Negociaciones

Sánchez compra los siete diputados de ERC con 15.000 millones y Cercanías

El acuerdo con los republicanos se allanó esta mañana tras el traspaso integral de Cercanías

Una de las dos prioridades del PSOE se ha cumplido ya, mientras la segunda se hace esperar y corresponde a la eterna batalla política entre ERC y Junts. La investidura de Pedro Sánchez es inminente y para ello los socialistas se han dedicado a fondo durante esta semana. El resultado de la primera negociación supone una ristra de cesiones por parte de los socialistas a Esquerra para arrancar el «sí» de sus siete diputados para mantenerse en Moncloa. A nivel político –y al margen de una amnistía «para todo el mundo, sin excepciones ni exclusiones», según los republicanos– destaca la continuidad de la mesa de diálogo en la que ambas formaciones se comprometen a abordar el «futuro político de Cataluña»; mientras que a nivel económico sobresale la condonación de 15.000 millones de deuda a la comunidad.

Si bien las negociaciones estaban puestas en dos puntos distintos de la geografía, Barcelona y Bruselas, los primeros en hacerse con la foto y con el rédito político fueron los republicanos. Este jueves, el propio ministro de Presidencia, Félix Bolaños se trasladó hasta Barcelona para cerrar el acuerdo en persona con el líder de ERC, Oriol Junqueras. Los republicanos se hacen con reclamaciones históricas y con un jugoso pacto con el que poder mantener su posición de fuerza en Cataluña y contra Junts: el traspaso integral del servicio de Cercanías, la condonación de casi 15.000 millones de euros de deuda financiera –el 20% del total– y el aval a que el Gobierno quedará atado a la mesa de diálogo con la Generalitat.

En este punto, el pacto entre el PSOE y ERC habla de «ratificar e impulsar el diálogo institucional entre gobiernos sobre el futuro político de Cataluña mediante el diálogo político e institucional a través la Mesa de Diálogo, Negociación y Acuerdo». Y añade que, «una vez consolidada la desjudicialización a través de la ley de amnistía, pasará a una fase de planteamiento, análisis y diálogo sobre propuestas políticas en esta materia, que debe avanzar a un ritmo constante y satisfactorio para ambas partes, incluyendo reuniones periódicas para abordar todas las propuestas y trabajar sobre mecanismos que posibiliten su viabilidad».

«También debe abordar el debate sobre el modo en que los acuerdos a los que se pueda llegar sobre el marco político de Cataluña puedan ser refrendados por el pueblo catalán», concluye sobre un foro al que ERC quiere llevar su propuesta de referéndum pactado, según advirtieron al momento Pere Aragonès y Oriol Junqueras. Este último mencionó la «vía irlandesa y el ejemplo de los Acuerdos del Viernes Santo –con el derecho a la autodeterminación en el centro– para pedir desde ya un referéndum acordado de independencia, mientras que el presidente de la Generalitat fue, si cabe, más claro: «Es la hora de avanzar hacia la autodeterminación. Es la hora de avanzar hacia el referéndum», dijo en un acto paralelo en Barcelona coincidiendo con la firma entre Bolaños y Junqueras.

Aún en el terreno político, el acuerdo entre el PSOE y ERC contempla la creación de un segundo foro, una mesa de partidos –en la que cabe Junts– que «tenga las funciones de acompañar, verificar y realizar seguimiento de todo el proceso de negociación y de los acuerdos a los que se llegue». Y aquí aparece una figura parecida a la del relator que reclama Puigdemont: «A estos efectos, se designará de común acuerdo a una persona de reconocido prestigio», señala el documento rubricado por Bolaños y Junqueras.

A nivel económico, ERC ha logrado que Sánchez perdone los mencionados 15.000 millones de deuda del Fondo de Líquidez Autonómica (FLA) a Cataluña, que se ahorrará además unos 1.300 millones de euros en intereses. La comunidad catalana es la que más dinero ha recibido de este mecanismo, hasta 102.000 millones, desde que se puso en marcha en 2012. Y los 15.000 millones suponen el 20% de los 71.000 millones de euros que tiene ahora Cataluña con el Estado. Bolaños aseguró que esta medida será «extensible» al resto de comunidades, sin más concreciones.

ERC también obtiene el traspaso integral del servicio de Cercanías a la Generalitat de Cataluña, una de sus principales exigencias sociales y económicas para apoyar a Pedro Sánchez. Eso sí, la letra pequeña del acuerdo dice que el servicio será gestionado por una empresa participada por el Estado y la Generalitat, con el nombre de Rodalies Catalunya. El traspaso contempla unos plazos y una financiación de las líneas R1, R2 y R3, y será gestionado de forma compartida, dada la «complejidad» técnica de esta materia.

Para el Gobierno en funciones se trata de un acuerdo que les «acerca a la investidura» y supone «mejoras en la convivencia», según remarcó el ministro Bolaños, quien compareció desde la sede del PSC y junto a Salvador Illa. El ministro de Presidencia se congratuló de que con el pacto se demuestra una «apuesta clara por el diálogo y los acuerdos» como manera de «resolver conflictos».

La amnistía es el único punto que todavía sigue negociándose, y si bien ha conseguido el «sí» de ERC, falta la firma de Junts para que el PSOE lleve al registro del Congreso la proposición de ley. El Gobierno defiende que con la ley de amnistía se «devuelve a la política» un «conflicto que nunca debió salir de la política».