
Terrorismo
"Presos políticos", "conflicto", "refugiados": la batalla de las víctimas para evitar el blanqueo de ETA a través del lenguaje
La AVT lanza la campaña "Blanquear con palabras", que advierte de que la generalización de esos términos desde el entorno de la banda terrorista "también construye impunidad"

Las víctimas del terrorismo no se resignan ante la manipulación del relato por parte de ETA y su entorno con el objetivo de blanquear su actividad criminal. Para oponerse a ese mensaje, la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) ha lanzado la campaña "Blanquear con palabras", que advierte de que el lenguaje "también construye impunidad".
La asociación que preside Maite Araluce recuerda que "una de las principales causas de revictimización en las víctimas del terrorismo es la manipulación del relato". Algo que, subraya, muchas veces se lleva a cabo "a través del lenguaje". "
"Desde ETA y su entorno se emplean siempre términos y expresiones que contribuyen a manipular la verdadera historia del terrorismo y a convertir a los verdugos en víctimas", llama la atención la AVT.
Con el objetivo de oponerse a esa intención de dulcificar el más de medio siglo de terrorismo de ETA, la asociación de víctimas aclara el verdadero significado de términos utilizados habitualmente por el entorno proetarra.

No hubo ningún "conflicto"
Así, hace hincapié en que con el término "conflicto" para referirse a la actividad terrorista de ETA "se revictimiza a las víctimas del terrorismo al afirmar que participaron en un enfrentamiento entre bandos en el que todos fueron, a la vez, víctimas y victimarios". En el caso de la banda criminal, puntualiza, la responsabilidad de la violencia "recae únicamente en los terroristas y en quienes los apoyan desde las instituciones".
"Nunca ha existido una guerra", insiste la AVT. "Hay víctimas y verdugos. El uso de este término pretende justificar el terrorismo de ETA, presentándolo como parte de un conflicto inexistente entre dos bandos" que deberían "ceder para alcanzar la paz, una idea que falsea la realidad", deja claro.
La AVT incide en que los etarras no son "presos políticos", porque en España nadie está en la cárcel "por sus ideas políticas". "Están en prisión por haber asesinado y ejercido una violencia no solo costó la vida de 853 personas, sino que marcó la vida de todos los españoles durante años", añade. "No están encarcelados por sus ideas, sino por haber derramado sangre inocente".
Y en relación a los "refugiados y exiliados" afirma que son terroristas que "al tener cuentas pendientes con la Justicia optaron por no regresar a España". "No pueden ser considerados exiliados".
En cuanto a las "torturas y abusos policiales", replica que "no han constituido una práctica generalizada ni un patrón sistemático". En los casos en los que se hayan podido demostrar, precisa, "se trataría de hechos aislados y puntuales, no de una política estructural ni de un fenómeno comparable al terrorismo".
Falsa equiparación de "víctimas"
También niega la existencia de "víctimas de diferentes violencias" porque -argumenta- pretender equiparar a las víctimas del terrorismo con otras víctimas de vulneraciones de derechos humanos "sin relación con el terrorismo refuerza la teoría del "conflicto" y "diluye la gravedad específica de los crímenes cometidos por ETA".
En esa misma línea, niega que se pueda equiparar el dolor de las familias de los terroristas, "que eligieron libremente formar parte de ETA", con el de las víctimas del terrorismo, "que nunca eligieron serlo". Establecer esa comparación, advierte, "supone una banalización del sufrimiento verdadero".
La AVT también alerta de que "la vuelta a casa de los presos", eslogan habitual de la izquierda abertzale, "implica impunidad". "La liberación inmediata de presos condenados por terrorismo -afirma- supone ignorar la gravedad de sus delitos y la justicia para las víctimas".
La asociación también se opone a la afirmación de que "ETA fue antifranquista" y señala al respecto que aunque asesinó a 43 personas durante el franquismo, tras la Transición "continuó asesinando", nada menos que a otras 810 personas. "El 95% de los crímenes mortales de ETA se produjeron en un sistema democrático", precisa.
La legislación "de excepción" no existe
En cuanto a la "vulneración de los derechos de los presos" etarras, recuerda que la legislación penitenciaria establece beneficios para quienes muestran "signos claros de haber roto" con ETA. Se trata, subraya, de requisitos específicos, "no excepcionales" cuya concesión no es automática y que "responden a la naturaleza de los delitos cometidos".
La AVT también niega la existencia de "diferentes relatos" según el "bando" al que se pertenezca, "lo que implica una equiparación entre víctimas y verdugos". Algo que, lamente, no solo revictimiza a quienes sufrieron el terrorismo, sino que "impone la normalización del enaltecimiento del terrorismo y sus justificaciones".
"La verdad es una: ETA fue una organización terrorista que vulneró los derechos humanos a través del asesinato, la amenaza y la extorsión, sin justificación posible".
Por último, puntualiza que en nuestro ordenamiento jurídico "no se permiten" medidas legislativas "de excepción" en función de las personas. "La dispersión penitenciaria no lo era: los presos tienen derecho a cumplir condena en un centro que facilite su reinserción, pero eso no implica necesariamente que deba estar cerca de su lugar de residencia", matiza.
A este respecto insiste en que con los terroristas "se aplican medidas específicas, no excepcionales, ajustadas a la gravedad de sus crímenes".
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