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Prisión para Bárcenas

La Razón
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El extesorero del PP Luis Bárcenas ingresó ayer en la cárcel de Soto del Real, después de que el juez del caso Gürtel, Pablo Ruz, ordenara prisión incondicional y sin fianza por riesgo de fuga.

La novena comparecencia judicial de Luis Bárcenas terminó en la cárcel de Soto del Real. El juez de la Audiencia Nacional acordó ayer, a instancias de la Fiscalía Anticorrupción, el ingreso en prisión incondicional y sin fianza del ex tesorero del PP por el incremento del riesgo de fuga y para evitar que destruya pruebas e intente influir en otros imputados. Esta vez, Bárcenas sí declaró y lo hizo durante dos horas, pero sus explicaciones no convencieron al instructor del «caso Gürtel», quien considera su explicación sobre los movimientos de sus cuentas en Suiza (donde llegó a acumular, en enero de 2008, 48,2 millones de euros) «inconsistente y manifiestamente insuficiente». Y es que para Ruz el «aumento desproporcionado del patrimonio» del ex senador «aparece carente de justificación», pues, añade, «en modo alguno ha quedado acreditado hasta la fecha» ni las compraventas de obras de arte ni las operaciones inmobiliarias con las que Bárcenas justificó ante el juez la procedencia de sus emolumentos.

El ex tesorero del PP llegó a reconocer ayer al juez que «continúa con la capacidad de gestión activa de su posición patrimonial en Suiza», pese a que Ruz acordó el pasado 31 de mayo el bloqueo de todas las cuentas de Bárcenas y de sus sociedades en el país helvético.

Mejor suerte que él corrieron su esposa, Rosalía Iglesias, y su supuesto testaferro Iván Yáñez, quienes tras declarar ante el juez quedaron en libertad al no solicitar ninguna acusación la imposición de medidas cautelares contra ambos. De hecho, la mujer de Bárcenas abandonó la Audiencia Nacional cinco horas antes de que el magistrado acordase el ingreso en prisión de su marido.

Dinero de «difícil control»

En una resolución de 24 folios, el juez desgrana los motivos por los que, a diferencia de lo que acordó el pasado febrero, ahora sí es necesario el ingreso en prisión del imputado. En este sentido, sostiene que el avance de la investigación ha derivado en un «riesgo fundado de huida» y subraya la gravedad de los delitos que se le imputan (blanqueo, estafa procesal, falsedad en documento mercantil, contra la Hacienda Pública y contra la Administración Pública) y el consecuente aumento, «evidente y sensible», de las penas a las que se puede enfrentar.

Ruz argumenta, además, que Bárcenas cuenta con patrimonio en el extranjero «de difícil control» y complicada intervención judicial y expresa su temor de que pueda, directamente o a través de terceros, alterar o hacer desaparecer fuentes de prueba y tratar de «influir sobre otros imputados, testigos o peritos», una posibilidad que estima «real y no meramente hipotética».

La medida de prisión –respaldada por la Asociación de Abogados Demócratas Europeos (Adade) y los socialistas valencianos (PSPV), que ejercen la acusación popular en el procedimiento– también se sustenta en la petición de la Fiscalía Anticorrupción (notificada ayer) de que se imponga a Bárcenas una fianza de 28,1 millones de euros para hacer frente a posibles responsabilidades civiles.

Ruz no da crédito a las explicaciones de Bárcenas sobre las supuestas compraventas de cuadros en 2004 y 2006 con las que intentó justificar el ingreso de 560.000 euros por parte de su esposa, unas actuaciones que, considera, no reflejan operaciones reales, sino que se utilizaron con el fin «de inducir a error» al juez y obtener «el archivo de la causa» por fraude fiscal. Bárcenas insistió en la validez de los contratos firmados con la supuesta marchante Isabel Mackinlay –quien admitió a Ruz que se trató de una simulación– y aseguró que ésa «padece una enajenación mental», al tiempo que anunció la interposición de acciones legales contra ella por falso testimonio.

El magistrado hace especial hincapié en un viaje relámpago de Bárcenas a Buenos Aires el 16 de junio de 2011 (permaneció en la ciudad sólo 14 horas antes de regresar a España), según el juez para falsificar los documentos de la supuesta compraventa de cuadros, que sólo cuatro días después aportó a Hacienda. El ex tesorero del PP aseguró ayer al juez que viajó a Argentina para asistir a una reunión de negocios con tres empresarios de los que no recordó el nombre. Una explicación que el instructor del «caso Gürtel» considera «vaga, imprecisa e incoherente».

Bárcenas, subraya el magistrado, «ofrece explicación parcial, inconsistente y manifiestamente insuficiente» sobre los movimientos en sus cuentas suizas, contradictorias en algunos casos con lo manifestado por Iván Yáñez.

En último caso, apunta que el último informe de Hacienda «duplicará» la responsabilidad por fraude fiscal de Bárcenas.