Encuesta

El PSC toma distancia frente a JxCat y Colau en Barcelona

El candidato de JxCat y la alcaldesa empiezan a acusar ya el desgaste

El líder del Partido Socialista de Cataluña (PSC), Salvador Illa, y el candidato a la alcaldía de Barcelona por el PSC, Jaume Collboni, en el Palacio de Congresos este domingo
El líder del Partido Socialista de Cataluña (PSC), Salvador Illa, y el candidato a la alcaldía de Barcelona por el PSC, Jaume Collboni, en el Palacio de Congresos este domingoAlberto ParedesEuropa Press

Xavier Trías, el líder de Junts per Catalunya, rompió el tablero político de la batalla municipal de Barcelona. Su candidatura rompió moldes y se situó en primera posición. En apenas un mes ha perdido fuelle por sus veleidades con Laura Borràs, Clara Ponsatí y Carles Puigdemont, amén de la foto que se realizó hace una semana con uno de los fundadores de Terra Lliure, Fredi Bentanachs, en un acto de exaltación de los Miquelets, los mercenarios austracistas que lucharon contra los Borbones, que hoy son reivindicados por los más radicales del indeependeentismo. En apenas un mes, el moderado Trías ha perdido la «pole position» en las encuestas.

Una encuesta, encargada por una entidad privada a GESOP y a la que ha tenido acceso LA RAZÓN, es el último jarro de agua fría que recibe el candidato de Puigdemont en Barcelona. El trabajo de campo se realizó entre el 20 y 28 de marzo, por lo que recoge la «performance» de la vuelta a España de Clara Ponsatí, exconsejera con Puigdemont y ahora eurodiputada, pero no la sentencia del caso de corrupción de Laura Borràs, aunque la resolución de este asunto con la condena de la líder de Junts llevaba días presente en los medios de comunicación.

Según los datos de esta encuesta, que marca una tendencia con respecto a las publicadas por los medios de comunicación, el candidato socialista Jaume Collboni se consolida como futuro alcalde de la capital catalana con un 10-11 concejales y el 21,3% de voto. Trías se sitúa en segunda posición con el 19,9% y 9-10 concejales, los mismos que Ada Colau que también pierde fuelle con un 19% y los mismos concejales que Junts, a pesar de tener muy movilizado a su electorado.

Ernest Maragall, el candidato de ERC que en el verano pasado lideraba todas las encuestas cae hasta los 8-9 concejales y un 17% de voto. Como colista el PP de Dani Sirera que consigue 3-4 concejales y un 7,8% de votantes. La CUP, VOX, Ciudadanos y Valents se quedan fuera del consistorio porque no alcanzan el 5%.

La encuesta señala que todavía hay un 18% de indecisos que declaran que acudirán a votar y el dato más demoledor para la actual alcaldesa: el 63,8% de los barceloneses consideran que Barcelona ha empeorado. La sensación de declive es general en todos los distritos, en todas las franjas de edad y tanto hombres como mujeres rechazan la gestión de Colau.

Con estos datos, Jaume Collboni podrá alzarse con la alcaldía por ser la fuerza más votada y porque no se vislumbra una alternativa. Colau acariciaba una coalición con ERC y la CUP, pero con los datos de las últimas encuestas, estos partidos no suman los 21 regidores necesarios. Trías y Sirera ya han dicho que no apoyarán a Colau y los posconvergentes y populares pueden jugar varias cartas para hacerse valer con Collboni. El PP garantizarse la alcaldía de Badalona con Xavier García Albiol y Junts un pacto en la Diputación de Barcelona con el PSC para no perder más poder institucional después de abandonar el Govern.

Al inicio de la campaña, Trías y Colau intentaron una pinza con Jaume Collboni. A los dos les interesaba reconocerse como rivales para alejar las posibilidades del candidato socialista. Trías se presentó como la única alternativa al izquierdismo de Colau, y Colau como la única alternativa a la derecha burguesa que encarnaba Trías. Lo escenificaron en una comida en un céntrico restaurante barcelonés. Un mes después la pinza ha perdido fuerza y solo ha servido para dejar fuer de la carrera a ERC y fuera del ayuntamiento a la CUP. Trías también en un primer momento acaparó voto útil proveniente del PP, pero su moderación de postureo ha permitido al PP recuperar posiciones. La pasada semana Trías en una conferencia en el Círculo Ecuestre dijo que Puigdemont le había dejado las manos libres. «Si le ha dicho eso es que le ha pedido permiso, depende de Puigdemont», comentaba un socio del Círculo, un lugar de encuentro de la burguesía conservadora de Barcelona. Este error de cálculo del candidato Trías junto al seguidismo que está demostrando con los sectores más hiperventilados de su partido está incidiendo negativamente en la campaña.

Neoconvergentes y Comunes siguen teniendo a su electorado muy movilizado. El PSC menos, pero a la postre puede ser el más beneficiado en la recta final porque puede ser el destinatario del voto de una mayoría de indecisos. El PSC, tradicionalmente, activa a su electorado en la última semana de campaña y en esto confía el candidato socialista para apuntalar su ventaja en unas elecciones que siguen reñidas. A favor los socialistas también cuenta la fortaleza de la marca PSC y de Salvador Illa, el primer secretario de los socialistas catalanes. El CEO de ayer, el CIS catalán, da la victoria al PSC en autonómicas y generales lo que afianza las posibilidades de que Jaume Collboni de alcanzar la alcaldía y que el PSC recupere al 100% el poder municipal perdido en 2015 porque además de Barcelona y el cinturón metropolitano los socialistas acarician recuperar Tarragona y Lleida.