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El PSOE obliga a sus federaciones y altos cargos a asumir las siglas LGTBI y eliminar el "Q+"
La Comisión de Ética y Garantías da la razón a las feministas del partido y emite una resolución que enmienda la postura de federaciones como la de Óscar López o Diana Morant.

La batalla entre el sector feminista y el sector LGTBI del PSOE ha vivido esta semana un episodio determinante. La Comisión de Ética y Garantías del partido ha dado la razón a las llamadas feministas clásicas y ha emitido una resolución que obliga a sus federaciones regionales y a sus altos cargos a asumir las siglas LGTBI, eliminando las referencias al "Q+".
Con esta decisión, a cuyo informe ha tenido acceso LA RAZÓN, se enmiendan las resoluciones políticas de federaciones tan importantes como la de la Comunidad de Madrid o la de la Comunidad Valenciana, lideradas por los ministros Óscar López y Diana Morant.
En ambos casos, los congresos regionales aprobaron resoluciones en las que se habla del colectivo LGTBI+ o LGTBIQ+, en contra de lo que aprobó el conjunto del PSOE en diciembre en el Comité Federal de Sevilla, donde se ceñía a las siglas LGTBI.
Según el informe de la Comisión, que fue emitido el pasado jueves, las resoluciones del Congreso Federal tienen un carácter "vinculante y prevalente respecto de cualquier otra norma, a la que deben adaptarse toda resolución o ponencia de ámbito inferior, de tal manera que todo aquello que sea contrario o se oponga a aquellas Resoluciones y Ponencias aprobadas en el Congreso Federal no tienen efecto alguno y serán nulas".
Es decir, deja sin efecto y anula todo documento político que incluya el "Q+". Y lo hace de manera definitiva, ya que la Comisión es el órgano encargado de velar por los Estatutos del PSOE y ya no cabe recurso contra su decisión.
En el informe, también enmienda la forma de expresarse de algunos altos cargos, como la ministra de Igualdad, Ana Redondo, o el secretario LGTBI, Víctor Gutiérrez, que suelen incluir el "Q+" cuando hablan del colectivo.
"Cuando un militante o un cargo actúa en el plano público como representante del PSOE, debe ser escrupuloso con el respeto de lo aprobado y, por tanto, vinculante y obligatorio", se puede leer en el documento.
Aunque pueda parecer un asunto técnico, es de gran calado a nivel ideológico dentro del partido de Pedro Sánchez. Los dos sectores, el feminista y el LGTBI, llevan enfrentados desde hace años y sus fricciones suelen aflorar de cuando en cuando, provocando cismas como se vio durante la tramitación de la Ley Trans. El último conflicto se vivió en el Congreso Federal de Sevilla, precisamente a raíz del "Q+".
Las llamadas feministas clásicas, lideradas por Carmen Calvo, rechazan que las siglas LGTBI incluyan el "Q+" porque representa a lo queer, algo que creen que define el género como una identidad. Esto implicaría que el género es subjetivo y no biológico, y creen que esa concepción atenta contra el concepto de mujer y perjudica al feminismo. El sector LGTBI, cuya principal cara visible en el partido es la de Víctor Gutiérrez, en cambio, considera que esa es una tesis homófoba porque va contra una parte del colectivo.
En la ponencia marco del Congreso Federal de Sevilla, el PSOE estaba usando de manera indiferente las siglas LGTBIQ+ o LGTBI+. Esto molestó a las feministas clásicas, que presentaron enmiendas y presionaron para que el partido se ciñera al LGTBI que había estado usando hasta entonces. Al final, lograron imponerse ellas y la resolución política del Congreso Federal excluyó cualquier referencia a la "Q+".
Este asunto siguió trayendo cola el pasado mes de diciembre, en los días posteriores al Congreso de Sevilla. El propio Víctor Gutiérrez dijo que lo aprobado en la capital hispalense fue "un grave error" y socios parlamentarios del PSOE, como Podemos o Sumar, acusaron a los socialistas de validar tesis homófobas.
Pero cuando el debate ya parecía aparcado, al menos internamente, varias federaciones socialistas empezaron a incorporar la "Q" o el "+" en las ponencias marco que iban a guiar sus congresos regionales. Se trataba de una afrenta a lo decidido en el Comité Federal, un pulso que mantuvieron federaciones como la madrileña o la valenciana. La canaria, que lidera el ministro Ángel Víctor Torres, también incluyó esas fórmulas en la ponencia marco, pero luego las eliminó de las resoluciones políticas.
Todo ello fue denunciado por las feministas clásicas y ahora la Comisión de Ética ha venido a darles la razón. "Todos los compañeros tienen el deber de cumplir lo acordado por el máximo órgano del partido, el Congreso Federal, cuyas resoluciones tienen carácter vinculante y deben ser cumplidas por la militancia, especialmente por quienes ostentan responsabilidades orgánicas o institucionales", añade el documento, que no deja lugar a interpretaciones.
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