Tensión en Moncloa

El PSOE se la juega a Sumar con la prostitución y la reducción de jornada

Los socialistas imponen el debate sobre la regulación a sabiendas de que divide a su izquierda y se entrometen en la negociación de Yolanda Díaz sobre su ley estrella

Pedro Sánchez y Yolanda Diaz
Pedro Sánchez y Yolanda DiazAlberto R Roldán

La vida sigue igual en Moncloa. El PSOE se la juega a Sumar con la prostitución y la reducción de jornada. Los socialistas impondrán el debate sobre la regulación a sabiendas de que divide a su izquierda y se entrometen en la negociación de Yolanda Díaz sobre su ley estrella. Los socios se miran con recelo en un mar de negociaciones cruzadas y llamadas entrelazadas a Waterloo.

La ministra de Igualdad, la vallisoletana Ana Redondo, abrió este jueves el melón: cree que es el momento de abolir la prostitución tras el escándalo que ha sacudido a su partido cuando trascendieron las conversaciones entre José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García relatando sus encuentros con prostitutas. Los socialistas resolvieron la posición del partido en el último congreso federal a finales del año pasado, en Sevilla, justo cuando arreció la tormenta del exministro. El abolicionismo se impuso de forma contundente.

Por aquel entonces, el PSOE advirtió de que cuando arrancara el siguiente período de sesiones -en septiembre-, llevarían al Congreso el debate de marras. Por eso, este jueves los socialistas instaron al PP y a Sumar a prohibir la prostitución. El problema es que esa palabra parte en dos al feminismo y a la izquierda del PSOE. En Sumar no existe, ni mucho menos, una postura común. Los comunes, integrados en la coalición de Yolanda Díaz son regulacionistas.

Los comunes ya presentaron en su día una enmienda contra la ley integral de garantías sexuales que impulsó Irene Montero, la conocida como ley del solo ‘sí es sí’. Ese ‘pero’ fue un misil dirigido contra la prohibición de la tercería locativa que incluía el texto de Igualdad y que buscaba "sancionar penalmente a quien destine un inmueble a favorecer la explotación de la prostitución de otra persona".

Los ‘comunes’ no creen que ese sea el camino, pues consideraban que ese punto de la ley podría impedir alquilar un piso a las mujeres que ejerzan libremente la prostitución. Y he ahí el quid de la cuestión. ¿Las mujeres que ejercen la prostitución por elección son o no mayoría? El sindicato de prostitutas defiende que sí. Sin embargo, algunas organizaciones sociales denuncian que más del 90% lo hace sin opción y, por eso, urgen la abolición.

En el Ministerio de Igualdad, en tiempos Podemos, convivían partidarios de la prohibición, como la entonces ministra y los de la regulación, como la ex secretaria de Estado Ángela Rodríguez, que prefiere dar garantías a quienes ejerzan la prostitución. "Siempre ha habido diferente opinión en este tema. El regulacionismo-abolicionismo siempre ha sido un debate en el feminismo y también en las instituciones", explican fuentes de Sumar.

El PSOE, en cualquier caso, está dispuesto a dividir a sus socios con tal de expiar sus propios pecados. Según lamentan fuentes de Sumar, la prisa de Ferraz por retomar la abolición -un asunto que ya se debatió en 2021 con Podemos en el Gobierno- obedece a la necesidad del presidente del Gobierno de responder ante los ciudadanos y sus votantes por los escándalos que han manchado la imagen del partido, especialmente entre las mujeres -el principal caladero de votos de los socialistas-.

Otro cantar es la reducción de jornada laboral. El calendario de sesiones ha pillado a Sumar sin los deberes hechos pese a que la norma que cocina el Ministerio de Trabajo lleva tiempo en el argumentario de Yolanda Díaz. Sumar pensaba que podría seguir negociando durante todo el mes de septiembre y parte de octubre, especialmente con Junts, el principal obstáculo. Pero el debate se precipita ya. Algunas voces dentro del partido piden que se retire, aunque las fuentes consultadas por LA RAZÓN precisan que no es posible.

"Tocará hacer los deberes que no hemos hecho antes", sintetizan fuentes al tanto del partido de Yolanda Díaz. Estas mismas fuentes critican que desde Moncloa, el PSOE haya lanzado la idea de que igual convenía retirar el proyecto por falta de apoyos y que no había plena coordinación entre socios. Lo cierto es que el grueso de la negociación lo lleva Trabajo. Pero el núcleo duro de Sánchez también intermedia en el asunto. Y eso incrementa los recelos. Fuentes de Sumar precisan que Carles Puigdemont no abordó el asunto con Salvador Illa en Waterloo.

En cualquier caso, lo cierto es que dentro de Sumar hay quien pide dar marcha atrás precisamente tras el encuentro entre el presidente catalán y su predecesor en Bruselas. Algunas fuentes sugieren que puede ser síntoma de que sí se trató el asunto y de que Illa trasladara al PSOE que en estos momentos no se puede contar con los siete diputados de Junts en el Congreso.