituyó cuando trabajaba como presentador en Telecinco. Pero no es la única situación que pone al partido frente al espejo de sus propias contradicciones. Los socialistas también presentaron una moción de censura contra Cristina Cifuentes porque «la mentira no puede presidir la Comunidad de Madrid». Estas palabras de Sánchez vuelven ahora en forma de bumerán, aunque la totalidad de los consultados reconocen que los casos entre ambas no son asimilables.

Más coincidencias se pueden establecer con el Pablo Casado, aunque el principal problema de sostener a Montón se lee en clave estratégica, y en la incapacidad en lo sucesivo de utilizar el «caso Master» que persigue al líder popular como arma de desgaste contra él. «Sostener a Carmen –Montón– es el salvoconducto político de Casado», reconocen.