Proetarras plantan robles en honor a pistoleros muertos

La Guardia Civil puso fin ayer a lo que, según fuentes antiterroristas, constituía una ofensa permanente a las víctimas, ya que se trataba de un homenaje a pistoleros de ETA, muertos en enfrentamientos con las Fuerzas de Seguridad, al ser interceptados tras cometer atentados o se dirigían a perpetrarlos. Dicho homenaje consistía en la plantación de un robledal en el monte Arichulegui de Oyarzun, el mismo lugar en el que, en 2006, tres miembros de la banda encapuchados realizaron disparos de fusil en honor de los «gudaris» (soldados vascos).

Entre 6:45 y las 7:15 horas de la mañana, agentes de la Benemérita detuvieron a los cuatro individuos que se encargaban del «bosque», a los que se imputa un presunto delito de enaltecimiento del terrorismo. Se trata de Joaquín Izaguirre Elizondo, de 62 años; Ramón Sagarzazu Gaztelumendi, de 48; Francisco Javier Iragorri Gamio, de 64; y Francisco Gaztelumendi Uribarren, de 48. Los cuatro fueron apresados cuando salían de sus respectivos domicilios y trasladados a la Comandancia de Inchaurrondo.

El espacio que habían ocupado en el citado monte estaba compuesto por 239 esquejes de roble, uno por cada miembro de ETA fallecido como consecuencia de su actividad terrorista, identificados con una placa numérica (del 1, que corresponde a Txabi Echebarrieta, el primer miembro de ETA muerto en 1968, al 239); una alambrada perimetral; un monolito preparado para la colocación de un mástil y una placa.

A los arrestados se les imputa también haber organizado, el pasado 9 de marzo, la celebración en el monte de un homenaje a los miembros de ETA Francisco López, «Thierry», y Arkaitz Bellón Blanco, fallecidos en 2013.

Los agentes del Servicio de Información (SIGC) vigilaron el acto, en el que participaron entre 600 y 700 personas. Fueron fotografiados por los guardias que identificaron a los cuatro supuestos responsables, que daban instrucciones a los demás, y otras seis personas que realizaron diversas tareas de preparación del recinto. El acto de homenaje a los etarras incluyó un paseo de caballos con los jinetes portando ikurriñas y banderas de Navarra, una ofrenda floral y la plantación de los dos últimos robles.

Mientras se llevaban a cabo los arrestos, efectivos de los Grupos de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil se trasladaron al collado de Arichulegui, donde procedieron a arrancar y a incautarse de todas las estacadas numeradas que identificaban a los terroristas de ETA.