Cerco a la corrupción

PSOE y C’s acuerdan cesar a los imputados por corrupción

Sánchez deberá expulsar a su candidato a las elecciones gallegas, Gómez Besteiro, y al presidente de la FEMP, Abel Caballero

Los abrazos rotos. Sánchez se vio ayer con el presidente de la Federación de Municipios y Provincias, Abel Caballero, que está imputado
Los abrazos rotos. Sánchez se vio ayer con el presidente de la Federación de Municipios y Provincias, Abel Caballero, que está imputadolarazon

Sánchez deberá expulsar a su candidato a las elecciones gallegas, Gómez Besteiro, y al presidente de la FEMP, Abel Caballero

El PSOE y Ciudadanos avanzan en un acuerdo de investidura que podría estar cerrado el lunes o martes de la próxima semana y que supondría una auténtica catarsis para los socialistas. Entre los «avances sustanciales» que han alcanzado ambas formaciones, en los sucesivos contactos que han mantenido hasta ahora, se encuentra la determinación de cesar fulminantemente a los cargos públicos o altos cargos investigados –antiguos imputados– por corrupción. Pedro Sánchez no exigía hasta ahora que los dirigentes en esta situación abandonasen el ejercicio de sus funciones porque el Código Ético del partido sólo prohíbe el mantenimiento de aquellos cuando se produzca la apertura de juicio oral por la causa en la que se encuentren inmersos. Este argumento fue esgrimido para defender en sus cargos a los ex presidentes de Andalucía Manuel Chaves y José Antonio Griñán, que –sin embargo– tuvieron que abandonar sus responsabilidades para facilitar un acuerdo de Susana Díaz con Ciudadanos.

Esta alianza supone un importante paso atrás para la política de regeneración democrática del PSOE a nivel interno y ahora será Sánchez el que se verá obligado a prescindir de dos figuras muy representativas en el partido. «El PSOE se compromete a actuar así en cuanto se firme el acuerdo con Ciudadanos», explicó ayer Antonio Hernando. El portavoz socialista en el Congreso expresó su confianza en el sí del partido a Pedro Sánchez.

En este caso, no se trata de dos históricos del partido, sino de dos dirigentes con mucho peso en el presente y el futuro del PSOE. El primero es el secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, investigado por delitos de prevaricación, cohecho, contra la ordenación del territorio y negociaciones prohibidas en relación con la construcción de una urbanización aprobada cuando era concejal de Urbanismo. Besteiro no es un barón socialista más, es uno de los afines a Sánchez en sus pugnas internas por el poder y se postula para candidato a las elecciones gallegas por el PSOE.

Otro de los damnificados del acuerdo con Ciudadanos es el referente del municipalismo del PSOE, Abel Caballero. El conocido como «alcalde más votado» del partido es también presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Caballero está imputado por la «operación Patos», que investiga supuestos amaños de contratos y prebendas. En concreto, al socialista se le atribuye la recepción de un reloj. En ambos casos el PSOE declinó iniciar cualquier actuación para removerlos de sus cargos, porque no se había procedido todavía a la apertura de juicio oral. En el momento en que se rubrique el acuerdo con Ciudadanos tendrían que abandonar el ejercicio de sus funciones.

En ésta y otras materias como regeneración democrática, lucha contra la corrupción, políticas económicas y sociales existe un principio de acuerdo entre ambas formaciones. Tanto es así que, aunque la formación de Rivera sólo se plantea el rechazo o la abstención a la investidura de Sánchez, desde el PSOE están «seguros de que se votará a favor cuando firmemos el documento». Aunque fuentes socialistas señalan que «no hay escollos insalvables», Ciudadanos reconoce ciertas «dificultades». Luces y sombras que podrían hacer que no existiera ese «acuerdo global» porque C’s advierte de que si en alguna de las partes no hay consenso, «no servirá». Y es que la formación que lidera Albert Rivera y los socialistas discrepan aún en temas como educación, mercado laboral, la burbuja política, impuestos, autónomos y exigen un tema que haga referencia a la igualdad y unión de los españoles. El vicesecretario de C’s, José Manuel Villegas, insistió ayer en que «si en alguno de estos puntos no hay acuerdo, no habrá pacto». Garantizar la unidad de España es un punto «muy importante» para C’s, que ayer jugó una baza negociadora y presentó el mismo texto de cuatro líneas que el PSOE aprobó en el Comité Federal bajo la presión de los barones territoriales. De esta manera, Ciudadanos trata de evitar «conflicto y debate para que no haya mayores diferencias» y se apruebe este punto, que recoge la oposición a la celebración de consultas de autodeterminación.

Lo que les une

- Capitalismo de amiguetes. Despolitizar los órganos constitucionales y reguladores.

- Corrupción. Se cesará a los cargos públicos y altos cargos imputados.

- Aforamientos e indultos. Prohibir los indultos por corrupción y limitar el aforamiento.

- Ley de Segunda Oportunidad. No embargar la vivienda a personas en riesgo de exclusión social.

- Blindar la salud en la Constitución. Incluirlo como derecho fundamental.

Lo que les separa

- Reforma laboral. La defensa del contrato único, como principal escollo.

- Educación. El PSOE quiere derogar la Lomce y C’s, renovarla.

- Impuestos. Ciudadanos se niega a la subida impositiva y el PSOE la aplicará a las grandes fortunas.

- Autónomos. C’s quiere que no paguen IVA si cobran menos del Salario Mínimo.

- Territorial. C’s quiere eliminar las diputaciones y el Senado y el PSOE no.