La Princesa Leonor participa en su primer acto público como dama cadete

Bajo un sol de justicia –unos treinta grados se registraron en la capital aragonesa a las seis y media de la tarde– y con puntualidad británica, la dama cadete Borbón Ortiz, futura jefa de las Fuerzas Armada, y sus 410 compañeros de primer curso de la Academia General Militar formaron en la plaza del Pilar, frente a la basílica. La Princesa Leonor, que llevaba el pelo rcogido en un moño, fue recibida con una gran ovación y bajo la atenta mirada de cientos de curiosos y familiares de los cadetes y damas que se han trasladado hasta la Plaza para no perder detalle del primer acto público de la Heredera como dama cadete.

Una lluvia de flashes, aplausos y entre gritos de ¡guapa!, la Princesa Leonor y sus compañeros entraron en el interior de la Basílica alrededor de las siete de la tarde donde ya sin cámaras tuvo lugar este tradicional acto en el que los nuevos cadetes se presentan a la Virgen para pedir su protección.

Arrancó así uno de los actos más simbólicos de la carrera militar de la Heredera, antesala de su jura de bandera que tendrá lugar mañana con la presencia de los Reyes.

Ataviada con uniforme caqui de paseo de verano y la típica boina roja de la AGM y a pocas semanas de cumplir los 18 años –lo hará el 31 de este mes– , la hija mayor de Felipe VI y la Reina Letizia participó en esta ceremonia que es tradición entre los cadetes de nuevo ingreso, después de la Entrega de Sables, y con anterioridad a la Jura de Bandera. Constó de dos partes, una en el exterior y otra en el interior de la Basílca. En la Plaza del Pilar, los cadetes formaron por batallones y el General director de la AGM, general Manuel Pérez López, pasó revista. Como se pudo ver a través de la retrasmisión del acto, Doña Leonor desfiló con una media sonrisa y totalmente integrada en uno de los batallones de cadetes que primero han formado en la plaza de la basílica.

Posteriormente, tras la parada castrense, los cadetes empezaron a marchar en columnas de tres para acceder al templo por una de las puertas laterales. La heredera al trono, en medio de la columna, flanqueada por dos cadetes, se ha retirado la boina antes de entrar en la basílica, donde ha recibido a la tropa el arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano, bajo los acordes del órgano.

Este acto, que es de carácter voluntario, se celebró, según el protocolo tradicional y, pese a la presencia de la Heredera no varió su desarrolló ni contó con rasgos diferenciados más allá del aumento de las medidas de seguridad en el perímetro en el que tuvo lugar la ceremonia.

Después de un pequeño discurso, que pronunció uno de los cadetes así como el del director y el arzobispo en los que se ensalzaron, previsiblemente, los valores vinculados a la Virgen del Pilar como la firmeza, la seguridad y la constancia, dos cadetes depositaron un cesto de flotes en la escalinata al lado de la Virgen del Pilar. Fue entonces cuando tuvo lugar uno de los instantes más sobrecogedores de la ceremonia. Uno a uno los cadetes y damas de nueva incorporación fueron pasando por delantes de la imagen de la Virgen del Pilar. De hecho, durante el acto de esta tarde, la patrona de la Hispanidad y de la capital aragonesa lució el manto que en su día donó la Academia General Militar.

La ofrenda floral a la Virgen del Pilar sirvió como antesala a la gran ceremonia que se celebrará mañana en la que la dama cadete Borbón Ortiz jurará la bandera depositando un beso sobre ella y prometiendo defender a España a aún a costa de la propia vida.

Considerado como uno de los más trascendental de toda la vida militar, estarán presentes los Reyes. De hecho, Don Felipe dirigirá unas palabras a los presentes y todavía no está confirmado si la cadete dama Borbón Ortiz pronunciará unas palabras. Tal y como aseguró la ministra de Defensa, Margarita Robles, hace unos días desde Zaragoza, el de mañana «no va a ser una jura individualizda como la de su Majestad el Rey. Va a ser una Jura de Bandera normal».