Nuevo curso

El PSOE ve la cita entre Illa y Puigdemont como antesala de la foto de Sánchez con el expresidente

El presidente catalán ha consensuado con el líder socialista su reunión de este martes con su antecesor

Carles Puigdemont y Pedro Sánchez
Carles Puigdemont y Pedro SánchezGtres

Los socialistas consultados por LA RAZÓN no dudan de que la reunión de Salvador Illa con Carles Puigdemont"es para preparar la foto de Pedro Sánchez" con el expresidente catalán. En el partido explican que el líder de los socialistas catalanes puede vender el encuentro dentro de la normalidad del resto de citas con otros expresidentes de la Generalitat.

Pero lo cierto es que la cita de este martes en la delegación del gobierno catalán en Bruselas se recibe en las filas del partidos como la constatación de la voluntad de Sánchez de consumar su propio encuentro con Puigdemont. Illa ha consensuado todo con el líder socialista, quien hace más de un año ya confesó su disposición a dicho encuentro.

El Gobierno inicia el curso al ataque y va a por todas para que Junts y el resto de fuerzas que le dieron la investidura no tengan reproche alguno con el que justificar una negativa a aprobar las cuentas del Estado que los socialistas quieren presentar en las próximas semanas.

Tanto en Moncloa como en el PSOE quieren dar carpetazo a la crisis que se desató antes del verano con el ingreso en prisión del ex secretario de organización socialista Santos Cerdán, uno de los interlocutores directos del partido con Junts. Cabe recordar que fue él el primero que se dejó fotografiar con Puigdemont. Antes que él, en 2023, lo hizo la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz. Pero hay más interlocutores socialistas con Puigdemont, como el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.

Desde que Sánchez manifestó su intención de verse tanto con Puigdemont como con el líder de ERC, Oriol Junqueras, el contexto político ha impedido ambas fotografías. Primero fue la convocatoria de las elecciones catalanas, que terminaron dando la presidencia a Illa, y después la espera de la viabilidad de la amnistía sobre la que el propio Tribunal Constitucional debe decidir si aplica a Puigdemont tras dar a la ley el visto bueno de la constitucionalidad.

Lo cierto es que un encuentro entre ambos sería una victoria política para Junts, que vería a su líder mesiánico -fue quien proclamó la independencia en 2017 durante ocho segundos- rehabilitado públicamente.

Y eso, según el independentismo, constituiría “una bajada de pantalones” por parte del Gobierno español a la que no se pueden resistir. Ya durante las negociaciones de investidura, el PSOE acordó esa cita para la "rehabilitación total y definitiva" del prófugo de la Justicia. Ferraz siempre sostuvo que cuando se produzca, habría "contenido político" más allá de la foto que solo busca alimentar la retórica del expresidente catalán, ahora visiblemente cabreado por la situación política en la que se encuentra.

El problema es que en estos momentos Junts no está muy por la labor. En el partido de Carles Puigdemont hay quien recomienda al expresidente catalán apartarse de Sánchez, al que ven tan vinculado a las cloacas y a la corrupción que creen que la foto de marras sería más problemática que beneficiosa.

La cuestión es que Puigdemont busca ese reconocimiento. La última vez que el expresidente pisó España fue durante la jornada de investidura de Illa. Ese día dio un mitin y se volvió a fugar sin que las fuerzas de seguridad pudieran arrestarle para llevarle ante el juez Pablo Llarena.